Por Paola Quain | Según la consultora CCR, el volumen vendido cede porque los salarios no le ganan a la inflación. La tendencia es irreversible. Cae el crédito.
El motor que durante los últimos 12 años dinamizó la economía está roto. Por primera vez desde 2002, el consumo presenta una caída en volumen con respecto al año anterior.
Así lo indica la consultora CCR en un reporte exclusivo para PERFIL. Tras las cifras negativas relevadas en julio respecto de las compras en hipermercados, supermercados y locales de cercanía (que pertenecen a las cadenas de supermercados), sumaron el análisis de la primera quincena de agosto y redondean que el año se encamina a terminar en negativo.
Hasta ahora, en los últimos tres años se observaba una desaceleración del ritmo de crecimiento de la demanda, por lo que la medición interanual todavía mostraba cifras positivas. Eso cambia en este 2014.
“Desde principios de año hasta la mitad de agosto, hay caída interanual de 1,1% del volumen operado en todos los canales de acuerdo con los datos relevados sobre 143 categorías de productos”, aseguró José Ignacio Amodei, director de la firma.
El año está jugado. Será la mancha roja en el fin de la década de la fiesta de las cuotas, los viajes y los aires acondicionados. Según el especialista, para que el año cierre con el mismo volumen de 2013, los cinco meses finales deberían mostrar un crecimiento promedio de 1,5%. “No parece probable, no hay indicios de cambios en las tendencias ni en los factores que las generan”, avaluó Amodei.
Jorge Todesca, director de Finsoport, considera que esta caída es el resultado de contener los aumentos salariales para que funcionen como ancla inflacionaria, de manera tal que las remuneraciones propiciadas por el Gobierno erosionaron la dinámica del consumo. Asimismo, las categorías de análisis –como poder adquisitivo, perspectivas de empleo y aprovechamiento de las promociones– serán seguidas tan de cerca como la elección de segundas marcas y el cese del consumo de productos.
El consuelo ante el menor consumo es que la base de comparación, 2013, en algunos sectores “está inflada”. El año pasado, los electrodomésticos y los autos se compraron como refugio o inversión y llevaron los niveles de demanda a cifras poco reales.
Gerardo Fraire, gerente de Relaciones Institucionales de Tarjeta Naranja, asegura que no se esperan cambios sustanciales para los próximos meses. “Después de un 2013 muy sólido en términos de consumo en nuestro negocio, tenemos un 2014 más moderado, por lo que mantenemos muchas estrategias comerciales pero también pensamos sumar nuevas”, detalló Fraire. Y agregó: “En este contexto tenemos un consumidor que piensa qué cosas son imprescindibles y cuáles no; por lo tanto, tratamos de que nuestra oferta se adapte a ese criterio, brindando productos que se ajusten a la situación reimpulsando las cuotas sin interés en segmentos puntuales y plazos estrictos”.
Menos crédito. Bancos consultados señalaron que la actitud cautelosa de las familias fue más evidente: “La colocación de préstamos personales está planchada desde julio; vemos algo de movimiento de toma de crédito en empresas. Creo que las familias son mucho más precavidas de lo que se piensa y que la expectativa de empleo es uno de los factores que más incidencia tienen en este momento”, resumió un gerente de producto que se mostró expectante por una posible reapertura de paritarias.
Coincidieron en que las promociones se van a mantener, porque “salir de ese esquema es perder clientes”, y al mismo tiempo tres entidades reconocieron que, para lo que resta de 2014, los acuerdos que se firmen serán de corto plazo, es decir que se revisarán “semana a semana” en función del movimiento de la tasa de interés fijada por el Banco Central y la evolución del salario real.
Perfil.
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