El joven lesionado debió esperar 45 minutos en el cordón de la calle hasta que llegara una ambulancia para atenderlo, después de duros cruces entre jugadores y responsables del lugar. El hecho tuvo lugar en “Héroes”, un complejo con canchas de pequeño tamaño.
La Capital |
Un accidente entre dos jugadores en una cancha de fútbol 5 desnudó que el predio no tenía médico a cargo. Ambos chocaron sus cabezas en pleno partido y uno de ellos quedó tendido en el piso. El episodio tuvo lugar ayer en “Héroes”, un espacio ubicado en Francia y Brown.
El joven lesionado debió esperar, después de duros cruces entre jugadores y responsables del predio, 45 minutos en el cordón de la calle hasta que llegara una ambulancia para atenderlo.
“Cárguenlo y llévenlo a una guardia”, les inquiría una persona que parecía estar a cargo del lugar a los compañeros del muchacho que no salían de su asombro al darse cuenta de que no había ningún responsable médico ni de seguridad, pese a que allí se desarrolla un torneo de fútbol 5 con 32 equipos de varones y otro de mujeres.
Y, encima, debieron escuchar una y otra vez: “Si no les gusta no vengan más”, según detalló uno de los acompañantes de Federico Valentino, mientras veía qué hacía con su amigo, quien no recordaba dónde estaba ni otras cuestiones que le consultaban.
Los asistentes reconstruyeron lo que sucedió dentro y fuera de la cancha. Transcurría el primer tiempo del partido cuando Federico, quien jugaba de arquero, salió al cruce de un centro y el delantero del otro equipo fortuitamente lo golpeó en el parietal derecho.
Debido al golpe, Federico se retiró de la cancha a la espera, según creyeron los integrantes de los dos equipos, de que lo viera el médico. Se tranquilizaron cuando observaron que una persona, que creyeron un profesional de la salud se lo llevó a otra parte del predio, mientras los demás continuaron jugando el partido.
Pero el pitido final del encuentro fue el inicio de la desesperación y malestar del equipo con los organizadores del torneo. Se supo que la persona que estuvo con Federico no era médico y, además, el joven manifestaba desorientación. Desde ese momento, la tensión entre los jugadores de los dos equipos y la persona referenciada con el complejo de canchas fue subiendo de tono.
Los minutos pasaban y el servicio de urgencias que habían llamado no llegaba. Para colmo, cuando arribó al lugar la firma CG&L, la conclusión del profesional fue la misma que la del encargado del predio. “Cargalo y llevalo a una guardia”, oyeron sorprendidos los jóvenes, medida que finalmente terminaron adoptando.
Los compañeros de Federico lo cargaron a un auto y lo trasladaron hasta el Sanatorio Americano, donde le realizaron estudios y lo dejaron en observación debido al golpe, aunque al cierre de esta edición no revestía gravedad.
El caso de Federico puso de nuevo en la agenda el cumplimiento de las normas relacionadas con los torneos de fútbol en materia de salud y seguridad.
En el Concejo existen proyectos sobre el tema, algunos ya aprobados, que surgieron a medida que ocurrieron episodios similares a los de ayer y otros varios que terminaron con la muerte de
personas.
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