Así lo señaló el Intendente de Santa Fe, José Corral, al cumplir el primer año de gobierno. Dijo que el desafío es lograr una ciudad “más inclusiva y menos desigual”. Su apuesta más fuerte para conseguirlo es llevar educación a los niños de los barrios más carecientes. Un balance de los primeros 12 meses de gobierno y lo que queda pendiente para los próximos tres años.
Los primeros 365 días de gobierno llegan a su fin. Y el balance es inevitable. Hace un año, José Corral se ponía al frente de la ciudad de Santa Fe para profundizar los cambios que lideró su padrino político, Mario Barletta, y que él ayudó a plasmar como secretario de Gobierno, primero, y como presidente del Concejo Municipal en los últimos dos años.
Por eso, al hablar de su gestión no puede dejar de mencionar muchas de las acciones iniciadas hace 5 años y que le allanaron el camino para redoblar la apuesta. Pero también para dejar su propia huella con nuevas políticas que tienen como máximo objetivo propender a una ciudad “más inclusiva y menos desigual”, define.
La más novedosa es su intromisión decidida en el ámbito educativo, con la creación de un sistema integral de 30 salas de jardines maternales por año para niños de 1 a 3 de los barrios más marginales de la ciudad. Este año comenzaron las primeras experiencias en San Agustín, Los Troncos, Villa Hipódromo, Barranquitas, San Lorenzo, Varadero Sarsotti, La Guardia y en los dos Centros Integradores Comunitarios, el de Facundo Zuviría y el de Callejón Roca.
—¿Qué evaluación hace de este primer ciclo lectivo?
—Los resultados son fantásticos. Y hay una anécdota que confirma que valió la pena impulsar esta propuesta: en uno de los jardines había dos mellizos de 1 año que no se desplazaban, ni se movían. La maestra advirtió esta situación, les hicieron análisis y detectaron que tenían parásitos. Una vez que tomaron la medicación, comenzaron a andar por todos lados, lo cual favorece el desarrollo intelectual. Esto demuestra que teniendo los chicos ahí se puede hacer una detección temprana de problemas de resolución sencilla, como este caso; o de otros más complejos, como situaciones de violencia. Esos niños están en una edad crucial y cuantas más herramientas reciban, más oportunidades van a tener.
—¿Por qué decidió intervenir en educación, un área que si bien comenzó a delinearse en la gestión de Barletta, no formó parte de las políticas municipales anteriores?
—La educación es la llave del futuro para todos los niños y para la ciudad. Esto no es un eslogan y por eso está acompañado de políticas concretas y de inversiones. La posibilidad de que los vecinos de Santa Fe tengan un proyecto de vida digno tiene que ver con el nivel educativo que alcancen. Y el nivel inicial es el más desigual y en algunos de los barrios más humildes no había ninguna propuesta para el tramo inicial de 1 a 3 años. Por otro lado, el cuidado de los niños también posibilita que las mamás puedan trabajar y esto hace también a la igualdad de oportunidades para las mujeres. Y permite llegar con las otras políticas del Estado, como salud, y detectar casos sociales complejos. Esto es lo que nos llevó a desarrollar este sistema de educación inicial municipal, con infraestructura de primera calidad que a su vez mejora el barrio con políticas serias y no con asistencialismo.
Obras con esfuerzos compartidos
A un año de asumir, asegura que él y su equipo mantienen “el entusiasmo que tenían en diciembre del año pasado” y que comprobó que “los nuevos desafíos eran perfectamente posibles de concretar porque a pesar de las dificultades económicas vamos por el rumbo que nos planteamos”.
La experiencia le enseñó a “vivir con lo propio” y a no esperar que “el gobierno nacional o provincial resuelvan todos nuestros problemas”. Esto significa, para las arcas municipales, optimizar el ingreso del dinero que genera la propia ciudad a través de la Tasa General de Inmuebles y del Derecho de Registro e Inspección.
Por eso, además de aumentar estos tributos apenas asumió y modificar el Régimen de Infracciones y Penalidades y la Ordenanza Impositiva Anual, reflotó el Sistema de Contribución de Mejoras para hacer obras compartiendo el esfuerzo económico con los vecinos. Así terminó la peatonal San Martín Norte, pavimentó Candioti Sur, inició la misma tarea en San Roque y llevó la propuesta a barrio Judiciales.
—¿Por qué es necesario volver a impulsar este mecanismo para hacer obras en la ciudad? ¿El municipio no tiene los recursos?
