El fiscal Ademar Bianchini reveló que en el allanamiento a la casa de los tíos adoptivos de la nena se halló el elemento con el que fue golpeada.
La Capital |
La Justicia aseguró categóricamente que Kiara, la nena de dos años, no murió al caer de un colectivo sino como consecuencia de golpes producidos por un objeto contundente, lo que posteriormente derivó en el fallecimiento de anteayer a la madrugada en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela. Por el hecho permanecen detenidos e incomunicados sus tíos, quienes estaban al cuidado de la pequeña desde que falleció su padre. Mañana habrá una audiencia imputativa.
"La niña muere a consecuencia de estos golpes", sentenció el fiscal Bianchini, que entiende en la causa, y agregó que "todos los órganos tienen algún grado de compromiso". La Justicia llegó a esta conclusión a través de un allanamiento realizado en la casa de los tutores de Kiara donde fueron secuestrados algunos elementos de interés para la causa. "Todos fueron encontrados y se produjo la detención del matrimonio", precisó.
En ese sentido, Bianchini dijo que "serían los objetos vinculados con los que fueron provocadas las lesiones" por las cuales murió la pequeña, aunque evitó dar mayores precisiones, ya que mañana por la tarde habrá una audiencia imputativa para definir la situación procesal del matrimonio adoptivo de la niña.
Kiara, de dos años, murió anteayer en el área de cuidados intensivos del Hospital de Niños Víctor J. Vilela tras ingresar en estado "gravísimo" a raíz de politraumatismo abdominal y torácico.
En tanto, su tía, que cursa un embarazo, señaló que esos golpes habían sido sufridos tras caer encima de la nena cuando descendió del colectivo 143 el lunes, a las 20, en Alem y Saavedra, pese a que el municipio no tiene reporte del caso.
La pequeña fue trasladada al nosocomio un día después por un cuadro de vómitos, que luego derivó en desvanecimientos y posterior fallecimiento.
Kiara estaba al cuidado de su tío, hermano del padre, el cual falleció. Es policía de la Unidad Regional II y, según trascendió, desconocía de la realidad que vivía la nena junto a su pareja debido a que trabajaba alrededor de 16 horas diarias.
Ambos incomunicados y la hipótesis de la caída del colectivo quedó descartada para la Justicia.
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