El estudio que dirige Elbio Galati remarca la importancia de un abordaje desde distintas disciplinas, y aborda problemáticas como la droga, las nuevas enfermedades en los niños, el aborto, el acceso a la salud y el secreto profesional.
/Rosario 12 |
La relación entre la medicina y el derecho es materia de análisis de una investigación de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El estudio aborda la temática de la medicalización de la vida vinculada al derecho y observa la manera en que la medicina absorbe distintos campos que no tienen que ser tratados sólo por esta disciplina. Además, la investigación avanza en aspectos sobre la juridización de la salud, que es el abuso de lo jurídico en el abordaje de temas sanitarios, enfocándose, entre otras, en la temática de las drogas. "La medicalización tiene que ver con la salud, que es el ámbito que más conozco, y tiene una veta jurídica. Cada problema del ser humano tiene distintas aristas. Y mi pregunta fue cómo vincular el derecho con la medicalización de la vida", explicó el investigador Elvio Galati, Doctor en Derecho y Profesor en Ciencias Jurídicas.
Para avanzar sobre algunos conceptos abordados en el estudio, el investigador definió en primer término las nociones de medicalización y juridización. "Cuando la Medicina aborda casos que no le competen se transforma en medicalización, y cuando el Derecho aborda aspectos o casos de medicalización de la vida se transforma disciplinarmente en juridización de la vida", explicó Galati.
El investigador citó como ejemplos "cuando en lugar de abordar psicológica o psiquiátricamente a un adicto a las drogas se lo encarcela; cuando en lugar de brindar herramientas de reducción de daños a un consumidor -no adicto- se lo encarcela o se le brinda una medida de seguridad curativa o educativa" y agregó que "la juridización será sistémica cuando se valga de todos los canales: administrativos, legislativos, judiciales y doctrinarios".
El estudio aborda la temática de la droga comparando las normas jurídicas en Argentina y las de Uruguay, las nuevas enfermedades en los niños, el aborto, el acceso a la salud, y el secreto profesional, entre otros. "Se crean enfermedades que no hay", planteó el investigador. "En el caso de la infancia, la Asociación Americana de Psiquiatría creó distintos catálogos donde aparecen nuevas enfermedades para los niños, como el trastorno generalizado del desarrollo, el síndrome oposicionista, que tiene que ver cómo los niños son impulsados a que presten atención al docente cuando en realidad muchas veces los docentes deberían preguntarse por qué los niños no le prestan atención", aclaró.
Según Galati, "en materia de `Derecho de la Salud` los que tienen que decir son los protagonistas de la relación sanitaria: el paciente y el médico, si se trata de la salud individual. Lo cual guarda una relación estrecha con la visión transdisciplinaria de la salud en tanto ella no es abordada por una disciplina, tradicionalmente la Medicina, ni el Derecho, sino por aquellas necesarias para solucionar el problema de salud".
La investigación se basa en una metodología cualitativa, analizando los discursos, la documentación referente a fallos, normas, textos médicos, bioéticos y jurídicos. "Mis estudios siguen la línea de pensamiento complejo; es decir, un problema excede una disciplina, la idea fundamental es quebrar las barreras disciplinarias porque el conocimiento es uno y porque el hombre es uno", apuntó Galati.
Uno de los puntos de análisis es el caso del consumo de drogas. Para el investigador, en Argentina se juridiza la salud cuando se prohíbe su consumo o cuando se trata a los usuarios de drogas como adictos o toxicómanos. "La temática de las drogas es un problema social complejo, multidimensional y multicausal, fuertemente anclado en los factores políticos y culturales de la sociedad. Cuando se estudia esta temática llega a la cuenta de que hay usuarios de droga que la usan de manera social, recreativa, hay quienes son adictos como los hay a la comida o al trabajo", señaló el especialista.
Para Galati, el problema está en la relación que se tiene, por ejemplo con la droga, ya que hay personas que llegan a cometer un delito. "Ahí debería estar la respuesta del Estado. Hay que partir de la base de que no hay estúpidos, si no personas en conflicto con la ley penal, que pueden ser narcotraficantes, toxicómanos, usuarios o consumidores. Lo que sí debería criminalizarse es el tráfico de drogas, por una cuestión de salud y un negocio que no está tributando impuestos", remarcó.
En el estudio, el investigador comparó lo que sucede en nuestro país con Uruguay. "Allí hubo muchos avances porque trata al problema de una manera compleja. Acá tenemos la ley de estupefacientes que indica que todo el que tiene contacto con la droga va a la cárcel. El informe de la Junta Nacional de Drogas de Uruguay señala discriminadamente que la marihuana no es lo mismo que otras sustancias, en tanto la dependencia que promueve es de leve a moderada en comparación con la pasta base de cocaína, el alcohol, el tabaco y los psicofármacos, cuyo potencial toxicológico y adictivo es mayor", indicó Galati.
El investigador de la UNR insistió en considerar como imprescindible a un problema en su conjunto, a captar a la droga como un problema complejo. En este sentido, consideró que se debe "fragmentar el problema, ver los distintos aspectos, hay individuos con realidades diferentes. La ley engloba a todas las drogas y a las personas que tienen contacto con las drogas de la misma manera".
Otro caso de juridización de la salud es el tema de la medicalización de la muerte, con el caso Marcelo Diez, en coma desde hace 18 años, que está pendiente de resolución por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El estudio, asimismo, aporta otra mirada de la medicalización. "Uno no puede emplear recursos en enfermedades que no existen porque es dinero de la población. Del ámbito de la medicina hay enfermedades olvidadas, porque no son rentables. Los que crean medicamentos son las empresas y estas apuntan a generar ganancias. Muchas veces en pos de la ganancia se resiente un poco lo que tiene que ver con la salud", precisó Galati.
Como conclusión parcial, el investigador plantea que "los problemas no deben ser tratados por la medicina, medicalizando, o por el derecho, judicializando. Argentina tiene que superar al medicamento para avanzar en una forma más compleja de salud, más amplia e integral. El medicamento debería ser la terapia alternativa o complementaria al tratamiento de la salud, estos problemas no se solucionan tomando una pastilla".
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