Los organiza el municipio desde
2008 para enseñar que “el que ama no lastima”. Hasta 2011 trabajaron el
tema con más de 5 mil chicos.
La Capital |
¿Crímenes pasionales o asesinatos?
¿Cómo referirse a los casos de Dayana y Matías, quienes murieron en mayo
último (ver aparte) tras vivir tormentosas relaciones con sus parejas?
¿O son sólo historias de violencia enmascarada? ¿Hay amores que matan?
¿Qué es esa idea de morir de amor? Estas y otras tantas preguntas se
trabajan en los talleres sobre noviazgos violentos que organiza el
Instituto de la Mujer desde 2008 y que se retomaron en marzo de este
año. Se realizan una vez por semana y la última de junio se prevé hacer
una puesta en común con el fin de entender, entre otras cosas, “que el
que ama no lastima” y que es falaz y hasta macabro sostener eso de
“porque te quiero te aporreo”.
Desde este año, los talleres no sólo se realizan con adolescentes
en 38 escuelas secundarias (ya se trabajó con más de 5 mil chicos hasta
el año pasado), sino también con niños de 6º y 7º grados en seis
colegios primarios. Allí se analizan, con distintas estrategias, los
roles de las mujeres y los varones en lo cultural.“Comenzamos con esta franja etárea porque cuando hablábamos con las mujeres golpeadas nos decían que a la violencia empezaban a vivirla en sus noviazgos; nos pareció importante tratar esto con los más chicos, porque reconocer el rol de las mujeres en la sociedad y la desigualdad de poder que viven en relación a los hombres requiere de un cambio cultural que debe involucrar a todos”, sostiene la titular del Instituto, Andrea Travaini.
El tema se desarrolla, entonces, con chicos, con jóvenes, pero también con adultos, en clubes, polideportivos municipales y diversas entidades barriales. Y en cada lugar se discuten cuáles son los dispositivos de violencia más frecuentes en este tipo de relaciones, a fin de que sean percibidos por las víctimas. “En general, quien castiga a su pareja le profesa amenazas permanentes de terminar la relación, se burla sobre su aspecto físico o su logros, la acosa sexualmente, le da caricias agresivas, la critica, desconfía de sus amistades y le controla el dinero”, detalla Travaini.
Los números. Desde el municipio comenzaron a abocarse al tema cuando más de un centenar de jóvenes empezaron a concurrir a los talleres y varios de ellos manifestaron ser víctimas de noviazgos. A estos casos se sumaron los hallados desde el teléfono verde de violencia familiar (0800-444-0420), los juzgados de menores, la Comisaría de la Mujer y la Guardia Urbana Municipal (GUM).
En estos años de tareas se pudo concluir que la mayor cantidad de víctimas de maltrato son mujeres y su edad promedio es de 17 años (abarcando la franja que va desde los 14 hasta los 28 años). En general se trata de relaciones duraderas si se tiene en cuenta que, mientras el 23% de las parejas mantuvo menos de un año en su noviazgo y el 9% apenas un año, el 32% llegó a los dos, otro 9% a los 3 y un 27% duró más de 4 años.
Los testimonios de las novias maltratadas expresan en su mayoría que las agresiones comenzaron después del primer año de relación (39%), pero aclaran que no se dieron cuenta en esa oportunidad. Otro segmento importante (22%) aduce que el maltrato comenzó en el embarazo. Y una pequeña porción (5%) dice que la agresión existía ya cuando la pareja se estaba conociendo.
Para Travaini, con los talleres no se termina el problema de la violencia, pero son una punta para debatirlo. Y para ratificar esto da cuenta de algunos resultados. El 16% de las jóvenes abandonó los encuentros por diversos motivos, un 44% de las adolescentes pudo terminar con la relaciones violentas, pero otro 40%, si bien percibió en algún momento el maltrato de su pareja, no pudo irse de la relación. “Señal de que hay que seguir trabajando y mucho”, dijo la funcionaria..
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