Una madre le escribió una carta a la presidente Cristina Fernández pidiéndole un nuevo DNI para su hija Lulú, que nació como Manuel pero que desde que comenzó a manifestarse se concibió como una nena. La mujer no quiere que la discriminen en el sistema de salud público y ya la cambió de colegio para que sus nuevos compañeros la conozcan con su nuevo nombre y su nueva forma de vestirse.
Según le contó la mamá al diario Página/12 desde que comenzó a hablar repetía: "Yo, nena", "yo, princesa", y a ponerse ropa de ella y pedir muñecas para jugar. "A los cuatro años eligió un nombre femenino y pidió que la llamáramos así- relata- nos dijo que si no le decíamos así no nos iba a contestar".
Hoy Lulú tiene seis años y es una nena trans: vive con su mamá y s hermano mellizo en el conurbano bonaerense – el papá los abandonó- y cursa preescolar en un jardín de infantes que respeta su identidad.
Pero su mamá y los terapeutas que la acompañan plantean que necesita un nuevo DNI acorde con su identidad de género. "Es muy duro llevarla a una guardia porque tiene 39 grados de fiebre y que la vean con dos colitas y pollera, y en lugar de fijarse qué le pasa, la miren raro porque en el documento tiene nombre y foto de varón".
La ley de Identidad de Género prevé un mecanismo en el caso de menores de 14 años -que reclamen el DNI los padres, Lulú y un abogado de la niña-, pero en el Registro Civil de su municipio le dijeron que debía recurrir a la Justicia.
El equipo interdisciplinario que atiende a la niña y su familia, y que encabeza la psicóloga Valeria Pavan, coordinadora del Área de Salud de la Comunidad Homosexual Argentina – y asesora técnica del Programa de Atención Integral para Personas Trans del Hospital Durand – coincide en la necesidad que tiene Lulú de adquirir un nuevo DNI.
Ni Lulú ni Manuel son los verdaderos nombres: fueron modificados para la nota con el fin de preservar su intimidad.
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