En 2008, captó a una chica de 17 años y la obligó a ejercer la prostitución en la vecina provincia. Fue sentenciado en 2011 y la defensa recurrió al máximo tribunal del país. La Cámara Federal de Casación Penal ratificó el castigo.
La Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena a 10 años y medio de prisión a un hombre por captar a una chica de 17 años en Santa Fe y trasladarla a la provincia de Buenos Aires, donde fue obligada a ejercer la prostitución.
Fuentes judiciales informaron que el condenado es Miguel Angel Vergara, que había sido sentenciado en julio de 2011 por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Fe, pero luego su defensa recurrió ante el máximo tribunal penal del país.
Los jueces de la Sala Cuatro de la Cámara, integrada por Mariano Borinsky, Juan Carlos Gemignani y Gustavo Hornos, rechazaron el recurso de casación para ratificar así el castigo impuesto a Vergara.
El condenado, según el fallo, se relacionó en 2008 con la adolescente de 17 años, que vivía con su familia numerosa en un barrio carenciado de la ciudad de Santo Tomé, y la convenció de que dejara esa casa y se fuera con él. Luego la trasladó en auto a una vivienda ubicada en la provincia de Buenos Aires, que en el fallo no se especifica, y allí la chica quedó virtualmente secuestrada y obligada a ejercer la prostitución. Esto continuó hasta que la joven confió a un cliente su situación de cautiverio y éste la ayudó a escapar junto a otra chica
Fuentes judiciales informaron que el condenado es Miguel Angel Vergara, que había sido sentenciado en julio de 2011 por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Fe, pero luego su defensa recurrió ante el máximo tribunal penal del país.
Los jueces de la Sala Cuatro de la Cámara, integrada por Mariano Borinsky, Juan Carlos Gemignani y Gustavo Hornos, rechazaron el recurso de casación para ratificar así el castigo impuesto a Vergara.
El condenado, según el fallo, se relacionó en 2008 con la adolescente de 17 años, que vivía con su familia numerosa en un barrio carenciado de la ciudad de Santo Tomé, y la convenció de que dejara esa casa y se fuera con él. Luego la trasladó en auto a una vivienda ubicada en la provincia de Buenos Aires, que en el fallo no se especifica, y allí la chica quedó virtualmente secuestrada y obligada a ejercer la prostitución. Esto continuó hasta que la joven confió a un cliente su situación de cautiverio y éste la ayudó a escapar junto a otra chica
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