Los recolectores de residuos que utilizan carros tirados por caballos se manifestaron en repudio del proyecto de Ley presentado por Miguel Lifschitz. El mismo contempla la eliminación de la tracción a sangre.
Daniela A. Porta
Los recolectores aseguran que no están en contra del maltrato animal, sino que este proyecto no contempla ninguna forma en la que ellos puedan seguir realizando su actividad; dado que “los caballos y los caballos son el medio de trabajo” que poseen, aseguró María trabajadora del sector.
“Estamos de acuerdo en que (los caballos) tienen que tener un control, un seguimiento, que se les enseñe a las personas a cuidar su animal. En eso estamos de acuerdo. Pero no estamos de acuerdo en esa ley que ellos quieren aprobar sin consultar a los cirujas. Si se aprueba esa ley se va a quedar muchísima gente si trabajo”, explicó María.
Por su parte, la mujer aseguró que quieren que se les garantice la continuidad de la actividad. Además, propuso que “la Municipalidad o quien se tenga que hacer cargo, controle. No estamos en desacuerdo que se controlen los carros o los animales, lo que no estamos de acuerdo es en que se nos quite la herramienta de trabajo y nos deje sin nada”.
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