Así lo concluye una encuesta de la empresa Gallup. El 49 por ciento está en contra de la presencia de tropas militares en ese país mientras que el 48 % dijo estar de acuerdo. Es un vuelco en la opinión de los estadounidenses ya que 13 años atrás 9 de cada 10 estaban de acuerdo con la invasión a Afganistán
La mayoría de los estadounidenses considera, por primera vez en más de una década, que la guerra en Afganistán resultó negativa para el país, revela una encuesta de la empresa Gallup.
Un 49 por ciento de los ciudadanos de Estados Unidos deplora que las tropas hubieran invadido aquella nación asiática, frente a un 48 por ciento que mantiene un criterio positivo al respecto, detalla el sondeo difundido ayer.
En noviembre de 2001, Washington lanzó una invasión contra Afganistán luego del ataque terrorista contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Departamento de Defensa.
La administración del entonces presidente George W. Bush (2001-2009) acusó a la organización fundamentalista Al Qaeda y a grupos talibanes la responsabilidad de los atentados.
En aquel momento, nueve de cada 10 estadounidenses consideraban que la participación de las Fuerzas Armadas en el conflicto resultaba correcta.
Por la denominada Operación Libertad Duradera casi 2.200 soldados norteamericanos murieron en Afganistán y permanecen allí más de 54.000 efectivos, de acuerdo a los datos oficiales, según despacho de la agencia Prensa Latina.
Diversos cálculos señalan que la considerada como guerra más larga de la historia estadounidense ya costó 6.000 millones de dólares.
Washington y Kabul ultiman un Acuerdo de Cooperación de Seguridad y Defensa para ser implementado una vez que, como se anunció, abandonen el país a fines de este año las tropas acantonadas allí.
El documento señala que el Departamento de Defensa pretende desplegar un contingente de asesores militares después de 2014 para entrenar a las fuerzas de seguridad y proporcionar apoyo logístico.
El Pentágono también quiere mantener tropas de operaciones especiales para misiones antiterroristas contra la red terrorista Al Qaeda y los talibanes.
Destaca el texto que las fuerzas militares y contratistas civiles estadounidenses estarían sujetos a la ley norteamericana, en lugar de la ley afgana, lo cual los inviste de inmunidad, uno de los puntos de mayor fricción entre ambos gobiernos que mantiene estancada la aprobación del acuerdo.
El presidente afgano, Hamid Karzai, se quejó sobre los ataques nocturnos de aviones teledirigidos estadounidenses, los drones, muchos de ellos causantes de muertes de civiles inocentes, que desata la indignación de los ciudadanos de ese país.
Fuente: Télam
Un 49 por ciento de los ciudadanos de Estados Unidos deplora que las tropas hubieran invadido aquella nación asiática, frente a un 48 por ciento que mantiene un criterio positivo al respecto, detalla el sondeo difundido ayer.
En noviembre de 2001, Washington lanzó una invasión contra Afganistán luego del ataque terrorista contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Departamento de Defensa.
La administración del entonces presidente George W. Bush (2001-2009) acusó a la organización fundamentalista Al Qaeda y a grupos talibanes la responsabilidad de los atentados.
En aquel momento, nueve de cada 10 estadounidenses consideraban que la participación de las Fuerzas Armadas en el conflicto resultaba correcta.
Por la denominada Operación Libertad Duradera casi 2.200 soldados norteamericanos murieron en Afganistán y permanecen allí más de 54.000 efectivos, de acuerdo a los datos oficiales, según despacho de la agencia Prensa Latina.
Diversos cálculos señalan que la considerada como guerra más larga de la historia estadounidense ya costó 6.000 millones de dólares.
Washington y Kabul ultiman un Acuerdo de Cooperación de Seguridad y Defensa para ser implementado una vez que, como se anunció, abandonen el país a fines de este año las tropas acantonadas allí.
El documento señala que el Departamento de Defensa pretende desplegar un contingente de asesores militares después de 2014 para entrenar a las fuerzas de seguridad y proporcionar apoyo logístico.
El Pentágono también quiere mantener tropas de operaciones especiales para misiones antiterroristas contra la red terrorista Al Qaeda y los talibanes.
Destaca el texto que las fuerzas militares y contratistas civiles estadounidenses estarían sujetos a la ley norteamericana, en lugar de la ley afgana, lo cual los inviste de inmunidad, uno de los puntos de mayor fricción entre ambos gobiernos que mantiene estancada la aprobación del acuerdo.
El presidente afgano, Hamid Karzai, se quejó sobre los ataques nocturnos de aviones teledirigidos estadounidenses, los drones, muchos de ellos causantes de muertes de civiles inocentes, que desata la indignación de los ciudadanos de ese país.
Fuente: Télam
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