Miguel Lifschitz participó de la asunción de Mauricio Macri y este sábado asistirá a la reunión de gobernadores programada en Olivos. "El discurso de Macri marcó las líneas fuerza de su gestión y, entre las prioridades, la lucha contra la pobreza y el narcotráfico, la generación de empleo, el desarrollo productivo y el ataque a la inflación. Son metas que todos compartimos, pero habrá que ver en las próximas semanas medidas concretas", sostuvo Lifschitz.
La Capital |
Miguel Lifschitz, quien hoy se pondrá al frente de la Casa Gris (ver aparte), participó ayer de la Asamblea Legislativa que tomó juramento al nuevo presidente, Mauricio Macri, y de la posterior ceremonia de asunción en la Casa Rosada. "Coincidimos en las metas, pero esperamos medidas concretas", afirmó el socialista, que mañana estará en Olivos junto a los restantes mandatarios provinciales y el titular del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para participar de la reunión convocada por el flamante jefe del Estado con el objetivo de dialogar sobre "los nuevos lineamientos de la relación" con el poder central.
Al respecto, Lifschitz consideró: "El discurso de Macri marcó las líneas fuerza de su gestión y, entre las prioridades, la lucha contra la pobreza y el narcotráfico, la generación de empleo, el desarrollo productivo y el ataque a la inflación. Son metas que todos compartimos, pero habrá que ver en las próximas semanas medidas concretas".
El electo mandatario santafesino sostuvo que "fue un acto importante, aunque le faltó un marco de una sala colmada debido a la ausencia de algunos legisladores del Frente para la Victoria (FpV)". Y agregó "De todos modos, tuvo presencia internacional, de los países limítrofes, gracias a la presencia de los presidente Michelle Bachelet (Chile), Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador) y Tabaré Vázquez (Uruguay). Desde el punto de vista del recambio democrático, de la institucionalidad, me parece importante".
Macri convocó para mañana a los 23 gobernadores y al jefe del Gobierno porteño con el fin de dialogar sobre "los nuevos lineamientos de la relación" entre el primer mandatario y los provinciales, en el contexto de "un país federal".
"Pretendemos otro tipo de diálogo. No queremos gobernadores que vengan a aplaudir al presidente ni que tengan que rogar por recursos que les pertenecen. Buscamos una relación madura y de construcción", explicó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Tres gobernadores opositores, los peronistas Juan Manuel Urtubey (Salta) y Juan Luis Manzur (Tucumán) y Lifschitz, quienes asistieron a la asunción de Macri, confirmaron que irán al encuentro con el presidente, aunque mostraron cautela sobre la futura relación entre la Nación y las provincias.
Lifschitz, en particular, pidió que además de este primer encuentro se genere una "mesa de trabajo permanente" entre la Rosada y las provincias.
"Tengo expectativas, pero veremos qué pasa", respondió tajante Urtubey sobre posibles cambios en el vínculo con la Nación, al tiempo que expresó su "alegría grande de poder estar presente en el nuevo tiempo institucional que se viene en la Argentina".
Manzur, en tanto, señaló que hay que "esperar" antes de evaluar cómo será la relación entre la Nación y las provincias, pero se mostró optimista respecto de eventuales cambios. Luego destacó que el discurso de Macri tuvo "buenas intenciones, estuvo lleno de esperanza y de optimismo".
Por su parte, Lifschitz estimó que "el hecho de que, a sólo dos días de asumir, el presidente convoque a todos los gobernadores, es una buena señal".
El socialista prestará juramento hoy como jefe de la Casa Gris
Miguel Lifschitz asumirá hoy como gobernador de Santa Fe, iniciando el tercer período consecutivo al frente de la Casa Rosada del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), la alianza que integran socialistas, radicales, la Coalición Cívica (CC), el GEN y el Partido Demócrata Progresista (PDP).
Lifschitz prestará juramento, a las 9.30, en la Legislatura provincial y, a las 11, participará de la ceremonia del traspaso de mando en la Gobernación.
