La jueza de Ejecución Penal de Rosario, Luciana Prunotto, dijo que Albertengo había obtenido salidas transitorias en forma legal, pero que incumplió el régimen y estaba prófugo desde 2015. "Cumplía los requisitos". La jueza Luciana Prunotto, al explicar por qué Albertengo llegó a tener salidas transitorias.
La Capital |
Desde el mismo momento en que Ricardo Albertengo se entregó en la cárcel de Rosario la mañana de ayer y trascendió que era el hombre que la policía buscaba por el crimen del policía Mauro Martín Mansilla, la ciudad empezó a preguntarse cómo un hombre condenado a 37 años de prisión en 2010 podía estar en la calle. La respuesta llegó al mediodía cuando la jueza de Ejecución Penal Luciana Prunotto, a cargo de controlar el cumplimiento de las condenas, explicó su proceder y dijo que "nada se hizo por fuera de la ley".
"Primero se le concedió la salida transitoria con una modalidad más acotada, consistente en un régimen de 3 horas por cada salida y acompañado por personal de custodia. También se estableció que a los cinco meses se iban a poder revisar esos egresos. Con Albertengo se usó la más restrictiva de todas las posibilidades que otorga la ley. Cuando se hizo la revisión se pidieron numerosos informes para saber no sólo cómo había cumplido el beneficio sino además para controlar la veracidad de los informes. Allí se tomaron más recaudos de los que la ley prevé. Por eso en julio del año pasado se hizo una flexibilización de este régimen, se le agregaron algunas horas más y se habilitó a que salga con un tercero responsable, ni siquiera solo, y fue en aquel momento cuando no regresó a prisión. Desde entonces había un pedido de captura vigente", explicó la jueza. Y agregó que en los ocho meses que pasaron desde entonces, "ninguna fuerza me requirió una orden de allanamiento para detener a Albertengo". Es decir, nadie buscó ni encontró al convicto prófugo.
Fallas ajenas. Ayer, fuentes judiciales pusieron el ojo no sólo en el control de la ley sino en que los legisladores deberían analizar la norma para que sea más efectiva. "Si la ley tiene fallas o no, yo no soy quién para decirlo. Esas son cuestiones que tendrían que analizar los legisladores. Lo que nosotros hicimos fue, dentro del marco de la ley, tomar muchos más recaudos de los que marcaba la norma. Nosotros fuimos muy rigurosos en la forma de dejarlo salir y después hay un margen que tiene que ver con el albedrío de cada persona, que por supuesto llevó a una detención en una situación muy nefasta, eso uno lo entiende, pero se hizo bajo los regímenes que la ley habilita", dijo Prunotto.
Estaba prófugo. La funcionaria no esquivó ninguna pregunta y trató de aclarar todo lo que pudo. "Albertengo se presentó espontáneamente en la Unidad 3. Se encontraba prófugo desde julio de 2015, cuando yo había ordenado su detención ya que no regresó de una salida transitoria que se le había brindado. Esas salidas transitorias estaban otorgadas dentro del marco de la Ley de Ejecución Penal que habilita regímenes de egresos para aquellos que cumplen ciertos requisitos legales", indicó.
Respecto a que Albertengo había sido declarado reincidente, un elemento que traba varios beneficios de la ley, la jueza indicó: "La ley no establece ninguna diferencia para las salidas transitorias para un reincidente. No hay una diferenciación entre primario o reincidente. No es una traba ser reincidente como para otras medidas que se pueden solicitar y están regladas por la misma ley. En el caso de Albertengo, él cumplía los requisitos que la ley pedía en agosto de 2012. Pero yo rechacé ese pedido por entender que había que esperar más para volver a evaluar esas salidas".
Añadió: "La función del juez de Ejecución Penal es evaluar conforme la ley nacional y los requisitos que ésta pide. La ley habilitaba ese egreso mucho antes de lo que fue acordado". Y explicó que Albertengo solicitó varias veces salidas transitorias.
Albertengo logró el beneficio el 1º de octubre de 2013. El 28 de mayo de 2014 lo incumplió y fue sancionado. En noviembre de ese año logró un visto favorable para lograr nuevas salidas, acompañado primero por efectivos del Servicio Penitenciario.
El 11 de mayo de 2015 logró nuevamente el beneficio, ampliado el 29 de junio de ese año para que saliera 12 horas cada 15 días acompañado por un tercero responsable, en ese caso su pareja. "Era en la faz de afianzar los lazos familiares", explicó Prunotto. Pero desde entonces el hombre no volvió a prisión hasta ayer, cuando se entregó al verse cercado por el crimen del oficial Mauro Martín Mansilla.
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