Es importante que los chicos tengan el carné de vacunación al día para evitar enfermedades inmunoprevenibles. La convivencia escolar aumenta el riesgo de contagio.
Redacción de El Litoral
Antes de empezar las clases, los niños deben ser vacunados de forma obligatoria y gratuita, según lo establecido por el Calendario Nacional de Vacunación. Las dosis se aplican en los centros de salud y hospitales públicos de todo el país, con el objetivo de prevenir diversas enfermedades.
“Las vacunas indicadas en el momento del ingreso escolar para chicos de 5 y 6 años previenen contra siete enfermedades, que pueden ser graves e incluso mortales”, dijo el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, en vistas al inicio del ciclo lectivo, que en Santa Fe arrancará el 5 de marzo.
A los 5-6 años, todos los niños deben recibir tres inyecciones: la Sabin, que protege contra la poliomielitis; la Triple Viral, que previene el sarampión, la rubéola y las paperas; y la Triple Bacteriana, contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa.
A los 11 años, tienen que recibir la Triple Bacteriana Acelular, que previene la difteria, el tétanos y la tos convulsa; la vacuna contra la Hepatitis B se debe iniciar o completar el esquema de tres dosis; y en el caso de la Triple Viral, que protege contra sarampión, rubéola y paperas, se debe comenzar o completar el esquema de dos dosis.
Solamente para las niñas, a los 11 años está indicada la aplicación de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), que previene el cáncer de cuello de útero. Requiere tres dosis, que deben ser completadas para lograr la inmunidad contra los virus causantes de esa enfermedad.
La vacuna contra la fiebre amarilla está en calendario a los 11 años para los residentes en zonas de riesgo, como único refuerzo a los 10 años de la primera dosis.
Evitar contagios
“Es muy importante que la aplicación de las vacunas sea antes de que los chicos empiecen las clases, porque la escuela y las aulas son espacios cerrados donde hay más chances de que se produzcan brotes de ciertas enfermedades. Por eso pedimos que los chicos estén vacunados, ya que de esta manera se protegen ellos y también protegemos a los que los rodean”, sostuvo Carla Vizzotti, responsable del Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (Pronacei), de la cartera sanitaria nacional.
El momento de la iniciación escolar es, además, una buena oportunidad para revisar el carné y chequear que todas las vacunas estén al día. Los niños son especialmente susceptibles a las enfermedades, dado que no suelen lavarse las manos con frecuencia, comparten utensilios y objetos personales, y se llevan todo a la boca. Durante la convivencia en la escuela, además entran en contacto con muchos otros chicos y adultos, y por lo tanto están más expuestos a diferentes patologías.
Ante estas situaciones, las vacunas son la mejor medida de prevención, ya que brindan protección contra numerosas enfermedades muy serias, que -de lo contrario- podrían convertirse en epidemias al diseminarse rápidamente y afectar a grandes porciones de la población. En este sentido, al vacunar a los niños se beneficia toda la familia y también al resto de la comunidad, debido a que se disminuye la circulación de dichas enfermedades.
“Las vacunas del ingreso escolar sostienen la eliminación de enfermedades como el sarampión, la rubéola y la poliomielitis y ayudan a mantener controladas la difteria y el tétanos”, indicó la funcionaria, quien agregó que “también se vacuna contra parotiditis más conocida como paperas y contra la tos convulsa, que a través de la vacunación de niños de esta edad busca proteger a los hermanos más chiquitos, sobre todo a los menores de dos años, que son más vulnerables”.
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