Fue durante un traslado hacia el Instituto de Recuperación del Adolescente de Rosario. El joven de 16 años fue tirado al piso en medio de gritos e insultos y recibió fuertes golpes de puño en la cabeza cuando ya estaba dentro del IRAR, un poco antes de las 10 de la noche del día jueves.
Un chico de 16 años fue víctima de fuertes golpes por parte de un policía de la comisaría 32º que lo trasladaba, con otro oficial de la misma comisaría, hasta el Instituto de Rehabilitación del Adolescente Rosario, ubicado en Cullen y Saavedra. El joven de 16 años fue tirado al piso en medio de gritos e insultos y recibió fuertes golpes de puño en la cabeza cuando ya estaba dentro del IRAR, un poco antes de las 10 de la noche del día jueves. El adolescente declaró ante la Dirección Provincial de Justicia Penal Juvenil y el viernes por la mañana fue trasladado a los Tribunales Provinciales de Rosario donde estuvo con la magistrada de Menores en turno, la titular de la 3ª Nominación, Carolina Hernández, mientras sus padres realizaron la denuncia por las torturas y golpes recibidos por O., también en la sede de la 32º, y porque el joven? según explicaron?, fue detenido a metros de su casa por un móvil de esa seccional y llevado hasta pocas cuadras del Cementerio La Piedad donde se le indicó que debía ingresar a robar en una casa. Como se negó a hacerlo vino el 'castigo' posterior. Los padres hicieron su presentación ante la Unidad de Atención e Información a la Víctima y remitieron el expediente al juzgado de Instrucción de la 15ª Nominación en el que actúa en suplencia el juez Juan Andrés Donnola. Pese a los pocos datos que pudieron conocerse de los juzgados intervinientes, Rosario/12 pudo saber que el chico había salido en libertad del IRAR el pasado martes 20 para desarrollar una medida?programa por el que debía continuar con su escolarización y con la práctica de deportes. Dos días después, así pudo saberse en fuentes judiciales y a partir de las denuncias presentadas, el jueves, cerca de las 10 de la mañana, un móvil policial lo interceptó cuando iba a hacer una compra, lo hizo subir al auto y lo trasladó a la zona del Cementerio La Piedad. Aquí la investigación deberá determinar qué pasó ya que el chico fue llevado luego detenido a la comisaría 32 por la supuesta comisión de dos robos en la zona del cementerio con la réplica de un arma, mientras que él sostuvo que nunca cometió esos robos aunque el personal policial lo inducía a hacerlo. Ante la jueza Hernández negó toda participación en esos hechos. También se conoció que ya interviene el área de Judiciales de la Unidad Regional II y la Secretaría de Control de las Fuerzas de Seguridad a cargo de Facundo Paschetto, dependiente del Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe. Las denuncias de los padres del chico señalan que en la comisaría 32º se utilizaron prácticas de tortura y también amenazas de violación, en general de forma más activa por parte de un policía, 'El pelado', acompañado por otros que consintieron las prácticas: 'submarino seco' es decir con la colocación de una bolsa o capucha en la cabeza con los siguientes golpes, introducción de la cabeza del chico en un balde con agua y otras prácticas aberrantes. Luego dos policías, entre ellos el hombre calvo, lo llevaron al IRAR por la imputación de dos robos, tal como ordenó la jueza Hernández ante una consulta que se le hizo desde la seccional sin darle cuenta, por supuesto, de las prácticas vejatorias. Al llegar al Instituto, el certificado médico que acompañaba a O. era de las 12.30, es decir del jueves a mediodía, por cuanto allí no se podía aceptar esa documentación porque si el adolescente presentaba golpes quedaría como que los mismos habrían sido responsabilidad del Servicio Penitenciario con jurisdicción en el Instituto. Al parecer también hubo una mujer en la escena en la zona de La Piedad, que después acusó a O., en la misma comisaría, de que el chico había querido robarle. Ella también subió al móvil policial frente al cementerio y saludó efusivamente al policía golpeador. Ahora Donnola, a cargo en suplencia del juzgado 15º y la División Judiciales investigan el libro de guardia de la 32ª y también de la 13ª, esta última seccional porque era la que controlaba al chico cuando el martes salió del IRAR por orden del juzgado de Menores de la 2ª Nominación a cargo de Gabriela Sansó donde seguramente se acumulará la causa. Rosario/12 no pudo comunicarse con Paschetto. Sí lo hizo con la directora provincial de Justicia Penal Juvenil que reconoció la gravedad del hecho en cuanto a los golpes recibidos por el joven dentro del Irar. Cotichini dijo que se aplicó, en esta situación, las acciones que ya están protocolizadas y por eso se llevó a O. ante la Justicia. El chico ya no regresó al IRAR y la jueza Hernández dispuso un arresto domiciliario en el hogar de su madre. El agente que presuntamente cometió la parte más terrible de los hechos denunciados salió por un rato del IRAR, después de golpear a O. y volvió con un certificado expedido por un profesional de la UR II en el que constaba que el chico estaba golpeado, pero figuraba como hora de ingreso las 22.15. Una desprolijidad que involucraría a los penitenciarios. Fue entonces la enfermería del IRAR la que constató las lesiones.
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