Los comercios -de calle San Luis, fundamentalmente- bajaron sus persianas cuando se extendió la versión de que se estaban produciendo saqueos en el centro. "Fue sólo un rumor que generó psicosis", dijo el comisario de la seccional.
A partir de un rumor que se extendió con mucha velocidad, comerciantes del microcentro de la ciudad decidieron ayer al mediodía bajar sus persianas ante el temor de posibles saqueos. La proximidad de una asamblea de militantes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), que por esos momentos levantaba el piquete montado durante tres días en la puerta de ingreso de las oficinas de la Ansés, en Sarmiento y Rioja, alimentó una versión que minutos más tarde fue rechazada de plano por las autoridades policiales. El comisario Fernando Ochoa, titular de la comisaría 2ª, explicó que habían verificado con "todos los comerciantes del microcentro, y en la zona donde decían que estaban ocurriendo estos saqueos, y ninguno fue víctima de ningún hecho delictivo, menos de un saqueo; fue sólo un rumor que generó psicosis".
Según Ochoa, mientras corroboraban que efectivamente no habían saqueado ningún comercio, una persona intentó arrebatarle a otro el teléfono celular en la esquina de San Luis y Sarmiento. Los agentes detuvieron a pocos metros del lugar al ladrón con el aparato robado y lo trasladaron a la comisaría 2ª. "Esto fue lo único que ocurrió en el microcentro", dijo el comisario.
Lo cierto es que la mayoría de los comercios ubicados sobre el microcentro, especialmente los de calle San Luis, Rioja, Sarmiento, y Mitre, permanecían con las puertas y persianas bajas. Lo mismo sucedía con los ingresos de otras galerías céntricas. Comerciantes y militantes de la CCC coincidían en relatar que los propios agentes policiales fueron los que iban advirtiendo a los propietarios de los negocios que los cerraran porque podían registrarse saqueos. "Fuimos blanco de una provocación grosera", se quejó el referente de la CCC, Eduardo Delmonte. "Que la policía haya salido a avisar que iba a haber saqueos es una cosa absolutamente irresponsable, que no tiene nada que ver con lo que fueron estos tres días de reclamos justos, pero pacíficos, y la resolución que tuvimos de levantar la protesta en estas condiciones", agregó.
"Muy por el contrario, nosotros lo que estábamos haciendo era llevar tranquilidad porque teníamos un panorama de lo que estaba ocurriendo en el microcentro, con todo el personal policial apostado en forma pedestre; nadie informaba de ninguna situación delictual, aunque obviamente quedaba a criterio del dueño del comercio levantar las persianas o dejarlas bajas", aclaró el comisario Ochoa ante la consulta de este diario.
Mientras algunos transeuntes intentaban averiguar qué estaba sucediendo en los comercios, advertidos por las primeras informaciones que circularon rápidamente por las redes sociales, y que luego repercutieron en los medios de comunicación, para la mayoría de las personas que desafiaban el sol del mediodía la situación les era indiferente.
"Un pícaro o pícaros, usaron las redes sociales y generaron esto, lamentablemente", señaló el gobernador Antonio Bonfatti en declaraciones radiales. El mandatario le restó importancia al incidente, descartando que tuviera "un condimento político".
Con el correr de las horas, la Asociación Empresaria emitió un comunicado informando que la actividad comercial se desarrollaba con normalidad, tras confirmar que la Asociación Amigos de Peatonal Córdoba había dialogado con las fuerzas de la seccional policial correspondiente, y estas transmitieron que hay seguridad para mantener los negocios abiertos. Así, los comerciantes de calle San Luis volvieron a levantar sus persianas.
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