Desde la sanción de la ley de protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes, creció el número de menores que piden ayuda ante situaciones de violencia familiar. Esta semana, un chico de 14 años denunció a sus padres tras recibir una feroz paliza por sus bajas notas en la escuela.
El episodio protagonizado por un adolescente de 14 años que acudió a la seccional 14ª, acompañado por su hermana, a denunciar maltratos por parte de su padre, puso en evidencia un fenómeno nuevo: cada vez son más los menores que piden asistencia ante situaciones de violencia familiar, al amparo de la nueva legislación. Tanto este caso particular de presunto maltrato, como otros que llegan a diario a distintos organismos públicos, en especial las seccionales de policía, son estudiados por la Dirección de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia. “La causa del incremento de las denuncias de los menores hacia sus padres o hacia otros integrantes del grupo familiar, radica en el conocimiento que niñas, niños y adolescentes han adquirido –gracias a la escuela y a los medios de comunicación, entre otros– de la existencia de una ley que los ampara”, explicó a Rosario3.com la titular de la Comisaría de la mujer, Mariel Arévalo. La ley Nº 26.061, de protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes fue promulgada en 2005 y tiene por finalidad garantizar el respeto por su condición de sujetos de derecho. La norma establece su derecho a ser oídos y que su opinión sea tenida en cuenta; el respeto al pleno desarrollo personal de sus derechos en su medio familiar, social y cultural; el respeto a su edad, grado de madurez, capacidad de discernimiento y demás condiciones personales; el equilibrio entre los derechos y garantías de las niñas, niños y adolescentes y las exigencias del bien común y el respeto a su centro de vida (entendido como el lugar donde las niñas, niños y adolescentes hubiesen transcurrido en condiciones legítimas la mayor parte de su existencia). “La entrada en vigencia de esta ley y su concordante a nivel provincial (Ley Nº 12.967) reglamentada en 2010, además de la creación del Consejo Federal de Niñez, Adolescencia y Familia, han otorgado un marco legal muy distinto al que teníamos hasta entonces. Y a su vez, la difusión de la nueva legislación ha llegado hasta los chicos que hoy saben que pueden denunciar y merecen ser escuchados”, destacó la funcionaria. Según describen desde esa dependencia, las denuncias realizadas por menores por maltrato de diversa índole se producen casi a diario. Los chicos están enterados de cuál es el procedimiento que deben llevar y vienen acompañados de algún familiar o vecino a contar lo que les pasa, tras lo cual –de acuerdo a la ley– se da inicio a la intervención. “Una vez recibida la denuncia, se informa a la Dirección de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia de Santa Fe y en caso de que los denunciantes no quieran volver a su casa por los hechos que alegan, se buscan alternativas”, señaló Arévalo y agregó que “si la familia nuclear está impedida de recibir nuevamente al menor, se busca alguien de la familia extendida para que pueda alojarlos, mientras se investiga el caso”. Asimismo, la funcionaria aclara que “se debe analizar cada caso en forma particular para no caer en extremos. Tenemos que evaluar muy bien para no confundir lo que puede ser la resistencia de un adolescente a los límites que intentan ponerle sus padres, con la comisión de un delito”. La paliza tras las bajas calificaciones La titular de la Dirección de Promoción de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia de Santa Fe, Mónica Varetto, aseguró que el caso del menor que denunció maltrato por parte de su padre, en compañía de su hermana, en la seccional 14ª, está bajo investigación en ese ámbito. “La seccional avisó a la guardia de la Dirección y de inmediato se tomaron todos los recaudos. Los padres y un familiar del chico fueron citados desde la comisaría y los menores fueron alojados en el parador nocturno que tiene la dirección, y se llamó a un familiar de los niños que no viven en Santa Fe”, manifestó la funcionaria. Respecto de la verosimilitud de la versión de los menores, Varetto dijo “que esa cuestión es analizada por las psicólogas que actúan en el caso. El tratamiento que la ley indica es la protección y el tratamiento a través de entrevistas al niño, los padres y la familia ampliada, para ver que tipo de medida se adoptan”. Varetto confirmó que el chico denunció que el motivo de los golpes estaba relacionado con su flojo rendimiento escolar. “Eso es lo que dice el menor, pero además hay que escuchar otras cosas. Por esa razón las entrevistas son privadas y quedan en el orden de la confidencialidad. La intención es seguir con esta medida de protección y evaluar si se toma alguna medida excepcional de separación de este grupo familiar o no”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario