A cuatro meses de las primarias, hay pocas definiciones sobre el armado de listas para el recambio legislativo. Alicia Kirchner, Lavagna, Cobos, Carrió y Binner, los nombres de una campaña que aún no empezó
.
Todos se mueven como en un tablero de ajedrez. El kirchnerismo juega con la tranquilidad de que en octubre renueva las bancas de la elección de 2009, la única que perdió desde que llegó al poder en 2003. Aunque también se juega las últimas cartas para habilitar la re-reelección, al menos a través del Congreso de la Nación.
Enfrente, la oposición sigue envuelta en las mismas disputas internas que la llevaron a realizar una flaca elección en 2011. Y tiene el fuerte desafío de evitar que el kirchnerismo consiga la mayoría parlamentaria absoluta, que le de vía libre a una reforma constitucional.
En medio de ese panorama, son pocos los que ya confirmaron que se lanzarán a la carrera electoral, aunque hay nombres pesados que, por peso propio, seguramente protagonizarán el armado de listas hacia octubre.
El oficialismo, sin candidatos
"Las listas se definen a último momento. Y será Cristina la que elija los candidatos". La afirmación se escuchó en boca de varios integrantes del denominado "kirchnerismo puro".
Sin nombres propios definidos, la principal preocupación en el oficialismo pasa por la disputa en la provincia de Buenos Aires. Lejos de aquella fórmula Kirchner – Scioli que perdiera a manos de Francisco de Narváez en 2009, hoy la principal aspirante a encabezar la lista bonaerense es la ministro de Desarrollo Social, Alicia Kirchner.
Sin una gran proyección de votos en las primeras encuestas, su trabajo "en el llano" a través de los planes de ayuda social la erigen como una figura casi sin rivales dentro del kirchnerismo. Al menos por ahora.
Claro que la interna en la provincia de Buenos Aires con elsciolismo puede derivar en otros escenarios. Uno, el que maneja el sector K más duro, es "arrinconar" a Scioli para que, en una muestra de la tan mentada lealtad, deje la Gobernación para encabezar la lista de candidatos a la Cámara Baja. Algo que sólo generaría la ruptura definitiva entre La Plata y la Casa Rosada.
El otro nombre fuerte a esta altura en el territorio más importante del país es el de Sergio Massa. El intendente de Tigre "juega al misterio", pero ya amplía su armado provincial, con "pases" desde distintos sectores del peronismo. Y no son pocos los que lo impulsan a candidatearse en octubre por fuera del kirchnerismo.
Otros nombres fuertes del kirchnerismo que deben renovar su banca son Diana Conti, Carlos Kunkel, Agustín Rossi, Juliana Di Tullio y Héctor Recalde en la Cámara Baja, mientras que Miguel Ángel Pichetto, Daniel Filmus y Marcelo Fuentes finalizan sus mandatos en el Senado. Y se descarta que todos integren las respectivas listas.
El PRO, en busca de nombres de peso
La candidatura presidencial de Mauricio Macri sufre de un flanco débil: la representación parlamentaria. Por eso, las fichas están puestas en lograr una buena elección que le permita cimentar desde el Congreso los sueños PRO para 2015.
En ese sentido, la mayor apuesta de Macri es Roberto Lavagna. Pese a que públicamente el ex ministro de Economía ha bajado los decibeles a una posible candidatura, es el as de espadas con que el PRO busca ganar la elección en la Capital. De hecho, podría encabezar la lista de Senadores con Gabriela Michetti como segunda.
Además, Macri ha sumada a varias figuras públicas a su armado, como Carlos Melconián, Héctor Baldassi o Miguel del Sel, con quienes busca repetir el fenómeno del santafesino en los comicios de 2011, cuando estuvo a punto de arrebatarle la Gobernación al socialismo.
Además, apuesta a conseguir la fuga de dirigentes de otras fuerzas. En ese sentido, el intendente radical de San Isidro, Gustavo Posse, ya lanzó su candidatura a diputado por el PRO, camino que podría seguir el cordobés Oscar Aguad.
El desafío es grande para el macrismo: renueva 9 de las 13 bancas que tiene en Diputados, y buscará tener representatividad en el Senado por primera vez en su historia.
La UCR, entre fugas e internas
Lejos del reimpulso electoral que vivió en 2009, el radicalismo vive momentos políticos complicados. A la profunda fragmentación interna se suma la fuga de dirigentes importantes hacia otras fuerzas, y el coqueteo que el sector encabezado por Leopoldo Moreau tiene con el kirchnerismo.
En octubre deberá renovar 26 de las 40 bancas que tiene enla Cámara baja, y 4 de las 15 que tiene en el Senado. Y por ahora, sólo apuesta a la fuerte figura de Julio Cobos, que confirmó hace rato su candidatura pero que sufre los embates de un sector de la UCR mendocina.
