Desde el jueves se da la insólita situación de que no envían al reemplazante del jefe titular del Correo Argentino de Villa Ocampo (departamento General Obligado) y por ello la oficina está cerrada. Afecta servicios de pago de asignaciones familiares, resúmenes y vencimientos, y genera un considerable atraso en la entrega de correspondencia.
El Litoral
¿Qué pasa con el Correo Argentino de Villa Ocampo que está cerrado? Es la pregunta que se hace toda la comunidad ocampense. Realmente es insólito que un servicio público tan importante -en la era de las comunicaciones- esté cerrado al público, y todos sus servicios suspendidos desde el día 2 de enero por la falta de envío de un personal que pueda relevar al jefe titular, José María Ayala.
Ayala tenía asignada su licencia anual a partir del día 2 de enero y para que ello ocurra, debían enviar -en comisión- a un personal habilitado para relevarlo. La superioridad no envió el relevo y, de acuerdo a la reglamentación interna, Ayala no puede continuar prestando servicios.
Pero también lo insólito es que no se puede mover de la localidad, esperando al reemplazante, a quien debe hacer entrega de las llaves de las oficinas y realizar el inventario interno, así como los trámites administrativos correspondientes.
Es grave la situación, porque este cierre por “fuerza mayor” -como reza un cartel en las cerradas oficinas- se suma a los paros de actividades que venía realizando el gremio, lo que corrobora la total inoperancia estatal en materia de prestaciones de servicios públicos.
Además de verse perjudicados los servicios de pagos de asignaciones familiares, hay un importantísimo atraso en la entrega de correspondencias, muchas de ellas resúmenes y vencimientos de pagos de distinta naturaleza, pública como privada.
Ayala tenía asignada su licencia anual a partir del día 2 de enero y para que ello ocurra, debían enviar -en comisión- a un personal habilitado para relevarlo. La superioridad no envió el relevo y, de acuerdo a la reglamentación interna, Ayala no puede continuar prestando servicios.
Pero también lo insólito es que no se puede mover de la localidad, esperando al reemplazante, a quien debe hacer entrega de las llaves de las oficinas y realizar el inventario interno, así como los trámites administrativos correspondientes.
Es grave la situación, porque este cierre por “fuerza mayor” -como reza un cartel en las cerradas oficinas- se suma a los paros de actividades que venía realizando el gremio, lo que corrobora la total inoperancia estatal en materia de prestaciones de servicios públicos.
Además de verse perjudicados los servicios de pagos de asignaciones familiares, hay un importantísimo atraso en la entrega de correspondencias, muchas de ellas resúmenes y vencimientos de pagos de distinta naturaleza, pública como privada.
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