El socialista sucederá en el cargo a Antonio Bonfatti, quien pasará a presidir la Cámara de Diputados de la provincia.
El ex intendente de Rosario, quien administró la ciudad durante dos períodos consecutivos (2003-2007 y 2007-2011), accedió a la Gobernación luego de una reñida elección en la que se impuso al macrista Miguel del Sel por apenas 1.496 votos.
El tercer lugar, a escasa distancia, lo ocupó el peronista Omar Perotti. Esa división del electorado en tercios obligó a Lifschitz a iniciar, antes de asumir el cargo, una ronda de conversaciones con sus adversarios para intentar acordar políticas de Estado.
No fue el único gesto que tuvo que conceder el gobernador electo. Entre otras medidas, cedió importantes cuotas de poder a sus socios del FPCyS, en especial al radicalismo, clave para asegurar la apretada victoria de la coalición en junio pasado.
Entre otros ministerios concedió la compleja cartera de Seguridad, que quedó en manos del diputado provincial Maximiliano Pullaro. Como parte de un gobierno con sello más frentista, el cargo de vicegobernador será ocupado por el radical Carlos Fascendini, quien fue titular de Producción en la gestión de Bonfatti. Cuatro ministros del gobernador saliente fueron ratificados en sus cargos.
Como parte de sus ejes de gobierno el socialista prometió atacar la inseguridad, uno de los grandes problemas que padecen las ciudades más pobladas de la provincia, además de plantear a la obra pública y a la producción como áreas centrales en su gestión.
Lifschitz inició su participación en la actividad pública al ingresar en 1989 como director general del Servicio Público de la Vivienda de Rosario, luego del triunfo como intendente del socialista Héctor Cavallero. Tras ocupar distintos cargos en el municipio se hizo cargo del Palacio de los Leones al ganar en 2003 por apenas 5 mil votos.
Sus gestiones en la ciudad le permitieron conseguir no sólo una holgada victoria para acceder a la senaduría provincial, en 2011, sino que se posicionó como el candidato natural dentro del socialismo para disputar la Gobernación en 2015.
Su victoria en junio aseguró la continuidad de administraciones encabezadas por dirigentes socialistas en Santa Fe, una novedad que inauguró Hermes Binner en 2007.
El socialista prestará juramento hoy como jefe de la Casa Gris
Miguel Lifschitz asumirá hoy como gobernador de Santa Fe, iniciando el tercer período consecutivo al frente de la Casa Rosada del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), la alianza que integran socialistas, radicales, la Coalición Cívica (CC), el GEN y el Partido Demócrata Progresista (PDP).
Lifschitz prestará juramento, a las 9.30, en la Legislatura provincial y, a las 11, participará de la ceremonia del traspaso de mando en la Gobernación.
El socialista sucederá en el cargo a Antonio Bonfatti, quien pasará a presidir la Cámara de Diputados de la provincia.
El ex intendente de Rosario, quien administró la ciudad durante dos períodos consecutivos (2003-2007 y 2007-2011), accedió a la Gobernación luego de una reñida elección en la que se impuso al macrista Miguel del Sel por apenas 1.496 votos.
El tercer lugar, a escasa distancia, lo ocupó el peronista Omar Perotti. Esa división del electorado en tercios obligó a Lifschitz a iniciar, antes de asumir el cargo, una ronda de conversaciones con sus adversarios para intentar acordar políticas de Estado.
No fue el único gesto que tuvo que conceder el gobernador electo. Entre otras medidas, cedió importantes cuotas de poder a sus socios del FPCyS, en especial al radicalismo, clave para asegurar la apretada victoria de la coalición en junio pasado.
Entre otros ministerios concedió la compleja cartera de Seguridad, que quedó en manos del diputado provincial Maximiliano Pullaro. Como parte de un gobierno con sello más frentista, el cargo de vicegobernador será ocupado por el radical Carlos Fascendini, quien fue titular de Producción en la gestión de Bonfatti. Cuatro ministros del gobernador saliente fueron ratificados en sus cargos.