En el resto del país, todas son especulaciones. Entre los que tienen que renovar sus bancas están Ricardo Alfonsín, Ricardo Gil Lavedra y Oscar Aguad. Y salvo Aguad, se descarta que los restantes sean figuras importantes en el armado de listas.
Por eso, desde el Comité Nacional dejaron abierta la posibilidad de tejer alianzas con otras fuerzas en cada uno de los distritos. Y en el radicalismo no descartan un acercamiento al Frente Amplio Progresista, emulando la alianza que desde hace años tienen en Santa Fe.
Binner, Carrió, Pino y el resto
Mientras tanto, el Frente Amplio, el PJ disidente, la Coalición Cívica y Proyecto Sur viven realidades disímiles.
La fuerza que encabeza Hermes Binner parece tener buena parte de la ecuación resuelta. El propio ex gobernador de Santa Fe confirmó su candidatura hace un par de meses, y será la punta de lanza con que buscará repetir, y mejorar, los resultados de los comicios de 2011. El FAP renueva sólo 8 de las 22 bancas en Diputados.
Detrás de Binner, Margarita Stolbizer buscará renovar su banca en Diputados, encabezando seguramente la lista en la provincia de Buenos Aires. Lo mismo ocurrirá seguramente con Gerardo Milmann.
Por su parte, el PJ disidente intenta juntar los restos de lo que fue el boom electoral de 2009. Francisco de Narváez buscará una vez más sostenerse en la Cámara baja, aunque esta vez con un panorama más complicado que en años anteriores después de haber perdido buena parte de sus aliados políticos en la provincia de Buenos Aires.
Dentro de este espacio, habrá que ver dónde se ubica el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Después de sellar su acercamiento a La Juan Domingo, seguramente buscará ser la cara del sciolismo en la Capital, junto a otros sectores del peronismo no kirchnerista.
Lo mismo ocurre con Felipe Solá. Después de enfrentar a Néstor Kirchner en 2009, tuvo algunos mensajes de acercamiento con el oficialismo, pero no encontró eco. Aunque todo indica que buscará un lugar para renovar su banca en Diputados.
En tanto, la última "novela del verano" la protagonizaron Elisa Carrió y Fernando "Pino" Solanas. Después de manifestarse un profundo rechazo durante los últimos años, aparecieron juntos en una conferencia de prensa, el anticipo de lo que podría ser un acuerdo electoral para octubre.
Ambos pretenden ofrecerse como una alternativa en la ciudad de Buenos Aires contra el kirchnerismo y el PRO. Y se entusiasman con que, de manera conjunta, puedan traccionar los votos que les permitan renovar sus respectivas bancas.
Enfrente, la oposición sigue envuelta en las mismas disputas internas que la llevaron a realizar una flaca elección en 2011. Y tiene el fuerte desafío de evitar que el kirchnerismo consiga la mayoría parlamentaria absoluta, que le de vía libre a una reforma constitucional.
En medio de ese panorama, son pocos los que ya confirmaron que se lanzarán a la carrera electoral, aunque hay nombres pesados que, por peso propio, seguramente protagonizarán el armado de listas hacia octubre.
El oficialismo, sin candidatos
"Las listas se definen a último momento. Y será Cristina la que elija los candidatos". La afirmación se escuchó en boca de varios integrantes del denominado "kirchnerismo puro".
Sin nombres propios definidos, la principal preocupación en el oficialismo pasa por la disputa en la provincia de Buenos Aires. Lejos de aquella fórmula Kirchner – Scioli que perdiera a manos de Francisco de Narváez en 2009, hoy la principal aspirante a encabezar la lista bonaerense es la ministro de Desarrollo Social, Alicia Kirchner.
Sin una gran proyección de votos en las primeras encuestas, su trabajo "en el llano" a través de los planes de ayuda social la erigen como una figura casi sin rivales dentro del kirchnerismo. Al menos por ahora.
Claro que la interna en la provincia de Buenos Aires con elsciolismo puede derivar en otros escenarios. Uno, el que maneja el sector K más duro, es "arrinconar" a Scioli para que, en una muestra de la tan mentada lealtad, deje la Gobernación para encabezar la lista de candidatos a la Cámara Baja. Algo que sólo generaría la ruptura definitiva entre La Plata y la Casa Rosada.
El otro nombre fuerte a esta altura en el territorio más importante del país es el de Sergio Massa. El intendente de Tigre "juega al misterio", pero ya amplía su armado provincial, con "pases" desde distintos sectores del peronismo. Y no son pocos los que lo impulsan a candidatearse en octubre por fuera del kirchnerismo.
