La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reconoció que el problema del narcotráfico es "muy grave".
El gobierno nacional, a través de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró hoy que la Argentina produce y vende drogas al exterior y que “es un problema muy grave” que “se ve en todos los pueblos”, y reveló que se va a pedir ayuda a Estados Unidos para combatir el narcotráfico.
“Argentina tiene una entrada de drogas muy fuerte, tiene fabricación, producción, laboratorios, cocinas, en todas las clases sociales ha aumentado el consumo. Hay mucho narcomenudeo, se ve en todos los pueblos. Es un problema muy grave”, aseveró la funcionaria.
En una entrevista con el diario El País de España, Bullrich explicó que el país “es punto de salida para Europa, también para algunos países asiáticos”. Añadió que hay “altos niveles de exportación” de cocaína, y advirtió que “el nivel de alerta es amarilla”. Bullrich reiteró que el Gobierno de Mauricio Macri va a pedir colaboración a los Estados Unidos para el combate del narcotráfico, ya que “hasta ahora había una participación casi inexistente”.
“Vamos a aumentarla (la asistencia), tanto la regional como internacional. Nos han planteado ayuda Francia, Italia, EE.UU., ya viajamos (hacia) allá. Estamos haciendo un trabajo fuerte con Paraguay, Bolivia, Uruguay, Chile, Brasil”, agregó. Sobre el rol de las fuerzas de seguridad, la ministra dijo que “hay policías y policías”, y pese a que aseguró que fueron “muy maltratados”, dijo que “hay que hacer cambios estructurales”.
“Es como en la política: uno puede pensar que los que vienen más jóvenes son menos corruptos, pero si no hay cambio de paradigma la edad no importa”, agregó.
El tema de la producción local de drogas fue, salvo alguna excepción, constantemente negado por los funcionarios del anterior Gobierno de Cristina Fernández. Uno de los defensores de esa posición fue el ex ministro Aníbal Fernández, quien reiteradamente afirmó que Argentina es un país “de tránsito” de la droga.
El ex viceministro de Seguridad, Sergio Berni, compartía esta postura: “La verdad es que la Argentina no es un país productor de drogas y cuando hablamos de producción de drogas estamos hablando de las dos principales drogas clásicas: la cocaína y la marihuana”, decía. Y sobre la cocaína aseguró en una ocasión que “es prácticamente imposible que se produzca en la Argentina porque las condiciones de altitud y clima no dan para el crecimiento de esta planta”.
Diego Iglesias, jefe de la Procuraduría de Narcocriminalidad, dijo el año pasado que “las cocinas que se pueden encontrar en la Argentina no son lugares donde se produce la cocaína de cero. En la Argentina se puede encontrar cocaína base, que a través de precursores químicos se la cristaliza”.
La excepción en el kirchnerismo fue el ex ministro de Defensa, Agustín Rossi, quien en una oportunidad abrió una polémica -con el propio Berni- al afirmar que “Argentina es un país de consumo” de drogas ilícitas, “pero lo que es más grave, no solamente hay consumo sino también elaboración y ahí el esfuerzo hay que ponerlo en toda una tarea de inteligencia criminal”. Argentina "antes era un país de tránsito. Ahora es de consumo y elaboración" de drogas, había dicho el entoces ministro.
El gobierno nacional, a través de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró hoy que la Argentina produce y vende drogas al exterior y que “es un problema muy grave” que “se ve en todos los pueblos”, y reveló que se va a pedir ayuda a Estados Unidos para combatir el narcotráfico.
“Argentina tiene una entrada de drogas muy fuerte, tiene fabricación, producción, laboratorios, cocinas, en todas las clases sociales ha aumentado el consumo. Hay mucho narcomenudeo, se ve en todos los pueblos. Es un problema muy grave”, aseveró la funcionaria.
En una entrevista con el diario El País de España, Bullrich explicó que el país “es punto de salida para Europa, también para algunos países asiáticos”. Añadió que hay “altos niveles de exportación” de cocaína, y advirtió que “el nivel de alerta es amarilla”. Bullrich reiteró que el Gobierno de Mauricio Macri va a pedir colaboración a los Estados Unidos para el combate del narcotráfico, ya que “hasta ahora había una participación casi inexistente”.
“Vamos a aumentarla (la asistencia), tanto la regional como internacional. Nos han planteado ayuda Francia, Italia, EE.UU., ya viajamos (hacia) allá. Estamos haciendo un trabajo fuerte con Paraguay, Bolivia, Uruguay, Chile, Brasil”, agregó. Sobre el rol de las fuerzas de seguridad, la ministra dijo que “hay policías y policías”, y pese a que aseguró que fueron “muy maltratados”, dijo que “hay que hacer cambios estructurales”.
“Es como en la política: uno puede pensar que los que vienen más jóvenes son menos corruptos, pero si no hay cambio de paradigma la edad no importa”, agregó.
El tema de la producción local de drogas fue, salvo alguna excepción, constantemente negado por los funcionarios del anterior Gobierno de Cristina Fernández. Uno de los defensores de esa posición fue el ex ministro Aníbal Fernández, quien reiteradamente afirmó que Argentina es un país “de tránsito” de la droga.
El ex viceministro de Seguridad, Sergio Berni, compartía esta postura: “La verdad es que la Argentina no es un país productor de drogas y cuando hablamos de producción de drogas estamos hablando de las dos principales drogas clásicas: la cocaína y la marihuana”, decía. Y sobre la cocaína aseguró en una ocasión que “es prácticamente imposible que se produzca en la Argentina porque las condiciones de altitud y clima no dan para el crecimiento de esta planta”.
Diego Iglesias, jefe de la Procuraduría de Narcocriminalidad, dijo el año pasado que “las cocinas que se pueden encontrar en la Argentina no son lugares donde se produce la cocaína de cero. En la Argentina se puede encontrar cocaína base, que a través de precursores químicos se la cristaliza”.
La excepción en el kirchnerismo fue el ex ministro de Defensa, Agustín Rossi, quien en una oportunidad abrió una polémica -con el propio Berni- al afirmar que “Argentina es un país de consumo” de drogas ilícitas, “pero lo que es más grave, no solamente hay consumo sino también elaboración y ahí el esfuerzo hay que ponerlo en toda una tarea de inteligencia criminal”. Argentina "antes era un país de tránsito. Ahora es de consumo y elaboración" de drogas, había dicho el entoces ministro.
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