Los trabajos se realizarán en el tramo que va desde Ovidio Lagos hasta bulevar Oroño. Desde la secretaría de Obras Públicas estimaron que las obras demandarán tres meses.
/La Capital |
A los trabajos de repavimentación de calle Rioja, en el tramo de Ovidio Lagos y Oroño, se añadieron las tareas de recuperación de rieles y durmientes del tranvía debido a su valor histórico, reconoció ayer la secretaria de Obras Públicas, Susana Nader, una iniciativa análoga a las que también se iniciaron por Montevideo, desde Oroño al río.
Los trabajos de recuperación y repavimentación con carpeta asfáltica demandarán tres meses de trabajo, dado que el quitado de los rieles y durmientes introduce un proceso más en las labores tradicionales de asfaltado. La inversión es de 2 millones de pesos, detalló Nader.
Además, en ese tramo de calle Rioja se harán los trabajos de cuneta para mejorar los desagües fluviales, añadió la funcionaria.
Los rieles y durmientes que se pretenden rescatar datan de un siglo atrás, cuando la ciudad, a través del tranvía, daba sus primeros pasos para establecer un servicio público de transporte. Rosario fue la tercera ciudad del país en contar con un servicio de tranvías, detrás de Buenos Aires y La Plata.
Un siglo atrás. Por Rioja transitó la línea Nº 10, que nació en 1907 durante la intendencia de Nicasio Vila, quien previamente había propuesto y obtuvo la concesión para explotar una línea de tramways (servicio traccionado por caballos) desde el cruce de las calles La Plata (hoy Ovidio Lagos) y Córdoba, donde se ubicó a la estación con salida a calle Rioja. Allí, más tarde, se estableció la estación de la Compañía General de Tranvías Eléctricos y hoy es la sede del Cuerpo de Bomberos.
El peso de Pinasco. Vila avanzó sobre la iniciativa de su antecesor en la Intendencia, Santiago Pinasco, uno de los empresarios más importantes en la historia de Rosario (en sociedad con Castagnino), quien comenzó a suplantar los tramway por el tranvía.
La ordenanza del 30 de septiembre de 1907 señaló el siguiente recorrido para la línea Nº 10: Estación del Ferrocarril Provincial, Santa Fe, Córdoba, Alvear, Santa Fe, Maipú, San Luis, Buenos Aires, Estación del Ferrocarril Córdoba y Rosario; vuelta por 27 de Febrero y San Martín, Cerrito, Laprida, Mendoza, Corrientes, Rioja, Pichincha y Córdoba, terminando en la estación ferroviaria de partida.
Según distintos trabajos históricos, el tranvía se instaló en Rosario tras algunos intentos que no prosperaron de Alfredo de Arteaga y José J. Farrel en 1870 y de José María Galarraga. Arteaga recibió autorización municipal para instalar un servicio de tranvías desde la Plaza López hasta el puerto.
El 3 de noviembre de 1872 se inauguró esta primera línea bajo la denominación de Compañía Anónima Tramways del Rosario.
Para la publicación "El tranvía del Bicentenario", en 1873 se construyó otro ramal hasta la estación del FFCC Central Argentino (Corrientes y Wheelwright).
Más tarde llegaría a la ciudad el empresario estadounidense Rodrigo M. Ross con su firma Anglo Argentino, con la cual lleva el tranvía a zonas alejadas del centro. En 1886 se inauguró la primera línea del tramway Anglo-Argentino, con cabecera en la estación del FFCC Central Argentino y un circuito que atravesaba el conglomerado urbano rosarino.
Luego de un ensayo en La Plata y del inicio de los servicios de tracción eléctrica en Buenos Aires en 1897, en 1899 se presentó la primera propuesta del mismo tipo de servicios en Rosario. En 1905, a nombre de la Compañía General de Tramways Eléctricos del Rosario, se inaugura la primera línea eléctrica de la ciudad, y se pone en servicio en noviembre de 1906.
A fines de la década de 1920, tanto la competencia ruinosa de los ómnibus particulares como la depresión económica global impactaron en las finanzas de la empresa tranviaria, que a partir de 1927 dejó de percibir utilidades.
A partir de 1960 se dispuso la progresiva eliminación de los tranvías y la transferencia de los servicios de transporte al capital privado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario