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domingo, 22 de septiembre de 2013

Grassi dijo que la condena es "inaceptable" y una de sus víctimas pidió que lo encarcelen

Tres días después del fallo de la Corte Suprema bonaerense, el sacerdote envió una carta a la Diócesis de Morón en la que reafirma su “inocencia”. En tanto, uno de los jóvenes que lo denunció por abuso sexual escribió otra misiva y contó que vive un calvario.
 El caso de abuso sexual y corrupción de menores que involucra a Julio César Grassi se reavivó la semana pasada con el fallo de la Corte Suprema bonaerense, que confirmó la pena de 15 años de prisión para el sacerdote. Y durante el fin de semana se conoció que el cura y de una de sus víctimas coincidieron en expresar sus sensaciones por carta.


A través de un comunicado, el Obispado de Morón reveló: "Luego de este revés judicial, el padre Grassi se comunicó con este Obispado (a través de una misiva), manifestando que seguirá con las acciones legales tendientes a demostrar su inocencia, ya que considera que los hechos que motivan su condena son inaceptables".


En la misma nota, el Obispado señaló que toma conocimiento del resultado del proceso judicial y destaca que según el fallo de la Suprema Corte de la Provincia, "el padre Grassi es nuevamente absuelto en quince casos y condenado en dos”.


Por su parte, uno de los tres jóvenes que en 2002 denunció -bajo identidad reservada- que Grassi lo había sometido a vejámenes sexuales durante su estadía en la Fundación Felices los Niños, volvió a referirse a referirse al caso 11 años después de su denuncia y contó que vive un verdadero calvario.


"Escuchar la condena me reparó una parte de tanto daño. Pero cuatro años después, Grassi sigue libre. Y yo, preso en la vida sin poder recomenzar, por esta situación que nunca termina", expresó a través de una carta en la que también lamentó que durante la última semana, "la persona más allegada a Grassi disfrutaba y se ensañaba repitiendo una y otra vez mi nombre –lo único que tengo–, insultándome y humillándome".


"Me costó mucho poder ponerle palabras al horror. Sufrí y sigo sufriendo por lo que me hizo el cura Grassi en el lugar en que creí y sentí que iba a recibir amparo", apuntó en la misiva que envió al diario Perfil.


Sobre la denuncia que realizó en Telenoche, el hombre que hoy tiene 30 años y cuya identidad fue preservada bajo el falso nombre de "Gabriel", expresó: "Fue una liberación poder decirlo. Pero nunca imaginé, más de diez años después, todo lo que se me vino encima y que aún no logro procesar. En la calle, desde la televisión y en donde estuviera me llegaban los mensajes y hasta una bala (una amenaza que sufrió en 2003). Me dijeron que no podía llegar vivo al juicio".


El joven, que aún no se siente preparado para hablar adelante de una cámara, contó que hoy no consigue un trabajo estable, por lo que vive con el dinero que recibe por las changas que realiza en el rubro de la construcción. En ese contexto, aseguró que sigue sufriendo por el caso y les pidió a los jueces que detengan al cura de una vez..


"Desde 2002 sólo hablé ante la Justicia. Hoy elijo esta forma para que los jueces y los involucrados, por lo menos, consideren mi sufrimiento que nunca termina ante la impunidad de quien intentó e intenta, cada día, destrozar mi vida", manifestó.


"Escucho que todos somos iguales ante la ley. Y que el Papa condena a los curas abusadores", señaló "Gabriel", quien le envió una carta a al Papa Francisco pero aún no tuvo respuesta. "Quiero seguir creyendo en algo. No pido mucho. Sólo un poco de respeto y algo de paz. Justicia", rogó.

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