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lunes, 25 de marzo de 2013

ROSARIO: Comerciantes de calle San Juan quieren más seguridad y limpieza


Existen varias iniciativas oficiales aún por concretar en el tramo que empieza en San Martín y concluye en Entre Ríos. El corredor céntrico está degradado por el cierre de locales y la caída de la actividad. Aguardan una puesta en valor por parte del municipio.
.La Capital | 
Comerciantes de calle San Juan quieren más seguridad y limpieza

El corredor comercial de calle San Juan, entre la peatonal San Martín y Entre Ríos, sigue sufriendo los efectos de los cierres de locales, la falta de interés comercial y las quejas de los dueños de negocios por la inseguridad. Algunos atienden a puerta cerrada y denuncian la falta de higiene urbana y la problemática con indigentes que duermen en la vía pública. Los hoteles previenen a los turistas de no recorrer el sector de noche y los comercios cierran antes de las 19 por precaución. Aunque todos ven con buenos ojos que el municipio ponga esas cuatro cuadras en valor, repotencie las luminarias y mejore las calzadas.
Mientras el Ejecutivo ensaya su proyecto para remodelar el corredor comercial de San Juan, entre el Centro Cultural Fontanarrosa y la plaza Sarmiento, La Capital recorrió esas cuatro cuadras para conocer la opinión de los comerciantes sobre el estado del paseo.
En la esquina de Barón de Mauá y San Juan, asoma un local de productos regionales. Trabaja con la puerta cerrada por precaución. Desde allí, Evelyn comenta que los problemas con las personas pernoctan en la calle siguen a la orden del día. "Son unos seis chicos que duermen acá enfrente y el centro cultural es el baño. Hubo un recambio de personas, pero la problemática sigue vigente", comenta a este diario.
Y agregó: "La primera impresión que se lleva una persona que pasa por acá es que está medio abandonado y sucio y que la plaza parece un lugar para dormir".
Para la joven comerciante resulta imprescindible y urgente que se repotencie la iluminación para reactivar la llegada de público. "Cuesta que los locales se alquilen, no hay mucho movimiento y la mayoría de los negocios cierran a las 19", apuntó.
En el hotel Plaza del Sol, también de San Juan al 1000, José (conserje) resume: "La zona está muy apagada, no hay negocios, y haría falta un kiosco y un restaurante para reavivarla un poco. El cliente que llega la ve muy desolada. Al frente están los cartoneros durmiendo, no es buena la impresión que se llevan, asusta al turista. Y eso que estamos en pleno microcentro".
Al respecto, el joven le sugirió al municipio que mejore las fachadas de los edificios y ayude a "levantar la zona".
En el hotel Barón del 1000 dos empleados coinciden en el diagnóstico. "Esta es una zona gastronómica y hotelera pero no ves un policía y, a la medianoche, no queda nadie. El turista nos recalca el tema de la limpieza y la gente que duerme en la calle. Cuando se alojan acá, nos preguntan si se puede caminar tranquilos y, la verdad, es que les recomendamos que sean precavidos porque no es correcto mandar al turista a caminar de noche", resumen, para luego advertir: "También el olor a orín es insoportable".
Esa cuadra se presenta ecléctica. El edificio donde funcionó Aguas Santafesinas (Assa) está deshabitado y luego hay una empalizada y, más allá, el ex hotel Moriconi, cerrado y sucio.
Una cuadra más allá funciona la panadería La Mallorquina, en medio de tres locales cerrados y a metros del hotel Venus. "El principal problema es la inseguridad, la poca iluminación y que es una zona movida por las chicas (en alusión a las trabajadoras sexuales que tienen allí su parada), con las que tenemos buen trato", dice una de las empleadas, que también subraya con preocupación "el cierre de muchos locales por la suba de los alquileres, varios de ellos abandonados". El comercio también cierra temprano. "A las 20 ya nos fuimos", asegura.
Transitando por lo que las autoridades denominan el corredor comercial de calle San Juan, la diversidad y la disparidad de negocios constituyen un dato significativo.
En las cuatro cuadras se distribuyen en forma discontinua casas de electrodomésticos, ferreterías, artículos de cotillón, envases plásticos, negocios de comida para mascotas, verdulerías y garages.
También es marcada la ocupación comercial en la última cuadra de San Juan hacia la plaza Sarmiento, donde abunda el tránsito peatonal y vehicular.
En ese sector se encuentran pilcherías, antiguos comercios dedicados a la venta de ropa de trabajo, fábricas de muebles, artículos de camping, venta de cuchillos y bazares.
Aunque la postal diurna contrasta con la vespertina y la nocturna. La parada de alternadoras atrae público y también es incesante el ir y venir de personas en torno a la pensión de San Juan 1255.
El turno de la plaza Sarmiento
Hay un tema que promete polémica: dentro del plan para la plaza Sarmiento se incluyó la eliminación progresiva de la dársena interna donde estacionan los ómnibus de media distancia, con la idea de reubicarlos, en parte, en la terminal Mariano Moreno. El bar ubicado sobre ese sector sería reorientado hacia la plaza y no a la vereda, como en la actualidad. Y prevén la reutilización del techo y la dársena. La licitación de las obras será en junio próximo.

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