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sábado, 16 de agosto de 2014

Colón visita a Gimnasia en Jujuy

El Sabalero y el Lobo jujeño juegan este sábado desde las 19 con arbitraje de Pablo Lunati. El DT de Colón pone a Yamil Garnier y a Lucas Alario por Fernando Telechea. El técnico de Gimnasia de Jujuy, Mario Sciaqcua por un 4-4-1-1, con Ereros que seguramente bajará a buscar la pelota en la zona de volantes.
/El Litoral | 
Colón visita a Gimnasia en Jujuy
 “¿A vos te parece que Osella va a cambiar?, no te creas. Quizás arriesgue un poco más de local, pero de visitante se mantendrá con el mismo esquema y estrategia que en el torneo pasado”. La frase corresponde a alguien del entorno sabalero, conocedor de la filosofía del técnico. El libreto le sirvió y mucho en Primera. Era otra categoría y también otro plantel. Colón arrancaba en una posición terriblemente desventajosa, casi descendido y con un equipo disminuido y sin poder realizar incorporaciones, a no ser la de Videla. La cuestión era armarse bien atrás, regalarle el terreno al rival y jugarle de contra aprovechando el oxígeno de Alario, Graciani y Luque. Salió bien.

Se hizo muy fuerte, con rendimientos individuales que fueron muy buenos en varios casos (Montoya, Meli, Videla, por ejemplo). Y ese libreto, muy claro y bien aprendido por todos, se mantuvo para jugar el partido con Lanús por la Copa Argentina y Colón lo ganó así, jugando de contra. Y lo ganó bien.

Esta es otra categoría, con otros rivales, con otros jugadores y con un Colón que pasó de ser un equipo que jugaba con la espada sobre la nuca en Primera, a ser un equipo necesitado de protagonismo en la B. Llegaron 12 jugadores y varios de ellos capacitados para darle un giro futbolero. David Ramírez, Llama, el mismo Garnier, Pavón, Becerra y Telechea, más la vuelta de Callejo, le dan otras posibilidades al entrenador. Hoy la pregunta es: ¿las utilizará en toda su dimensión?, ¿cambiará realmente el libreto o se limitará a mejorar el anterior con un poquito más de ambición?

Osella tiene razón cuando dice que jugando como jugaba, consiguió 30 puntos y en varios partidos hasta se dio el lujo, teniendo mucho menos la pelota que el rival, de crearle opciones de gol en mayor medida. Pero el cambio, desde mi óptica, será visceral en esta categoría. Ya lo demostró Instituto, que vino a jugarle a Colón como en el torneo pasado lo hicieron Gimnasia y Belgrano. Le regaló el terreno y la pelota. “Quiero ver, ahora, qué haces con ellos”, pareció ser el objetivo de “Miliki” Jiménez. Y Colón tuvo algunos problemas, más allá de que mereció quedarse con los tres puntos.

Es cierta también aquella frase tan mentada y utilizada casi hasta el hartazgo por los entrenadores, que “sumar delanteros no significa ser más ofensivo”. Pero Colón —y Osella— deberán entender que si los partidos son distintos, si está la posibilidad de tener más tiempo la pelota, que es con lo que se juega, habrá que darle al equipo mayores alternativas ofensivas. Esto se traduce en contar con jugadores aptos para manejar con claridad la pelota y en hombres que puedan aprovechar las situaciones en las inmediaciones del arco adversario.

Por lo pronto, el técnico no modificó el esquema para jugar de local con Instituto y repitió ese libreto del retroceso de los dos volantes laterales (en este caso Callejo y Villarruel), para sumarlos al ataque cuando el equipo dispone de la pelota. Es posible que si se resuelve presionar y recuperar unos metros más arriba, no deban retroceder en demasía y puedan capitalizar mejor la vocación de delanteros que tienen. Pero mañana se jugará de visitante y la pregunta es: ¿qué saldrá a hacer Colón?, ¿tendrá protagonismo a partir de la tenencia de la pelota o esperará en su propio campo como lo hizo siempre con Osella cuando se jugó fuera del Cementerio de los Elefantes?

Los pocos goles que hubo en la mayoría de los partidos de la primera fecha, permite vislumbrar que nadie regalará nada. Y tanto Osella como Sciacqua saben —además se conocen demasiado— que no perder es un buen resultado para los dos, aún para los jujeños, que al igual que Colón se establecieron como objetivo el de recuperar una categoría que en un tiempo lo tuvo como protagonista.

El 4-4-1-1 de Sciacqua, con un Ereros que seguramente bajará a buscar la pelota y volantes que subirán a acompañar al único punta neto, no contrastará con el esquema de un Osella que posiblemente repita la estrategia que este plantel que dirige conoce de sobra por tantos entrenamientos y partidos en el proceso anterior.

De todos modos, habrá que ir pensando en un plan B, en opciones para desequilibrar planteamientos cerrados por parte de los rivales. Para eso, Osella tiene que pensar en generar una dupla ofensiva, al menos, que le permita tener presencia agresiva en los últimos metros de la cancha. Este parece ser el primer gran desafío en una categoría que Osella conoce.

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