Después de los planteos del diputado, el candidato del PS dijo que el PRO es una versión remozada del liberalismo de los 90 y vinculó a su padre en negocios con militares.
La Capital |
El candidato a gobernador del socialismo, Miguel Lifschitz, se molestó con las duras críticas vertidas por Mauricio Macri hacia la gestión de Mónica Fein y Antonio Bonfatti y tildó al jefe de Gobierno porteño como "un Menem rubio y de ojos azules".
"El macrismo es una versión remozada del neoliberalismo de los 90. Con un ropaje de modernidad y eficiencia es el regreso de la idea de poco Estado y mucho mercado, de la política farandulera y pragmática, alejada de las ideologías, que tanto daño le hizo a la Argentina", descerrajó el titular del Partido Socialista santafesino.
"Es un Menem rubio y de ojos azules, un ejecutivo, que se presenta como simpático y popular, pero que es heredero de una de las dinastías empresarias más importante de la Argentina, que cimentó su poder al calor de los negocios con el Estado en las dictaduras militares y también en las décadas de Menem y de Kirchner", asestó el ex intendente rosarino en un inusual tono crítico.
En una entrevista publicada ayer por LaCapital, Macri planteó: "¿Qué quiere la intendenta Fein, negar la realidad? El socialismo tiene que hacer una autocrítica con lo que no ha hecho con la policía santafesina. El socialismo, lleva muchos años gobernando y los grupos humanos se desgastan, se cansan. Rosario necesita una renovación".
La respuesta del socialismo llegó encarnada en Lifschitz, quien le apuntó al líder del PRO diciendo que "en su gobierno copió algunas de las iniciativas innovadoras de la gestión de Rosario, como los refugios de colectivos o los contenedores de residuos, pero no nos copió la salud pública ni el presupuesto participativo, ni las políticas culturales y de deporte social en los barrios, ni la economía solidaria, ni el Consejo Económico y Social, ni ninguna de las acciones que representan una presencia más activa y participativa del Estado en el territorio".
Según Lifschitz, la desigualdad es un fenómeno que caracteriza a la Argentina de las últimas décadas y se expresa o se visualiza especialmente "en las grandes ciudades de la Argentina. En la ciudad de Buenos Aires, esto es particularmente evidente, las villas de emergencia siguen ampliándose. Según los datos del último censo, en 2010 había 163.587 personas que residían en asentamientos, mientras que en 2001 la cifra era de 107.422. El aumento representó un 53 por ciento".
Macri hizo especial hincapié en criticar la gestión socialista por la falta de control a la policía provincial, situación que derivó en el crecimiento del narcotráfico y la violencia urbana, especialmente en Rosario. Ante esto, el candidato socialista respondió que "también crece el fenómeno del narcotráfico en la Capital Federal, como lo advertía el padre Pepe Di Paola".
Para reforzar su batería crítica hacia el jefe de Gobierno, Lifschitz dijo: "No hay que dejarse engañar por costosas campañas publicitarias. Como decía Perón, la única verdad es la realidad. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el distrito con mayores recursos del país, con más alto índice de ingresos per cápita y con mas presencias de fuerzas federales y sin embargo, su realidad social y de inseguridad, no difiere demasiado de la de otros distritos del país, y como dice el dicho, «no todo lo que reluce es oro»".
Y cerró acusando al PRO de encabezar propuestas conservadora: "Ante estas propuestas neoconservadoras, es necesario fortalecer un proyecto progresista, democrático y verdaderamente popular, es necesario avanzar con nuevas iniciativas pero sin desandar el camino transitado ni retroceder en los logros obtenidos y los derechos conquistados".
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