Como parte de sus ejes de gobierno el socialista prometió atacar la inseguridad, uno de los grandes problemas que padecen las ciudades más pobladas de la provincia, además de plantear a la obra pública y a la producción como áreas centrales en su gestión.
Lifschitz inició su participación en la actividad pública al ingresar en 1989 como director general del Servicio Público de la Vivienda de Rosario, luego del triunfo como intendente del socialista Héctor Cavallero. Tras ocupar distintos cargos en el municipio se hizo cargo del Palacio de los Leones al ganar en 2003 por apenas 5 mil votos.
Sus gestiones en la ciudad le permitieron conseguir no sólo una holgada victoria para acceder a la senaduría provincial, en 2011, sino que se posicionó como el candidato natural dentro del socialismo para disputar la Gobernación en 2015.
Su victoria en junio aseguró la continuidad de administraciones encabezadas por dirigentes socialistas en Santa Fe, una novedad que inauguró Hermes Binner en 2007.
Lifschitz prestará juramento, a las 9.30, en la Legislatura provincial y, a las 11, participará de la ceremonia del traspaso de mando en la Gobernación.
El socialista sucederá en el cargo a Antonio Bonfatti, quien pasará a presidir la Cámara de Diputados de la provincia.
El ex intendente de Rosario, quien administró la ciudad durante dos períodos consecutivos (2003-2007 y 2007-2011), accedió a la Gobernación luego de una reñida elección en la que se impuso al macrista Miguel del Sel por apenas 1.496 votos.
El tercer lugar, a escasa distancia, lo ocupó el peronista Omar Perotti. Esa división del electorado en tercios obligó a Lifschitz a iniciar, antes de asumir el cargo, una ronda de conversaciones con sus adversarios para intentar acordar políticas de Estado.
No fue el único gesto que tuvo que conceder el gobernador electo. Entre otras medidas, cedió importantes cuotas de poder a sus socios del FPCyS, en especial al radicalismo, clave para asegurar la apretada victoria de la coalición en junio pasado.
Entre otros ministerios concedió la compleja cartera de Seguridad, que quedó en manos del diputado provincial Maximiliano Pullaro. Como parte de un gobierno con sello más frentista, el cargo de vicegobernador será ocupado por el radical Carlos Fascendini, quien fue titular de Producción en la gestión de Bonfatti. Cuatro ministros del gobernador saliente fueron ratificados en sus cargos.
Como parte de sus ejes de gobierno el socialista prometió atacar la inseguridad, uno de los grandes problemas que padecen las ciudades más pobladas de la provincia, además de plantear a la obra pública y a la producción como áreas centrales en su gestión.
Lifschitz inició su participación en la actividad pública al ingresar en 1989 como director general del Servicio Público de la Vivienda de Rosario, luego del triunfo como intendente del socialista Héctor Cavallero. Tras ocupar distintos cargos en el municipio se hizo cargo del Palacio de los Leones al ganar en 2003 por apenas 5 mil votos.
Sus gestiones en la ciudad le permitieron conseguir no sólo una holgada victoria para acceder a la senaduría provincial, en 2011, sino que se posicionó como el candidato natural dentro del socialismo para disputar la Gobernación en 2015.
Su victoria en junio aseguró la continuidad de administraciones encabezadas por dirigentes socialistas en Santa Fe, una novedad que inauguró Hermes Binner en 2007.
Los desafíos, según Reutemann
“Fue una Asamblea Legislativa diferente. Ahora se vive un aire fresco en la Argentina”, dijo ayer el senador nacional Carlos Reutemann respecto de el acto de asunción de Mauricio Macri como presidente. El Lole también consideró: “Por algunas declaraciones de diputados y senadores nacionales del FpV, habría un acompañamiento en algunas medidas el inicio de la gestión. Pero somos conscientes de que tienen una mayoría absoluta, con lo cual todo hace presumir que habrá que consensuar”.
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