Mario Sciacqua habló con los dirigentes y hoy seguirán las conversaciones, aunque no dio mayores precisiones sobre su continuidad. Y aclaró: “La convicción no la perdí”.
Resulta difícil de entender que el entrenador del cuarto equipo en la tabla esté poniendo a consideración su puesto de trabajo, a pesar de que su juego no está a la altura de las unidades que Colón cosechó en el certamen. Pero así se maneja el fútbol en estos días. Ayer el Sabalero apenas pudo empatar con Estudiantes, volvió a jugar mal, se fue reprobado por su público y la continuidad de Mario Sciacqua está en duda. Aunque el entrenador no dio demasiadas precisiones, dejó la puerta abierta a la duda. “Me quedé hablando con los dirigentes y vamos a seguir hablando mañana (por hoy). En estos momentos es preferible tener la tranquilidad para hablar”, respondió al ser consultado por la demora que sufrió la conferencia de prensa. Y en la siguiente pregunta, apuntaron directamente a la cuestión que refiere a su cargo. ¿Se queda, da un paso al costado? “Vamos a hablar mañana”, repitió. Y agregó: “Después de los partidos siempre lo hacemos y al día siguiente lo hacemos en el hotel. La crisis futbolística me preocupa”. Aunque el mayor indicio lo dio al indicar: “Esta noche lo analizaré. Soy hincha de Colón, pertenezco al club, no le quiero hacer daño, ni que la gente insulte a los jugadores o a la dirigencia. Pase lo que pase, sea cual sea la decisión del entrenador y la dirigencia sabalera, Sciacqua se encargó de aclarar que “tengo la convicción, pero tengo que analizar la situación con la gente que trabaja conmigo. Mañana (por hoy) veré las cosas con mayor tranquilidad. Pero la convicción no la perdí, jugando mal o bien”. Lo que quedó del juego Al margen del futuro, Mario Sciacqua analizó el duelo contra el Pincha y reconoció que “desde el partido no jugamos bien. Para destacar la entrega del segundo tiempo. Con el clima que había, los jugadores tuvieron actitud, tal vez con desorden”. Claro que no se le hace fácil a Colón jugar de local, porque además de que no consigue los resultados que espera, la gente hace sentir su descontento y eso pesa en el campo de juego. “Hay un clima complejo, cuando no salen las jugadas se siente la presión”, marcó el DT Rojinegro y agregó: “Lo que le digo a los jugadores es que cuando no salen las cosas no podemos negociar la actitud. Fueron ellos los que empataron el partido. Cuando el equipo fue perdiendo y se genera ese clima espeso en la cancha hay que tener la capacidad del entrenador y los jugadores para separar el descontento”. Por último, un tema que no pudo evitar: la lesión de Javier Chevantón. “Estaba bien para jugar, mala suerte que le volvió a molestar la misma pierna”, dijo. Y sobre su contratación afirmó: “No puedo analizar eso. Tuvo la mala suerte de lesionarse, no había echo una buena pretemporada”.
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