Provincia y municipio firmaron los convenios para un fuerte programa de obras y capacitación de jóvenes que hoy no tienen inserción.
La Capital |
Siete barrios de Rosario resultarán beneficiarios de la primera etapa del Plan Abre, para la cual el gobernador Antonio Bonfatti y la intendenta Mónica Fein firmaron ayer una serie de convenios a fin de arrancar con intervenciones conjuntas en materia urbanística y social. La inversión total en esta fase inicial superará los 76 millones de pesos, destinados básicamente a obras de infraestructura (lo que incluirá apertura de calles, relocalización de hogares, construcción de viviendas, trazado de plazas y provisión de servicios básicos), así como al plan Nueva Oportunidad, un programa de capacitación en oficios y becas que en esta instancia llegará a mil jóvenes de la ciudad: 500 desde la semana próxima y otros tantos a partir de julio. Si a los 76 millones se suman 50 que la provincia ya ejecuta en las Flores Sur en el marco de un convenio con la Municipalidad y la Universidad, la inversión total asciende a 125 millones.
"Estos proyectos son una forma de garantizar derechos y brindar igualdad de oportunidades", afirmó Bonfatti, convencido de que el plan contribuirá además a "fortalecer la convivencia".
Los detalles de esta primera etapa del Abre se conocieron al mediodía en el Galpón 11, donde también se concretó la firma de los convenios con la participación de funcionarios de primera línea de la provincia y el municipio, y jóvenes de distintos barrios que en el 2013 se sumaron al proyecto Nueva Oportunidad.
El ambicioso plan de mejoramiento del hábitat, la convivencia, la seguridad y la calidad de vida que a fines del año pasado lanzó el gobierno de Bonfatti (quien ya entonces lo presentó como la "gran tarea para pacificar la sociedad rosarina") comenzará a instrumentarse en la ciudad en siete barrios definidos como prioritarios, dentro de un conjunto de 20: Industrial, Pineda, Fuerte Apache, Ludueña, La Palmera, El Eucaliptal y Las Flores Sur.
En todos ellos se hicieron previos relevamientos para definir cuáles serán las obras indispensables.
Así fue como se decidió el cronograma: en barrio Industrial se abrirán calles (French, Rubén Darío, Carrasco y San Jerónimo), se reubicarán familias y se ejecutarán distintas obras de infraestructura por más de 8,5 millones de pesos.
En Pineda se construirán 19 viviendas destinadas a las familias que resulten afectadas por la apertura de Centeno entre Ayacucho y Patricias Argentinas. La inversión será de 5.709.391 pesos.
En Fuerte Apache se edificarán 30 unidades habitacionales y se proveerán 38 núcleos sanitarios con sus correspondientes obras de infraestructura: los fondos destinados llegarán a 28.299.974 pesos.
A barrio Ludueña se le construirá una plaza y se abrirán un pasaje vehicular y calle Campbell. Para eso habrá que relocalizar a 16 familias, con una inversión de 5 millones.
En La Palmera la intervención contemplará el trazado de arterias y la relocalización de 66 hogares en un predio ubicado en 27 de Febrero y Nicaragua. El conjunto de obras demandará 10.706.632 pesos.
En El Eucaliptal el plan de mejoramiento implicará la regularización de las familias asentadas sobre Chaparro entre la colectora de la autopista Che Guevara y Chubut, con una inversión de más de 5 millones de pesos.
Las Flores Sur se llevará la mayor inversión: si se cuentan las obras actualmente en ejecución en el marco de un acuerdo entre la provincia, el municipio y la Universidad Nacional de Rosario (para las que Santa Fe puso 50 millones de pesos), el monto total llega a 63 millones. A esas tareas se agregarán otras en plazas, desagües, pavimentación, zanjeo y cloacas, con un presupuesto de $ 12.950.250.
Según precisó el secretario general de la Intendencia, Jorge Elder, del total de esos trabajos algunos ya se encuentran en marcha y otros comenzarán en breve, para lo cual ayer se conocieron las ofertas de la licitación para "un gran paquete de obras" (ver aparte). Otras estarán a cargo de la Secretaría de Hábitat provincial, dijo, y otras directamente del Servicio Público de la Vivienda, que depende del municipio.
Nueva oportunidad. La otra gran línea de acción a que apuesta el plan Abre en los barrios es el proyecto Nueva Oportunidad, una "herramienta de política pública activa de empleo e inclusión social para jóvenes de entre 16 y 30 años en situación de vulnerabilidad". Es decir, chicos que dejaron la escuela, no tienen trabajo ni oficio. En esta etapa se pretende llegar a mil: 500 ingresarán al programa en estos días y otros tantos en julio.
A cada uno de esos chicos, "detectados, convocados, visitados y acompañados territorialmente" —explicaron la directora de Políticas Públicas de Juventudes, Laura Capilla, y la coordinadora de participación Ciudadana, Patricia Tobín— se les ofrecerá capacitación en oficios y becas, con gran seguimiento".
Albañilería, electricidad, mecánica de autos, motos y lanchas, fotografía social, auxiliar de cocina, panificación, herrería y carpintería figurarán entre las opciones, consensuadas previamente en las mesas barriales.
Tendrán clase dos días por semana, pero un tercero participarán de actividades de integración, como paseos y debates. Si alguna se hace fuera del barrio, el "equipo distrital pondrá la movilidad", aclararon las funcionarias, lo que significa que pasarán a buscar a los jóvenes. Quienes cumplan con la asistencia y aprueben los cursos, recibirán una beca estímulo de 750 pesos.
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