Los comercios estiman un 3 por ciento en baja. Los regalos aún no se compraron, la canasta subió un 22 por ciento y hay pocas reservas en restaurantes. Los que festejan en casa ya tienen el traje de Papá Noel, pero nacional.
A unos quince días de la Navidad, los comercios aducen que los consumidores están algo “adormecidos” en materia de compras típicas y que siguen expectantes a las promociones de los bancos. Paralelamente estimaron una caída del 3 por ciento en el nivel de actividad y ya se sabe que este año viene con un incremento de entre el 20 y el 30 por ciento respecto de las fiestas del año pasado. Es más, al ser el 24 un día lunes, muchos locales gastronómicos decidieron no abrir para “darle franco a los trabajadores” y poder pasar la Nochebuena en familia. Los otros ya tienen reservas que rondan los 290 pesos el cubierto. Asimismo, ya hay muchos trajes de Papá Noel vendidos o reservados y los que no se disfrazarán por completo podrán tener su gorrito alusivo a sólo 10 pesos.
Turrón más caro
La canasta navideña ya cuenta con un 22 por ciento de aumento. Juan Milito, del Centro de Unión Almaceneros de Rosario, advirtió que las marcas nacionales subieron esa proporción el precio de los productos festivos para este año, “y ahí quedarán porque esta mercadería tiene un determinado stock, así que no habrá aumentos más adelante”, dijo Milito. Paralelamente, mencionó que tras las reuniones con almaceneros y panificaciones locales, se pidió “no sobrepasar el 20 por ciento de aumento, para poder estar en competencia con las marcas nacionales. Tenemos muy buenas panificaciones en la ciudad, la producción es de gran calidad y si tenemos unos pesos más baratos que los productos de las marcas reconocidas podremos tener mejores ventas”.
Asimismo, Milito advirtió que las bebidas como sidra, vino y los enlatados (en especial frutas), tuvieron una suba del 25 por ciento.
La mesa (no) está reservada
Pero no siempre preparar una mesa navideña resulta conveniente para todos los propietarios de restaurantes, ya que no siempre la demanda de un espacio para pasar las fiestas es demasiada y los costos que se deben cubrir son lo suficientemente abultados como para que no resulte atractivo abrir en las fiestas. En ese sentido, empresarios gastronómicos de la ciudad consultados por El Ciudadano se mostraron divididos a la hora de preparar las mesas del 24 y 31. “Nos reunimos cada semana y ya sabemos que las parrillas estarán abiertas, pero el resto de los locales decidimos no hacerlo”, dijo Marcelo Ballester, de Milano.
El titular del local ubicado en Pellegrini y Moreno manifestó que “los años anteriores pudimos ver que la cena de estas fiestas no representa ganancias. Es como cambiar tapitas por figuritas”, expresó.
Según el empresario, el recargo que se hace en el menú especial “va a la paga de los empleados. Encima tenés a los mozos y cocineros trabajando con pocas ganas porque no se trata de un feriado común, sino de la nochebuena o la cena de fin de año, y es obvio que quieran estar con su familia”. Es por eso que, aprovechando que tanto 24 como 31 serán lunes este año, las puertas estarán cerradas para reabrirlas el 25 por la tarde.
Por otra parte, La Estancia ya tiene “un cuarto de salón reservado” para la Nochebuena. “Nuestra propuesta es tradicional y vienen muchas familias desde hace años, así que al abrir estamos brindando un servicio como en nuestra propia casa”, dijo Pablo Bossus, su responsable.
El gastronómico adelantó que el menú de la tradicional parrilla céntrica será de 290 pesos, que incluirá recepción, entrada fría, plato principal (con 4 opciones), postre, mesa dulce y copa de champagne para el brindis. La bebida se cobrará aparte.
Por otra parte, El Paso, de Pellegrini y Paraguay, tendrá sus puertas abiertas la noche del 31, con dos opciones, que no superarán los 220 pesos (uno con y otro sin bebida incluida).
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