—Primero porque es justo: cuando se hace una obra de pavimento, de iluminación o de cloacas mejora el valor de la propiedad, por tanto en la medida en que los ingresos de las familias permitan hacer un aporte, es justo que lo hagan. Además, es necesario porque nos permite avanzar con un plan de obras que de otra manera no podríamos, porque no tenemos los recursos y se demorarían mucho más. Y, por último, este esfuerzo compartido hace que los vecinos valoren más las obras y las cuiden porque la ciudad se construye con el esfuerzo de todos.
—¿Y cómo responden los vecinos?
—Están dispuestos porque dimos señales que permitieron recomponer la confianza, como con la peatonal San Martín Norte y la pavimentación de Candioti Sur. Ahora tenemos más propuestas de vecinos de distintos barrios que quieren comprar el pavimento articulado y formar cooperativas de trabajo para concretarlo. En buena hora porque buscaremos la manera de tener más ritmo para cumplir con ellos.
—¿Cómo le explica a los ciudadanos que cumplen con sus obligaciones tributarias que gran parte de esos recursos se están invirtiendo en los barrios más humildes?
—Cuando el radicalismo llegó al gobierno de la ciudad se decía que íbamos a priorizar sólo el centro. Nosotros propusimos hacer obras en todos los barrios y ahora nos acusan de gobernar para los barrios. Decir que queremos una ciudad con obras y servicios en todos los barrios significa asumir que queremos una ciudad más pareja y donde todos podamos acceder a ciertos derechos mínimos. Hacer un esfuerzo mayor con las tasas nos permite, por un lado, cubrir mejor los costos de los servicios que brindamos, en particular recolección de basura y relleno sanitario. Y hay zonas que están más atrasadas en la obra pública, por tanto requieren de una mayor inversión. Uno no puede pretender vivir en una ciudad donde su manzana y su barrio estén bien y el resto no importa. Primero, por una razón humana de solidaridad elemental que tenemos que tener con quienes conviven con nosotros, pero además porque finalmente los problemas de exclusión y marginalidad terminan en problemas de violencia e inseguridad y en estilos de vida que no queremos. Por tanto, resolver estos problemas sociales, además de una obligación moral es en beneficio de tener una ciudad mejor para disfrutarla todos.
Proyectos para 2013
Borde Oeste: En febrero empieza la obra para iniciar la primera etapa del borde lineal del oeste, un proyecto que pretende darle un tratamiento paisajístico al límite oeste de la ciudad -una especie de Costanera-, que permita utilizar y aprovechar el espacio público, pero además, marcar un límite claro de ocupación. Empezará en calle Iturraspe, hacia el norte, e implicará reubicar algunas familias.
Monumento: El año que viene se cumplen 10 años de la inundación. Se ha proyectado realizar una intervención urbana en el lugar por donde ingresó el agua a la ciudad, una especie de monumento que recuerde la brecha abierta y que permita trabajar la memoria y el dolor de los vecinos afectados.
Constitución: Está previsto arrancar con la primera etapa de trabajos para construir el Parque Biblioteca de la Constitución en Caleta Sur.
>>> Lo hecho
Como metas cumplidas, Corral enumera las 148 cuadras de cordón cuneta iniciadas (70 terminadas) de las 500 proyectadas para toda la gestión; 108 cuadras de pavimento en obra (37 ya en uso) de las 200 prometidas; la peatonal San Martín Norte; agua potable para 25.000 familias “con la idea de que al final de la gestión todos tengan el servicio”; y obras de desagües e iluminación, encarando intervenciones urbanas integrales en barrios con altos índices de violencia y pobreza como Santa Rosa de Lima, Barranquitas y Coronel Dorrego. Además, el gran desafío de poner en marcha el sistema integral de educación inicial.
>>> La gran deuda
El pésimo estado de muchas calles de la ciudad. El intendente promete que el año próximo atenderá este déficit. “Para 2013 prevemos un récord de inversión en obra pública porque casi un 20 % de los recursos del municipio van a estar destinados a obras. Y de los 190 millones de pesos que prevé el presupuesto 2013 para obras, el 41 % estará orientado a las calles de la ciudad, ya sea a mantenimiento y bacheo como a obras nuevas de expansión. No vamos a resolver en un año el problema que tiene la ciudad pero es una de las prioridades que nos hemos fijado”, afirmó.
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