Los agentes de la Policía de Acción Táctica acusados de matar a un inocente en la persecución a un ladrón apelarán para esperar el juicio en libertad. Sus abogados señalan la inexperiencia de estos nuevos efectivos enviados a combatir el delito.
Rosario 12 |
La defensa de los jóvenes policías acusados por el homicidio de Jonatan Herrera, el muchacho que lavaba su auto en barrio Tablada cuando quedó en medio de una persecución policial a un ladrón, apelará hoy la prisión preventiva de los agentes. Los abogados Romeo Díaz Duarte y Alberto Tortajada presentarán el recurso para revertir la resolución del juez Gonzalo López Quintana, que les dictó arresto preventivo sin plazo a cuatro uniformados de entre 20 y 25 años, que el domingo 4 de enero se sumaron al operativo iniciado por el Comando Radioeléctrico, para atrapar al acusado de haber robado una juguetería en San Martín al 3500. Sin embargo, en su intervención terminaron baleando a Jonatan, mientras éste intentaba protegerse entre dos tachos de agua y un árbol.
La presentación se hará a una semana de las cuatro detenciones del personal policial puesto en funciones en diciembre de 2014. En la audiencia imuputativa del martes pasado, el fiscal Adrián Spelta acusó a uno de los agentes de haber disparado al menos uno de los proyectiles mortales; y a los otros tres, por tentativa de homicidio. En tanto, el abogado Díaz Duarte --que quedó con la defensa de tres de los cuatro acusados-- apuntó a la "exigua" formación de los agentes y fue más allá al reclamar que "en el banquillo de los acusados tendrían que estar algunos funcionarios" del gobierno provincial.
En esa oportunidad, el abogado pidió 48 horas para tratar el tema de la prisión preventiva; pero la Fiscalía se negó y el juez López Quintana resolvió en forma negativa. Frente a ello, Díaz Duarte planteó una protesta que ahora posibilitaría que el recurso de apelación llegue a la Cámara Penal. "Yo fui a una audiencia imputativa", dijo el letrado, proveniente de la ciudad de Santa Fe, que no esperaba que allí mismo se tratara el tema de la prisión preventiva establecida por ley, como se acostumbra en las audiencias imputativas en los Tribunales de Rosario.
"Los riesgos procesales no están dados (para la prisión preventiva), porque estos chicos no son delincuentes. ¿Por qué creen que se vayan a fugar? Hubo un pedido de tiempo al juez, y no nos dieron las 48 horas para tener elementos", se quejó. "Estamos preparando el recurso de apelación para presentar el lunes", advirtió.
Al hablar de la formación de los imputados, en la audiencia Díaz Duarte dijo que "en seis meses les pusieron el uniforme y los sacaron a la calle". Al mismo tiempo, Tortajada, habló de "inexperiencia", de los jóvenes egresados que ahora están a cargo del comisario Adrián Forni, también jefe de la Tropa de Operaciones Especiales.
"Creo que esto va a ser un antes y un después. Alguien va a tener que responder porque hay responsabilidades políticas que pueden acarrerar responsabilidades jurídicas en el futuro. Hoy por hoy se está analizando el hecho, pero al tener una mirada introspectiva, creo que habrá responsabilidades administrativas y penales", dijo el Díaz Duarte, en diálogo con este diario.
Al mismo tiempo, el letrado está analizando --al igual que lo hace la Fiscalía, por su lado-- de dónde partió la bala que dio en la pierna de uno de los agentes de la PAT (que no está entre los detenidos), ya que la herida podría haber sido autoinfringida por error o disparada desde otro arma, teniendo en cuenta que hubo diez armas en acción, tanto de los uniformados de la Táctica, como del Comando Radioeléctrico y del ladrón que portaba un calibre 22.
El abogado insiste, tal como lo planteó en la audiencia, que el homicidio debería encuadrarse como una muerte "culposa". Sin embargo, el fiscal Spelta insistió con que se trata de un hecho con "dolo", por lo que enmarcó el delito como "homicidio agravado por abuso de funciones".
Jonatan fue alcanzado por tres balas, luego de un tiroteo entre personal del Comando Radioeléctrico y un ladrón, al que se sumaron las armas de los cuatro agentes de la PAT acusados, quienes bajaron de un colectivo de la línea 133 para apoyar el operativo, pero hirieron al joven que lavaba su auto en Pasaje Villán y Ayacucho. Dos de los impactos fueron mortales: uno que le rozó la cabeza y le fracturó los huesos del cráneo, y otro que ingresó por un muslo y se alojó en la cadera. El restante impactó en un pie. Las pericias dieron cuenta de que la bala que se pudo extraer (la de la cadera) corresponde al arma reglamentaria del agente Ramiro R. de 25 años, acusado del homicidio. En tanto, a Francisco R., Luis S. y Alejandro G., el fiscal les achacó el mismo delito, pero en grado de tentativa.
La víctima tenía 23 años y un bebé de un mes y medio, con Sabrina, de 20 años. Hacía pocas semanas había empezado a trabajar como repositor en la tienda Falabella. "Mi hijo también era joven y era una excelente persona", remarca su madre, María Elena, cada vez que habla de él y del suceso que le cambió la vida a toda una familia.
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