Según los voluntarios de distintas Ongs de Rosario que trabajan el tema, el número de chicas preadolescentes en situación de calle se ha incrementado. La provincia y el municipio cuentan el trabajo que hacen al respecto pero muchas veces exhiben miradas encontradas.
Rosario 12 |
La presencia de niñas y adolescentes en situación de calle es una realidad de los últimos cuatro o cinco años. El centro rosarino, los espacios con algún resguardo, son habitados por varones y niñas, en el caso de ellas por quienes aún no tienen los siempre invocados 15 años. Las organizaciones que se dedican al trabajo solidario y que durante el invierno llevan desayuno, almuerzo o abrigo a buena parte de la población en situación de calle, conocen con detalles esta realidad y son las que aportan la información. Entre esas niñas, poco tiempo atrás, estaba A. con sus 14 años y una búsqueda de paradero. Ella no se escondía, estaba en la esquina de San Martín y San Juan, para quien supiera verla, como parte del paisaje urbano que debiera conmocionar pero que aparece naturalizado. Fueron voluntarios de una ONG, Rosario Solidaria, quienes la encontraron durante el invierno cuando repartían y compartían el desayuno. Miradas encontradas con las áreas específicas del municipio y la provincia, la Dirección General de Infancias y Familias y la Dirección Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia.
Rosario Solidaria cuenta con 40 voluntarios que ofrecieron el desayuno de lunes a sábado y de mayo a fines de agosto a las personas en situación de calle, en el área que comprendida entre Córdoba y Laprida hasta el viejo edificio de la Maternidad Martin. Jorgelina de la Torre es una de sus fundadoras junto a Mina Domínguez, pero son Marcela y Martín, dos integrantes del voluntariado, quienes dan testimonio de haberse encontrado con niñas y adolescentes durmiendo en las calles céntricas. "El último día que salimos a distribuir los desayunos vimos a tres chicas, tapadas con una frazada, en peatonal Córdoba entre Sarmiento y Mitre. Sólo una de ellas aceptó nuestro ofrecimiento, las otras siguieron allí. Les dejamos algo para que comieran más tarde. No podemos decir qué hicieron luego porque terminó el ciclo por este año, pero sí que era un grupo distinto al que habíamos encontrado antes en San Martín y San Juan".
En este último grupo mixto estaba A. cuando Jorgelina de la Torre la vio, después que los voluntarios dieron el aviso de que había chicas en la zona de la plaza Montenegro. Así reconoció su rostro por una foto que había visto y supo que concurría, junto a otra de 18 años, a la Escuela N°1463 Madre Teresa de Calcuta, de Zeballos 1463. Se comunicó con la dirección de esa escuela y de inmediato surgió que había una búsqueda de paradero hacia A. "Los agentes territoriales de la Municipalidad la habían visto pero no detectaron esta situación. Cuando llamamos a la Secretaría de Promoción Social, la respuesta fue que no se ocupaban de casos de búsqueda. Se trataba de una niña de 14 años en la calle. En la Dirección Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia se nos contestó que lleváramos a la chica pero nadie se movió, y después cuando se encontró con su abuela, desde Rosario Solidaria le indicamos que fueran a la repartición provincial para acordar que la niña quedara con ella porque no quería volver con su madre".
Más allá de cualquier detalle particular, las historias de mujeres y varones en situación de calle están atravesadas por la violencia doméstica y por la falta de recursos simbólicos para la contención en una edad conflictiva, casi siempre asociada a la situación de exclusión económica, laboral y educativa de los padres o de madres solas.
Para Jorgelina de la Torre lo que se ve es un Estado ausente. "No hay a quien llamar, a quien recurrir -dice, mientras que una de las voluntarias, Marcela, recuerda que "la calle muestra la muerte de la peor manera. En el Estado siempre están estudiando el tema, capacitándose, pero no puede haber tanta inacción cuando se encuentra a un niño de 12 años durmiendo dentro de una caja de cartón, en pleno invierno, en plaza Montenegro. Y con respecto a la presencia de niñas y adolescentes todo se vuelve más grave. No hay lugares donde ellas vayan a dormir".
Desde la Dirección General de Infancias y Familias, en la órbita de la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad de Rosario, Alejandra Subirá, explicó en detalle toda la complejidad del procedimiento de las acciones respecto de los niños en situación de calle, pero sin embargo no apareció con claridad la existencia de dispositivos, que sin recurrir a la compulsión, se orienten al abordaje de la situación de niñas y adolescentes en la calle. En diálogo con Rosario/12 Subirá realizó un diagnóstico de la dificultad que supone ese trabajo. También que a diario el equipo de operadores de calle, son 10, "pasa por toda la ciudad, donde se concentran específicamente los chicos, o cuando hay vecinos que llaman. Nuestro primer trabajo es crear el vínculo para poder acercarnos y obtener algunos datos que nos permitan armar la red de contención, porque nuestro objetivo es que dejen de estar en situación de calle, ya que ese niño o niña está desvinculado de toda institución, en principio de la institución familiar".
Algunas de las chicas concurren al Centro de Día de la Asociación CHICOS que trabaja con el programa municipal La Casa. "Es un tiempo importante que hay que invertir y tratamos de incluirlos en distintas instancias, en el Centro de la Juventud, en Plataforma Lavardén, en el programa La Casa, donde existe aula radial y talleres. Los operadores van a buscarlos para atender lo referido a la salud", explicó Subirá.
La directora municipal señaló, además, que se trabaja "fuertemente" con las niñas, aunque responde respecto de una chica de 16 que "es mayor" y que siempre se les ofrece alojamiento para la noche, aunque a menudo no quieren ir.
Por su parte el subsecretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Cristian Allende explicó que la acción política la lleva adelante la Municipalidad de Rosario que tiene experiencia y trayectoria en el tema, ya que fue el primer lugar en Santa Fe en contar con un área de trabajo específico. "La provincia acompaña en el fortalecimiento de esas acciones y en las situaciones más conflictivas como cuando se tiene que separar a un niño de su grupo familiar". Allende sostuvo que si "la guardia detecta una situación de peligro tenemos operadores que toman contacto con el chico y se busca la manera de alojarlo si es lo que se necesita".
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