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sábado, 15 de noviembre de 2014

ROSARIO, EL RENDIMIENTO DE LOS ESTUDIANTES Un estudio que fue capaz de medir las variables de los alumnos

Según esta investigación, el 91.8 por ciento de los alumnos de la UNR relacionan el fracaso o el bajo rendimiento académico con el alto grado de complejidad de la evaluación en relación a la ejercitación práctica desarrollada en clase. Claudia Vázquez y Marcela Cavallo, directoras del proyecto compilaron datos estadísticos.
Rosario 12 | 
Un estudio que fue capaz de medir las variables de los alumnos

 Claudia Vázquez es docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadísticas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y junto a un grupo de investigadoras analizó los factores y variables que inciden en el rendimiento académico de los estudiantes universitarios. Según el estudio, realizado en base a un cuestionario, el 91.8 por ciento de los alumnos de la UNR relacionan el fracaso o el bajo rendimiento académico con el alto grado de complejidad de la evaluación en relación a la ejercitación práctica desarrollada en clase. "El rendimiento académico depende, en las distintas etapas del proceso educativo, de una multiplicidad de factores inherentes tanto a cuestiones personales como al contexto en el que se desarrollan los procesos de enseñanza y aprendizaje. Y el momento de la evaluación pareciera ser un factor determinante", explicó Vázquez, directora del proyecto junto a Marcela Cavallo.
Para este estudio se consideró rendimiento académico al resultado de la evaluación de los conocimientos adquiridos en el ámbito escolar, terciario o universitario. Por tanto, aseguró la directora del proyecto, "un estudiante con buen rendimiento académico obtiene calificaciones positivas en los exámenes que debe rendir a lo largo de una cursada".
El abordaje de la investigación se realizó en base al diseño de un cuestionario, distribuido a 256 estudiantes, cuyo objetivo era indagar las percepciones de los alumnos acerca de los factores que pudieran afectar el rendimiento académico en una asignatura de 4º año de la carrera de Contador Público. Dicho cuestionario, semi estructurado, voluntario y anónimo, incluyó preguntas agrupadas en torno a cuatro ejes referidos a aspectos de la carrera y otras condiciones institucionales, el desempeño del estudiante, y otras ligadas al desarrollo de las clases.
Además, se incorporó un ítem de interés de carácter demográfico y otros relacionados con aspectos ocupacionales, agregándose una pregunta final abierta para que los alumnos pudieran volcar otras percepciones no contempladas en las preguntas. "Elegimos las materias que tienen un rendimiento académico bajo con respecto a las demás y pudimos ver que los alumnos se sintieron libres a la hora de opinar a través de las distintas preguntas que tenía el cuestionario", indicó Vázquez. "Es llamativo que según las percepciones que comprobamos en las respuestas la culpa siempre la tiene el otro, esto sucede incluso a nivel internacional. Entre los factores que los alumnos perciben se destacan mucho las cuestiones de la evaluación", agregó la especialista.
Según el análisis, el aspecto más señalado por los alumnos fue el alto grado de complejidad de la evaluación en relación a la ejercitación práctica. En esta variable, el 91.8 por ciento de los alumnos consideraron determinante esta variable, mientras el 84.8 por ciento indicó que la forma de expresión de las consignas y preguntas del examen contribuía en el bajo rendimiento. "El ítem `tipo de corrección por resultado` no estuvo previsto originalmente en la encuesta, pero la alta frecuencia de su alusión en la pregunta abierta incluida en el cuestionario justificó la incorporación en el análisis, ubicándose en el tercer lugar de las causas citadas en relación con esta categoría", contó Vázquez.
Otros factores que resultaron de la encuesta fueron el estado de ánimo previo y durante el examen, como nerviosismo, ansiedad, que ocupó el 62.1 por ciento de las respuestas, la extensión del examen en relación al tiempo asignado, la falta de seguimiento de la materia clase a clase y concentración de esfuerzos en fechas próximas al examen con un 59.8 por ciento. Para Vázquez, "los aspectos referidos al desarrollo de las clases y el tipo de enseñanza, dejan ver una preponderancia de `la escasa profundización de los temas del programa`, mientras que `la comunicación docente﷓alumno` no es citada frecuentemente como causal de bajo rendimiento académico".
Por otra parte, el estudio dejó diferenciada las variables entre varones y mujeres. "Los varones parecen percibir el nivel de conocimientos previos como un factor de impacto en el rendimiento académico mayor que en las mujeres. Ellos también asocian el bajo rendimiento académico con falta de autoexigencia y responsabilidad para el estudio y atribuyen mayor importancia a la comunicación docente﷓alumno como factor de peso en el desempeño académico. En cambio, la forma de corrección por resultados en lugar de por procedimientos es más citada por las alumnas", aseguró la investigadora.
El estudio también incluyó la mirada hacia el docente. "No nos podemos olvidar que el docente puede percibir supuestos básicos subyacentes, que son prejuicios que todos tenemos cuando nos paramos frente a algo. Por ejemplo, la percepción de que muchos alumnos no prestan atención en clase, cuando se le asignan tareas no se cumplen, y generalizaciones de algunas cuestiones que probablemente sean ciertas?" puntualizó Vázquez. A modo de ejemplo, la investigadora dijo que "hay docentes que se presentan ante el aula con ganas de enseñar y se encuentran con alumnos que tienen ganas de aprender, entonces los conocimientos que se desarrollan en la clase se imparten de una manera diferente que si el docente se para frente al curso pensando que no lo van a escuchar o que no le van a prestar atención". Según Vázquez, "el docente es un actor, a veces me pasa que cuando me paro frente al curso pienso, ¿qué guión voy a interpretar hoy? Y si los alumnos no prestan atención hay que hacer bromas, llevar el ámbito de la clase a otro lugar, hacerlos trabajar en grupos para obtener buenos resultados y generar interés. Y eso se percibe".
Sobre la importancia de la investigación, de la que participaron Silvia Aparicio, Beatriz Muñoz, Cynthia Robson, Luciana Ruiz, María Florencia Secreto, Patricia Sepliarsky y María Eugenia Escobar, la directora consideró como relevante la posibilidad de volcar los resultados a modificar cosas. "Hay una apertura muy grande a producir cambios necesarios, podemos aplicar los resultados parciales que obtuvimos y cambiar cosas que contribuyan a que generar los cambios. Desde nuestro trabajo diario, nos abocamos a estas variables que son las que podemos corregir, modificar y mejorar, el sistema de evaluación, el sistema de dictado de clases, son algunas de esas variables", precisó Vázquez.
Este estudio es realizado además en Estados Unidos, Costa Rica y México, que atribuyen las causales del buen o mal rendimiento a factores que clasifican como institucionales, entre los que detallan el entorno, el desarrollo de la clase y la materia, y otros relacionados con la variable demográfica del alumno; es decir, edad, género, si trabaja o no.
"Nuestro estudio se basa en las variables que podemos profundizar, que son las que tienen que ver con las institucionales. Nos concentramos en los factores que son controlables desde la Facultad", aportó Vázquez, par quien "la educación es transversal a toda la carrera, por pequeño que sea el hallazgo logrado se pueden producir pequeños cambios. La sumatoria de pequeños cambios que nos acerca al objetivo".

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