El funeral se llevó a cabo durante nueve horas el pasado 2 de noviembre. Uno de los asistentes pidió a la mujer que estaba en el cajón que se levantara.
Durante nueve horas, Lucía Vera, una residente de la costa oeste de Ceará, Brasil, celebró su propio funeral en compañía de amigos, compañeros de trabajo y familiares.
Con esto, la chica cumplió su sueño de ser velada viva, deseo que mantuvo por más de 14 años y que no había podido realizar porque el dueño de la única funeraria donde quería hacerlo, se negaba.
No obstante, Paulo Araújo declaró que la mujer insistió tanto, que terminó por acceder. Así, se maquilló para la ocasión y sus amigos llenaron el lugar de flores.
"Vinieron todos: mi padre, mi madre, mis hermanos y amigos. Un amigo incluso lloró y me pidió que me levantara", contó la propia Lucía.
La ceremonia se llevó a cabo el pasado miércoles 2 de noviembre de 9 a 18, y culminó cuando los invitados cerraron el ataúd y trasladaron a Lucía por la carretera durante dos minutos.
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