Se encuentran en el centro de evacuados habilitado en la vecinal Schneider. Pertenecen, en su mayoría, a los barrios San José, Pompeya y Nueva Pompeya.
En un mes especial, a punto de cumplirse la primera década de la peor tragedia hídrica en la ciudad de Santa Fe, conmocionados aún por las imágenes de las inundaciones en La Plata hace pocos días, cientos de santafesinos madrugaron este jueves con la misma angustia que otras tantas veces ha traído la lluvia y el agua marcando del tobillo para arriba (en algunos casos muchos centímetros más).
En la calle, y menos aún en el interior de una casa inundada, el agua caída no se mide en milímetros exactos ni en promedios de distintos puntos geográficos en el plano. Dice Rubén, de barrio San José: “Arriba de la rodilla tenía el agua cuando salí”. Noelia salió de su casa desde barrio Pompeya: “Casi a la cintura nos llegaba cuando salimos”.
En Guadalupe Oeste, Érica tuvo más suerte: “Vimos que no paraba la lluvia y levantamos los muebles, que ya se nos habían mojado en las tormentas del año pasado. Menos mal, porque en un rato el agua nos pasaba los tobillos”.
Según la Municipalidad de Santa Fe, el promedio de lluvia fue de 160 milímetros, de acuerdo a los registros informados en los diferentes sectores de la capital provincial. La marca más alta, al cierre de esta edición, se produjo en el Hospital de Niños, con 184 milímetros.
Los primeros evacuados oficiales llegaron a la hoy conocida Esquina Encendida, a pasos de la intersección de avenida Facundo Zuviría y Estanislao Zeballos minutos antes del mediodía . A la siesta los trasladaron a la vecinal Schneider, en Derqui 4.095, donde se habilitó el único centro de evacuados. Anoche, 88 personas, en su mayoría chicos, se preparaban para dormir en el lugar.
En Chalet, San Lorenzo y varias manzanas de Santa Rosa de Lima, por ejemplo, hubo decenas de familias que se inundaron pero, mientras descendía el nivel de agua con el correr de las horas y por temor a los robos, decidieron no abandonar sus viviendas.
En las zonas norte y oeste de la ciudad, hubo sectores de muchos barrios donde el agua ingresó a las casas, no sólo por el frente sino también por los desagües internos de las mismas. A riesgo de omitir alguno, en el listado se pueden mencionar: Chalet, San Lorenzo, Villa Centenario, Santa Rosa de Lima, Guadalupe Oeste, Los Ángeles, El Vergel, Nueva Esperanza, Pompeya, Nueva Pompeya, Belgrano, San José, Chaqueño, Parque Garay, Los Troncos, Las Flores II, Pro Adelanto Barranquitas, Sargento Cabral, Roma, Altos de Nogueras, San José, Punta Norte, Policial, Santa Rita, Alto Verde, entre otros.
Más allá de que el temporal no afectó a toda la ciudad con las mismas consecuencias, la gravedad de la situación derivó en la suspensión de clases en todos los niveles y en la interrupción de los servicios de transporte.
Quizás porque, en primer lugar, Santa Fe lleva un largo álbum de experiencias bajo el brazo, sumado a la sensibilidad a flor de piel que generó el número de fallecidos en La Plata y al aviso de alerta meteorológico emitido por el municipio, en la mañana de ayer la mayoría de los ciudadanos evitó circular por la vía pública en casos innecesarios.
Entre las nuevas fotos que se acuñarán en los barrios se suman también las buenas acciones, las manos solidarias que nunca faltan ante el dolor ajeno. Militantes de distintos partidos se volcaron a las calles y los mismos vecinos se ayudaron unos a otros, ya sea con un escurridor, trapo y balde como con un lugar seco dónde descansar o trasladar muebles.
Como en muchas otras lluvias intensas, hubo comercios que perdieron mercadería; familias a las cuales se les arruinaron muebles y recuerdos; autos que abandonaron a sus dueños en medio de una calle anegada y chicos con tos y fiebre por la ropa mojada y los pies descalzos.
Entre el enojo y la resignación, son muchos los que hacen su reclamo a través de las vías oficiales. A la línea gratuita del municipio (0800 777 5000) llamaron casi 400 vecinos, en general por anegamientos temporarios y solicitud de limpieza de desagües. Unas 30 cuadrillas de trabajadores municipales se encontraban abocadas de forma exclusiva a estas tareas. También, la Empresa Provincial de la Energía (EPE) recibió quejas al 0800 777 4444, de las cuales aún restaban resolver anoche alrededor de 25 .
De acuerdo a la evolución de las condiciones climáticas, hoy los evacuados podrán regresar a su hogar al menos para limpiar y ordenar lo que puedan rescatar de sus pertenencias.
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