Otros nombres fuertes del kirchnerismo que deben renovar su banca son Diana Conti, Carlos Kunkel, Agustín Rossi, Juliana Di Tullio y Héctor Recalde en la Cámara Baja, mientras que Miguel Ángel Pichetto, Daniel Filmus y Marcelo Fuentes finalizan sus mandatos en el Senado. Y se descarta que todos integren las respectivas listas.
El PRO, en busca de nombres de peso
La candidatura presidencial de Mauricio Macri sufre de un flanco débil: la representación parlamentaria. Por eso, las fichas están puestas en lograr una buena elección que le permita cimentar desde el Congreso los sueños PRO para 2015.
En ese sentido, la mayor apuesta de Macri es Roberto Lavagna. Pese a que públicamente el ex ministro de Economía ha bajado los decibeles a una posible candidatura, es el as de espadas con que el PRO busca ganar la elección en la Capital. De hecho, podría encabezar la lista de Senadores con Gabriela Michetti como segunda.
Además, Macri ha sumada a varias figuras públicas a su armado, como Carlos Melconián, Héctor Baldassi o Miguel del Sel, con quienes busca repetir el fenómeno del santafesino en los comicios de 2011, cuando estuvo a punto de arrebatarle la Gobernación al socialismo.
Además, apuesta a conseguir la fuga de dirigentes de otras fuerzas. En ese sentido, el intendente radical de San Isidro, Gustavo Posse, ya lanzó su candidatura a diputado por el PRO, camino que podría seguir el cordobés Oscar Aguad.
El desafío es grande para el macrismo: renueva 9 de las 13 bancas que tiene en Diputados, y buscará tener representatividad en el Senado por primera vez en su historia.
La UCR, entre fugas e internas
Lejos del reimpulso electoral que vivió en 2009, el radicalismo vive momentos políticos complicados. A la profunda fragmentación interna se suma la fuga de dirigentes importantes hacia otras fuerzas, y el coqueteo que el sector encabezado por Leopoldo Moreau tiene con el kirchnerismo.
En octubre deberá renovar 26 de las 40 bancas que tiene enla Cámara baja, y 4 de las 15 que tiene en el Senado. Y por ahora, sólo apuesta a la fuerte figura de Julio Cobos, que confirmó hace rato su candidatura pero que sufre los embates de un sector de la UCR mendocina.
En el resto del país, todas son especulaciones. Entre los que tienen que renovar sus bancas están Ricardo Alfonsín, Ricardo Gil Lavedra y Oscar Aguad. Y salvo Aguad, se descarta que los restantes sean figuras importantes en el armado de listas.
Por eso, desde el Comité Nacional dejaron abierta la posibilidad de tejer alianzas con otras fuerzas en cada uno de los distritos. Y en el radicalismo no descartan un acercamiento al Frente Amplio Progresista, emulando la alianza que desde hace años tienen en Santa Fe.
Binner, Carrió, Pino y el resto
Mientras tanto, el Frente Amplio, el PJ disidente, la Coalición Cívica y Proyecto Sur viven realidades disímiles.
La fuerza que encabeza Hermes Binner parece tener buena parte de la ecuación resuelta. El propio ex gobernador de Santa Fe confirmó su candidatura hace un par de meses, y será la punta de lanza con que buscará repetir, y mejorar, los resultados de los comicios de 2011. El FAP renueva sólo 8 de las 22 bancas en Diputados.
Detrás de Binner, Margarita Stolbizer buscará renovar su banca en Diputados, encabezando seguramente la lista en la provincia de Buenos Aires. Lo mismo ocurrirá seguramente con Gerardo Milmann.
Por su parte, el PJ disidente intenta juntar los restos de lo que fue el boom electoral de 2009. Francisco de Narváez buscará una vez más sostenerse en la Cámara baja, aunque esta vez con un panorama más complicado que en años anteriores después de haber perdido buena parte de sus aliados políticos en la provincia de Buenos Aires.
Dentro de este espacio, habrá que ver dónde se ubica el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Después de sellar su acercamiento a La Juan Domingo, seguramente buscará ser la cara del sciolismo en la Capital, junto a otros sectores del peronismo no kirchnerista.
Lo mismo ocurre con Felipe Solá. Después de enfrentar a Néstor Kirchner en 2009, tuvo algunos mensajes de acercamiento con el oficialismo, pero no encontró eco. Aunque todo indica que buscará un lugar para renovar su banca en Diputados.
En tanto, la última "novela del verano" la protagonizaron Elisa Carrió y Fernando "Pino" Solanas. Después de manifestarse un profundo rechazo durante los últimos años, aparecieron juntos en una conferencia de prensa, el anticipo de lo que podría ser un acuerdo electoral para octubre.
Ambos pretenden ofrecerse como una alternativa en la ciudad de Buenos Aires contra el kirchnerismo y el PRO. Y se entusiasman con que, de manera conjunta, puedan traccionar los votos que les permitan renovar sus respectivas bancas.
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