Si faltaba una voz en torno a la polémica por la creación de la "Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional" era la de Horacio González. Acostumbrado a las batallas intelectuales, el director de la Biblioteca Nacional se mostró crítico con la denominación elegida por el gobierno nacional al bautizar la flamante oficina dependiente del Ministerio de Cultura.
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Fiel a su estilo, el sociólogo admitió que el cargo que desempeñará su compañero de la agrupación oficialista Carta Abierta, Ricardo Forster, "despertó suspicacias". Y calificó la adopción del nombre de esa Secretaría como un "error" que fue "desventajoso" y "desafortunado", ya que, a raíz de ese yerro, se "originaron tremendas e injustas acusaciones" contra el recientemente designado funcionario. Algunas de esas impugnaciones apuntaban a la intención oculta de Cristina Kirchner de cercenar el libre pensamiento y de crear un organismo de propaganda política similar al de los regímenes totalitarios, como el que encabezó Joseph Goebbels en la Alemania nazi.
El director de la BN recordó que el propio Forster echó por tierra esos cuestionamientos, a los que "se ocupó de disipar con sólo recordar su currículum y su formación humanística fundada en el alto pensamiento crítico de raíz universalista".
"Hay mucha mezquindad, mucha estupidez, mucho reduccionismo. Yo no provengo del pensamiento popular, mi formación está en la tradición de ideas europeas", protestó oportunamente Forster contra sus críticos.
González admitió que "no es afortunado el nombre", pero destacó que "podrá ser fructífera la función" de la flamante Secretaría. En una columna publicada hoy por el diario Página/12, señaló que la "intención profunda" de esa oficina es "la invención cultural".
"La creación de la reciente secretaría, a pesar de la poca fortuna de su nombre, debería cargar sobre sí la responsabilidad de hablar sobre las corrientes intelectuales del país, en su más amplia acepción (y organizar conversaciones libres, foros de crítica y polemismo avanzado)", planteó el sociólogo.
Según sostiene el decreto 837/2014, la "responsabilidad primaria" del nuevo cargo de Forster será la de "diseñar, coordinar e instrumentar una usina de pensamiento nacional,ajustado a los lineamientos que fije la Secretaría". Sus acciones tendrán que ver con la instrumentación de "las instancias de investigación y desarrollo de las temáticas bajo estudio" y con la difusión de "las investigaciones desarrolladas en el ámbito de su competencia".
Una propuesta filosófico-política
A lo largo de su escrito, el profesor propuso al flamante Secretario aprovechar la oportunidad para impulsar, desde "el seno de la función pública", el debate para la creación de "una nueva teoría del Estado" que "condense intelectualmente" la "época compleja" del kirchnerismo.
Para ello, sugiere poner en consideración "la noción de Estado libertario" que no "inhiba el pensamiento emancipador" sino que por el contrario, lo "reactive".
"Ni un Estado empresario, ni un Estado ausente, ni un Estado omnipotente, ni un Estado sin políticas colectivas, ni un Estado regulador de la cultura, ni un Estado sin competencias sobre la producción social y las políticas efectivas de soberanía en la acción política y económica. En verdad, un Estado amasado en libertades objetivas y subjetivas es lo que merece la época, y desde luego la multivariada y heterogénea cultura social argentina", argumentó González en un texto cargado de definiciones filosóficas ajenas al lector inexperto.
Pese a las durísimas críticas contra Forster, el director de la BN destacó como positiva la polémica. "El pensamiento nacional descubre súbitamente que pertenece al orbe infinito de los grandes legados universales. Ese es el favorable resultado de tanto ensañamiento. El nombre descaminado puede ayudar a encontrar un camino", concluyó.
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