En la Aduana están frenadas 14 mil lámparas LED para los semáforos de la Ciudad de Rosario, camiones recolectores de residuos y 2.500 tarjetas con chip para los parquímetros.
La Capital |
Las restricciones a las importaciones que fija Nación cada vez afectan más los servicios públicos que brinda el municipio. En la Aduana siguen frenadas unas 14 mil lámparas LED para los semáforos, 2.500 tarjetas con chip para pagar el estacionamiento medido y 14 cámaras para conectar esquinas semaforizadas con el centro de monitoreo de tránsito. Además, hay contenedores y camiones de carga lateral de residuos que debe incorporar la firma Vega-Caputo algo demorados por la Secretaría de Comercio Interior. Y algunas contratistas de obra pública tuvieron dificultades para ingresar maquinaria vial para trabajos de pavimentación y bacheo.
La semana que pasó los proveedores de drogas e insumos médicos de Rosario lanzaron la primera advertencia: alertaron que hay stock para abastecer a hospitales y sanatorios para los próximos 30 a 60 días, de no flexibilizarse el ingreso de productos importados.
El panorama es similar en la prestación de algunos servicios públicos que brinda la Intendencia. El área más afectada es el tránsito y la seguridad vial, que tiene varios productos frenados en la Aduana a la espera del aval de Guillermo Moreno.
“La situación más complicada la tenemos en la incorporación de lámparas LED que se utilizan para los semáforos. Desde comienzos de año la concesionaria que se encarga del mantenimiento de estos aparatos solicitó el ingreso de 15 mil lámparas y sólo pudo obtener el permiso para mil”, precisó Clara García, titular de la Agencia de Seguridad Vial.
La funcionaria remarcó que producto de esta decisión “se gasta más energía, más recursos económicos y se resiente la seguridad vial. No parece lógico que por una medida de política macroeconómica, como es equilibrar importaciones con exportaciones, se pueda poner en riesgo la seguridad vial de una ciudad como Rosario”.
García reconoció que en el país “hay firmas que producen las lámparas LED, pero ninguna a escala como para comprar todas juntas y a menor precio. Además requiere de un dispositivo adicional, un interruptor para que cada luz del semáforo se prenda y apague cerca de 18 mil veces al día”.
El estacionamiento medido padece una doble limitación por las restricciones a las importaciones. “No hay reposición de repuestos para los parquímetros y el concesionario alega que queda poco stock para reparar los equipos”, puntualizó García.
Y además están llegando a la ciudad “menos tarjetas con chip para pagar y poder estacionar en las calles con estacionamiento medido. Habíamos estimado que podían ingresar unos 5.000 dispositivos, pero serán unas 2.500”, agregó la titular de la Agencia de Seguridad Vial.
En paralelo, la ciudad proyectó sumar 18 cámaras para conectar los semáforos con el centro de monitoreo de tránsito, para cambiar la onda verde ante embotellamientos o piquetes. “Pero sólo se aprobaron 4”, indicó García.
Basura. Por su parte, el secretario de Servicios Públicos, Pablo Seghezzo, apuntó que las decisiones de la Secretaría de Comercio Interior “tal vez demoren la incorporación de tecnología que debe sumar el flamante concesionario de la recolección de residuos Vega-Caputo”, que arranca mañana.
De todos modos el funcionario aclaró: “Por contrato, esta empresa debía arrancar el 8 de julio, acordamos que comience de manera anticipada, con lo cual todavía quedan algunas semanas para empezar a cumplir las exigencias del pliego”.
La empresa LimpAr está encontrando dificultades para incorporar 5 camiones de carga lateral que no se producen en el país y contenedores metálicos, que por las cláusulas contractuales deben sumar 1.800 durante la concesión.
“El municipio no interviene en las gestiones, las hace el privado. Igualmente las seguimos de cerca porque estamos interesados en poder cumplir todas las metas”, finalizó Seghezzo.
La obra pública, algo menos complicada
A diferencia de los servicios públicos, la obra pública de la ciudad no está registrando tantos inconvenientes por la política de restricción a las importaciones fijada por la Casa Rosada. “Hemos tenido dificultades menores en algunas contratistas, pero fueron solucionadas a tiempo”, señaló el secretario de Obras Públicas, Omar Saab.
El funcionario apuntó que “en determinado momento del año una de las empresas que tiene a su cargo la repavimentación y el bacheo tuvo demoras en reponer una máquina penetrar unos 30 centímetros las calles. Eso se pudo solucionar en breve, al igual que algunos repuestos para las máquinas que se utilizan a diario”.
Según Saab, “tanto las empresas que están realizando obras hidráulicas, los trabajos de saneamiento y las pequeñas intervenciones utilizan insumos que en la mayoría de los casos se producen en el país”.
En ese marco, el titular de Obras Públicas recordó que para este año la Intendencia hizo una fuerte apuesta por retomar el ritmo de los trabajos, tras un 2012 con dificultades financieras. De acuerdo al Presupuesto aprobado por el Concejo, en 2013 el municipio destinará unos 370 millones para pavimento, cloacas y baños públicos.
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