Los goles del Sabalero los convirtieron Curuchet, Prediger y Gigliotti. Los dos goles del Matador fueron de Maggiolo. Los dos terminaron con diez jugadores por las expulsiones de Romero en Colón y de Díaz en Tigre.
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Pablo Morant puede dormir tranquilo, aunque sea hasta el fin de semana que viene. En su presentación como entrenador de Colón ganó 3 a 2 en un partidazo ante Tigre. Facundo Curuchet (PT10’), Sebastián Prediger (PT 17’) y Emmanuel Gigliotti (ST 41’) marcaron para el Sabalero, mientras que Ezequiel Maggiolo (PT 22 y 27’) anotó para los de Victoria. Ambos terminaron con un hombre menos por las expulsiones de Mauricio Romero (ST 19’) y Gastón Díaz (ST 39’).
Una vez más, el Sabalero mostró lo mejor y lo peor en un mismo partido. Una vez más no supo mantener el nivel y la regularidad a lo largo de los 90 minutos. El Sabalero, renovado por el cambio de entrenador, arrancó de una manera diferente a las actuaciones que venía mostrando con Roberto Sensini en el banco de suplentes.
Con un esquema diferente, el conjunto de Morant mostraba otra actitud intentando presionar en mitad de cancha y, cuando tenía la pelota, apostaba su juego por la bandas con la velocidad de Luque y Curuchet. La idea empezaba a dar sus frutos desde el inicio y Colón mostraba más peligro que su rival.
Pese a que hasta el gol no había pasado nada en cuanto a situaciones de riesgo, llegó la apertura del marcador con una jugada de pizarrón y puso en ventaja al equipo que manejaba el encuentro. Bernardello metió un pase por abajo al primer palo para Curuchet cuando todos esperaban el centro. El delantero picó al lugar indicado y de media vuelta -mitad centro, mitad tiro al arco, qué importa- clavó la pelota en el segundo palo de García.
No iba a ser la primera pelota parada que le dé réditos al Rojinegro. Sobre los 17’, llegó un tiro de esquina que Romero bajó y el Perro Prediger empujó al gol. En pocos minutos, Colón demostraba que tenía ganas de ser otro, que deseaba cambiar la racha y ganar, no sólo su primer partido en el Torneo Inicial, sino quería darle una alegría a su gente en el Brigadier Estanislao López.
Sin embargo, después del 2-0, Colón volvió a sus peores momentos. Empezó a retroceder en la cancha y le regaló la pelota al Matador, que de mitad hacia adelante tiene hombre que la manejan muy bien. Tan bien, que en cinco minutos empataron el encuentro. En la primera, Lechuga Maggiolo definió mano a mano con Pozo tras una buena jugada de Pérez García. En el segundo, Botta rompió por el centro, habilitó al 10 visitante, que definió por encima del uno. Pozo llegó a desviarla, pero el balón le quedó a Maggiolo para que establezca el 2-2.
La sorpresa fue grande y el entretiempo fue momento vital para que Colón vuelva a ser el del comienzo. En el banco quedaron Pozo y Mugni (ambos por no estar fisicamente al 100%) y entraron Bailo y Graciani. Éste último, terminó siendo uno de los hombres más importantes en la victoria del dueño de casa.
Los dirigidos por Morant se plantaron en territorio Matador en la segunda parte y estaban más cerca del tercero que su rival. Una muy clara estuvo en los pies del Puma. Graciani desbordó por izquierda y, siendo derribado por un rival, metió el centro para Gigliotti, que en la primera lo tapó un defensor y en la segunda, con el arco a su merced, perdió ante la recuperación de García.
El problema fue que sobre los 19’ Romero tuvo que bajar a Pérez García, vio su segunda amarilla y dejó la cancha antes de tiempo. Con uno más, Tigre le sacó la pelota y comenzó a dominar el juego, ante un Colón que se replegaba para intentar atacar de contra.
Cuando se quedó con uno menos, Morant decidió resignar presencia ofensiva para reforzar la zona media y en consecuencia ingresó Bastía en lugar de Curuchet, parecía que el Matador lo daba vuelta, ante la pasividad del elenco sabalero, primero Díaz con un remate de media distancia que conjuró Bailo y luego Echeverría debajo del arco la tiró por arriba del travesaño.
Pero en los minutos finales Colón cantó victoria en los pies del Puma Gigliotti quien había jugado uno de sus partidos más flojos, pero que tuvo revancha y con una media vuelta estupenda le dio el primer triunfo para escapar del último lugar de la tabla y aquietar las turbulentas olas que se originaron con la renuncia de Sensini.
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