La adolescente que organizó una teteada para poder cursar con su bebé lleva 10 días sin ir a la escuela. Ahora podría volver al Normal, la institución donde estaba cursando. Cómo se abordan estos casos que son el punto débil del sistema.
Victoria Rodríguez / Diario UNO Santa Fe
Autor:José Busiemi / Diario UNO Santa Fe - Acompañada. “Creo que la situación cambió porque nos movimos”, dijo Sol.
La historia de María Sol Aravena puede ser la historia de muchas adolescentes. Un embarazo a temprana edad, una pareja sola sin familia cerca para ayudar y la voluntad de completar la educación obligatoria para tener un futuro mejor. Ésa es hoy –en Santa Fe y en todo el país– la realidad de muchas familias jóvenes. Pero no fue la llegada de Dante lo que puso en riesgo su educación, fueron las trabas de un sistema que le falló.
En estos días se escucharon y leyeron muchas opiniones sobre el pedido de María Sol. Ella quiere ir a la escuela con su bebé de dos meses porque no tiene a nadie cerca que lo pueda cuidar y considera, como muchas mamás, que enviarlo a un jardín desde tan chiquito no es la mejor opción. Así de sencillo y de respetable.
Hasta hace 10 días ella cursaba 5º año en la Escuela Normal pero allí le dijeron que no podía ir más con su bebé y le recomendaron que se cambie de institución. Según su relato, primero hubo una discusión fuerte con la directora y críticas a sus decisiones como madre; sólo después, llegaron algunas alternativas que no la convencían. Entonces la lucha por un derecho, las críticas y una teteada en la puerta de la escuela fueron un llamado de atención para toda la comunidad que, una vez más, debió hablar de lo desprotegidas que quedan –y de la violencia que sufren– las adolescentes cuando son madres.
De hecho, el propio Ministerio de Educación reconoce que ésa es la principal causa de abandono escolar entre las jóvenes; y que ha habido muy buenas experiencias de retención escolar cuando los establecimientos incorporan salas de cuidado para los bebés o aplican regímenes especiales para las mamás.
En función de lo ocurrido, ya no importa si Sol era demasiado joven o no para tener un bebé; lo que debe atenderse es que el sistema le falló y puso en riesgo su educación y su futuro. Que la escuela secundaria, que es obligatoria desde 2006, no supo o no pudo atender y contener una situación tan habitual como la de las madres adolescentes. Al punto que hubo que dar un debate en los medios y, aún hoy, Sol no está yendo a clases.
Es real que la Escuela Normal no cuenta con espacio ni personal para habilitar salas de cuidado de bebés para sus alumnas. De todas maneras, llama la atención que recién a principios de abril se le hayan ofrecido algunas de las alternativas de cursado y que haya tenido que intervenir la Regional IV de Educación, junto al municipio, para que Aravena pueda volver a estudiar. Si las madres adolescentes son uno de los eslabones más débiles del sistema educativo, la aplicación de las excepciones y normativas específicas debería ser mucho más ágil y menos mediática.
La propuesta
El director de la Región IV de Educación, Rafael Bono, explicó a Diario UNO que tomó contacto con la joven a partir de que se hiciera público el reclamo porque ella nunca realizó un pedido formal a esa oficina. En ese sentido, destacó que el lunes pasado se convocó a la joven a una reunión a la que no pudo asistir por las lluvias y que fue reprogramada para el viernes pasado. Allí estuvieron también Rossana Ingaramo, secretaria de Educación de la ciudad; Franco Ponce de León, director de Derechos Ciudadano municipal; y Judith Galetti, por la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes de la provincia, entre otros.
Sol no asistió al encuentro pero, en su representación, lo hizo su marido. “Le ofrecimos que conozca un jardín municipal que está en Urquiza al 1.900 para que el chico esté ahí y ella pueda cursar con la flexibilización de horarios necesaria. Quedaron en que el lunes lo recorrerían y después pensarían cómo articular con la Escuela Normal”, explicó Bono, quien señaló que en ningún momento le dijeron que la joven quisiera cambiarse a la escuela José Hernández y que, de ser así, el trámite lo debe realizar la alumna porque es mayor de edad.
“La oferta que le hicimos fue ésa. La idea era poder sentarnos y dialogar para ofrecerle algún jardín municipal que es el ámbito propicio para la criatura”, señaló y agregó que el decreto Nº 181 establece un cursado flexible y otras alternativas para que las mamás puedan terminar la escuela. Pero aclaró que esa normativa no contempla que el bebé esté en el aula con la mamá. Aunque reconoció que hay instituciones en las que se habilita esa posibilidad, dijo que “no es lo normado” y que “los jardines son la opción más adecuada”.
Consultado sobre por qué estas opciones están siendo ofrecidas en abril cuando el ciclo escolar comenzó en marzo y la escuela sabía que ella había tenido un bebé, el director regional sostuvo: “Eso hay que preguntárselo a la escuela. Yo quiero resolver esto y que la joven pueda volver a estudiar. Queremos que siga en el Normal porque tiene la terminalidad que ella estaba cursando. Por eso vamos a hablar con la escuela para ver cómo flexibilizamos el cursado y nos adaptamos a la normativa”.
En diálogo con Diario UNO, Aravena dijo que esa alternativa le parece muy buena. “Yo cursaría algunos días y completaría las clases con trabajos que tendré que hacer en mi casa. Pero, lo más importante es que cuando deje al bebé en el jardín podré salir de la escuela para darle de mamar y ver cómo está. Eso me deja más tranquila”, reconoció y agregó que antes no le habían dado esa posibilidad, que sólo le habían dicho que lo lleve a un jardín y que realice el cursado normal.
“El lunes voy a ver el jardín y una vez que diga que sí voy a empezar a cursar. No me puedo cambiar a la otra escuela porque debería rendir demasiadas equivalencias. Esto no era lo que yo quería, porque en otras escuelas se puede ir con los bebés, pero no quiero perder el año”, reconoció y siguió: “Creo que la situación cambió porque nos movimos para buscar alternativas. Si yo me hubiese quedado con la primera respuesta habría dejado la escuela”.
DIARIO UNO.
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