Al inaugurar las sesiones en el Congreso, la mandataria dijo que enviaría un proyecto que aún no llego. El debate sobre cómo se debería legislar, el robo de bebes y la connivencia judicial.
La necesidad de una nueva ley de adopción fue una de las banderas que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se colgó a principios de año, en su discurso para iniciar las sesiones en el Congreso. Y aseguró que en no más de un mes el Ejecutivo enviaría su propio proyecto, por lo que todos los anteriores, que ya se venían discutiendo en comisiones, quedaron paralizados. Pasaron seis meses de aquella promesa y a un mes de las elecciones presidenciales aún no se sabe cuándo llegará al Congreso. Mientras tanto, son muchas las personas interesadas en que una nueva ley venga a reemplazar la actual, que data de 1997, mientras se conocen casos de ventas de bebés y demoras en los trámites legales para adoptar a un niño. Sin embargo, hay distintas visiones respecto a cómo deberá legislar la próxima ley el tema de la adopción. Para algunos, es necesario agilizar los trámites y acortar los tiempos para entregar a un niño en adopción. Para otros, los tiempos es lo de menos, porque lo que importa es el derecho de los niños a ser reinsertados en su familia de origen y que, si ese vínculo no funciona, entonces recién se piense en su adopción. Una discusión que está muy vigente entre grupos de padres que adoptaron o buscan adoptar, entre legisladores, jueces y especialistas en derechos de los niños, niñas y adolescentes. Hace menos de un mes, por ejemplo, empezó a circular una "Carta a la Presidenta" escrita por Karina Duvnjak, integrante del grupo "Padres adoptivos y en espera de Rosario", que en abril último recibió, mediante un inédito fallo, la adopción plena de un menor de edad que tenía en guarda desde hace más de tres años. "Estamos a la espera de que su proyecto de adopción 'baje' a las comisiones para ser discutido junto con el resto de los proyectos presentados ya hace tiempo", dice uno de los párrafo. Y agrega: "Fue muy esperanzador que en su discurso de apertura hiciera referencia a la necesidad de reformar esta ley pero desilusiona ver cómo ha pasado el tiempo y su proyecto que teóricamente estaba listo no aparece". En diálogo con Perfil.com, Duvnjak se queja de que esa promesa no se haya cumplido porque entiende que "en un año electoral debe tener otros intereses". Y destaca que espera que la nueva ley de adopción agilice los trámites. "Hay que limitar el período de institucionalización de los chicos", dispara. Y asegura que "en medio de todo están estos chicos que siguen creciendo en instituciones mientras muchas parejas hace años que están en espera". En este sentido se manifiesta la diputada Cynthia Hotton (Valores para mi país), autora de uno de los 15 proyectos de ley que están en el Congreso sin ser tratados desde que la mandataria anunció que enviaría uno del Ejecutivo. "Lamentablemente el debate se frenó. El tema es que el oficialismo tiene dos proyectos, uno del Ministerio de Justicia y otro de Acción Social, entonces no están mandando los proyectos", contó la legisladora a Perfil.com. Para Hotton, lo importante en este debate también es la agilización del trámite de adopción, y aunque desde el entorno presidencial se anunció que el proyecto nuevo no buscará agilizar los tiempos, sino priorizar la identidad del niño, la diputada insiste en que ambos proyectos van por el mismo camino. "El 80% de los proyectos presentados van a en la misma línea, así que estaríamos dispuestos a unificar", señala. Aunque aclara que no es el caso del presentado por la diputada del radicalismo María Luisa Storani, que "apunta más a revincular al chico con su entorno biológico en un largo período". "Nosotros decimos que es una instancia que hay que hacerla, pero en caso de que no haya vínculo con su familia, tiene un límite, el chico necesita una familia, el proceso de revinculación no tiene que llevar más de dos años", explicó. Por su parte, Nora Schulman, directora ejecutiva del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (Casacidn), está más de acuerdo con el proyecto de Storani, que busca "hacer un trabajo para no romper el vínculo del niño con la familia biológica y respetar la identidad". "No se trata de acortar los tiempos, sino de respetar el registro único y seguir las líneas normales de adopción, favoreciendo al niño, no a los adoptantes". Y señala que no cree que el proyecto del Ejecutivo vaya a salir pronto porque "todavía está en discusión". Al tiempo que destaca que "hay mucho lobby de parte de equipos de adopción privados como de padres que quieren adoptar, mucha presión en legisladores y esto está atrasando el proyecto". "Es cierto que hay muchos chicos institucionalizados, pero hubo cambios con la ley de desinstitucionalizacion. Y además, hablan mucho de ellos, pero luego no quieren adoptar chicos tan grandes", asegura Schulman. Y agrega: "La verdad es que muchos bebes no hay, por dos cuestiones: por un lado, porque se venden chicos porque ante la desesperación de tener un chico muchas parejas los compran, con la convivencia de jueces y abogados en provincias; y por otro lado, hay niños que nacen de mamás jóvenes, pero de ellos se hace cargo lo que se llama familia ampliada, es decir, la abuela, la madrina... Esa es la mejor situación, porque los niños quedan en su propia familia de origen". Otro punto que destacó Schulman es la necesidad de mantener el "respeto por la identidad" del niño. "Que sepa quién es, que nació en una familia que a lo mejor no lo pudo mantener por alguna cuestión". Y concluyó: "El tema es pensar en el bienestar de los hijos, la idea es buscar la mejor familia para el niño, no en darle un niño a una familia que quiere adoptar; no es satisfacer la necesidad de los adultos, sino priorizar el derecho del niño de vivir en familia".
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