"Somos medio atorrantes, no nos gusta tanto trabajar. (...) Nadie se muere por exceso de trabajo, pero no es un país corrupto, somos un país decente", sostuvo José Mujica.
Esto no evitó que desde Montevideo le llovieran las críticas. El senador y líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga, dijo que "no es conveniente que el presidente fuera del país termine hablando de la falta de costumbre de trabajo de los uruguayos". Larrañaga consideró que "no es justo, ni es cierto que los uruguayos no sean trabajadores, cuando hay mucha gente que se rompe el alma para salir adelante". Agregó que "algunos pueden no trabajar lo suficiente precisamente por políticas sociales otorgadas sin contraprestaciones".
"Me parece que estas expresiones, en un entorno de empresarios a los que se invita a invertir, no es precisamente la mejor propaganda para el país", afirmó Larrañaga a El País.
En tanto, el presidente de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), Pablo Cabrera, opinó que "no se puede valorar a la sociedad uruguaya por buena o mala trabajadora en general" y sostuvo que "la gente tiene cultura de trabajo".
"Venimos de generaciones de familias que llegaron buscando trabajo porque la sociedad uruguaya se construye de inmigrantes y la cultura de trabajo ha sido la que nos ha marcado", dijo Cabrera a El País.
El sindicalista sostuvo que "muchas veces" han faltado fuentes de trabajo y "las generaciones que perdieron cultura de trabajo fue a causa de la crisis que golpeó fuerte. Negar la cultura de trabajo sería faltarle el respeto a los viejos, que nos legaron eso".
Javier Carrau, presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), dijo que no está de acuerdo con esas expresiones del presidente. "No se puede generalizar así", porque "hay muchos uruguayos que trabajan toda la vida muchísimo". "Seríamos injustos con más del 70% de la población del Uruguay", acotó.
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