La firma prolongó por dos semanas más el quite de horas a raíz de la parálisis del sector automotriz. "No hay margen para bajar los precios de los automóviles", replicaron desde General Motors al pedido del Gobierno.
Infobae |
La empresa automotriz Iveco decidió extender por dos semanas la suspensión de trabajadores en la provincia argentina de Córdoba, ante la crisis que afecta al sector por la caída de las ventas. La misma medida continuaba este viernes en otras plantas de la actividad, como las de Fiat y Vokswagen.
Así lo confirmó el sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (Smata), de la seccional Córdoba. En el caso de Iveco, la reducción del salario y de la jornada laboral seguirán hasta el 16 de junio. En simultáneo, la empresa abrió el sistema de retiros voluntarios con el fin de destruir puestos de trabajo, precisaron desde el gremio.
El secretario de Prensa del Smata, Leonardo Almada, confirmó que casi el 85 por ciento del personal de Iveco está suspendido hasta el martes y que este escenario proseguirá algunos días pasada esa fecha debido al "sobre stock". "El problema de Iveco viene ya de varios días atrás, de varios meses y semana a semana se va chequeando cómo es la producción", puntualizó el dirigente.
En declaraciones a la radio Cadena 3, el vocero gremial explicó que desde la semana próxima se sumará otro grupo de trabajadores de la fábrica de camiones que dejarán de producir "en toda la semana".
En el caso de Volkswagen, Almada indicó que la planta estuvo suspendida hasta hoy por la falta de un material, pero que este lunes "volverá a trabajar". Además, manifestó que este viernes estuvo "suspendida (la planta de) Fiat, que está trabajando entre tres y cuarto días por semana". En Renault, en tanto, no se registraron nuevos inconvenientes.
Un mercado rígido
La caída en las ventas de automóviles nuevos en el mercado interno y el descenso de la demanda externa golpeó a las automotrices instaladas en la Argentina y afecta a unos 170.000 trabajadores, según estimaciones sindicales. Varias empresas, entre ellas Fiat, Iveco, Honda y Volkswagen, aplicaron suspensiones de personal y redujeron horarios de trabajo.
"Queremos vender más autos, no queremos tener suspensiones, pero tampoco queremos perder más plata de la que venimos perdiendo", expresó la CEO de General Motors en Argentina, Isela Constantini, en una entrevista publicada hoy por el diario Perfil.
La empresaria aseguró que "no hay margen para bajar los precios" de los automóviles. En el último encuentro que tuvieron a mediados de mayo con funcionarios del gobierno, los representantes de las automotrices reclamaron una reducción del impuesto establecido meses atrás a los automóviles considerados de alta gama y cuyo valor supera los 170.000 pesos (20.800 dólares). De acuerdo a su visión, la medida alcanzó también a las unidades que no participan del segmento de clientes premium, a raíz de los incrementos por la devaluación del peso nacional.
La ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, aseguró ayer que la firma de un nuevo acuerdo automotriz con Brasil "es inminente". Días atrás, la funcionario mantuvo una reunión con su par del gobierno de Dilma Rousseff, Mauro Borges, para tratar de consensuar una solución que permita a las terminales radicadas en el país incrementar su participación en el mercado de Brasil del 7,5 por ciento al 11 por ciento. A cambio, los autos brasileños conservarían el 44 por ciento del mercado argentino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario