El último fue sustraído el miércoles pasado en el Protomédico, mientras que a los anteriores se los llevaron del Cullen. Cada uno tiene un costo de 50 mil pesos aproximadamente.
En los últimos cuatro meses fueron robados cuatro desfibriladores de efectores públicos. Tres de ellos desaparecieron del hospital José María Cullen, mientras que el cuarto fue sustraído el último miércoles en el hospital Protomédico.
Al respecto se manifestó esta mañana Francisco Sánchez Guerra, subsecretario de Emergencia y Traslado SIES 107, quien comentó que el hecho ocurrió “en la madrugada del miércoles en la posta que tenemos de emergencia en el Protomédico” y relató que “cuando la guardia va al móvil se encuentra con que se habían llevado elementos propios de la emergencia, entre ellos un cardiodesfibrilador”.
En ese sentido señaló que “esto se ha estado repitiendo en otros efectores de salud”, como se mencionó anteriormente.
Consultado acerca del costo de los aparatos, Sánchez Guerra, manifestó que “un cardiodesfribilador está en el orden de los 50 mil pesos” y además remarcó la gravedad de que “una unidad de emergencia que no tenga estos elementos porque queda desprovista de cosas que son importantes ante la emergencia”, finalizó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario