Se trata de una obstetra de 74 años, que fue víctima de un accidente de tránsito. Pidió no ser sometida al procedimiento por ser Testigo de Jehová. Un caso similar llegó el año pasado a la Corte Suprema
El jefe de guardia del Hospital de Urgencias de la capital cordobesa, Maximiliano Citarelli, informó este sábado que la mujer, atropellada por un colectivo el miércoles, sigue siendo crítico, sin que se observen mejoras.
“Presenta un síndrome anémico importante y está en coma farmacológico”, explicó, según recoge La Voz del Interior. “Se encuentra con lesiones, con un importante sangrado”, añadió.
La víctima ingresó al centro de atención lúcida y pidió no someterse a recibir una transfusión sanguínea, debido a sus creencias religiosas. Su familia la apoyó en esa decisión.
“Los métodos alternativos que se están usando producen una reposición más lenta de sangre que con la transfusión”, explicó Citarelli, quien reconoció que es “complicado trabajar porque a la mujer le hace falta sangre”.
El médico indicó de todos modos que el hospital respetará la voluntad de la paciente y continuará aplicando esos tratamientos.
Un hecho similar registrado el año pasado cobró tal relevancia que llegó a la Corte Suprema. Fue el caso de Pablo Albarracín, quien estuvo siete meses internado luego de recibir cinco disparos en un asalto. También él era Testigo de Jehová y se oponía a recibir sangre.
En esa ocasión, el máximo tribunal de Justicia resolvió que se debía aceptar la decisión del paciente, fallo que decepcionó incluso a su padre.
En momentos en que todavía se discutía ese caso, una mujer que sostenía una postura similar por sus creencias religiosas murió en Concordia luego de negarse a recibir medio litro de sangre para tratar la neumonía que padecía.
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