La recepción es todos los últimos viernes y sábados de cada mes, en los distritos y en Montevideo 2852. Desde hace un mes, una cooperativa de jóvenes de barrio Las Flores se encarga de la clasificación. En el galpón de Montevideo 2852 se pueden seguir entregando computadoras, monitores y cualquier artefacto informático.
/La Capital |
El volumen de residuos informáticos que los rosarinos acercan a la Secretaría de Servicios Públicos cada fin de mes creció diez veces desde la puesta en marcha de la campaña en 2011. "Un crecimiento exponencial muy importante que es todo un logro", remarcó la titular del Programa Separe, Cecilia Mijich. Sin embargo, desde hace un mes tienen un nuevo objetivo, el de sumar al proyecto a una cooperativa de jóvenes de barrio Las Flores, que desde hace un mes ya reciben en un galpón de zona sur los artefactos entregados en los centros de distrito y en la Secretaría de Servicios Públicos. Allí, ya llevan adelante la clasificación y en poco tiempo más, harán el desguace y venta de los materiales que puedan revalorizarse. Ahora la meta es hacer sustentable el proyecto y lograr así un ingreso mensual.
Las campañas de recolección de residuos informáticos se pusieron en marcha en 2011 y desde entonces, se llevan adelante el último fin de semana de cada mes. Así, ayer se recibieron computadoras, notebooks, teclados, teléfonos y otros artefactos tanto en los seis centros de distrito de la ciudad y hoy, de 9 a 13, la recepción continuará en el galpón que la secretaría de Servicios Públicos tiene en Montevideo 2852.
"La necesidad de iniciar este tipo de campañas regulares tuvieron que ver con el incremento del consumo cada vez mayor de este tipo de tecnología y si bien la respuesta de la gente fue creciendo poco a poco, se logró un crecimiento exponencial", indicó la responsable del programa. El primer objetivo fue comenzar a disminuir la cantidad de residuos electrónicos enterrados en rellenos sanitarios, sobre todo teniendo en cuenta que además de los materiales como plástico y vidrio, estos artefactos contienen metales pesados potencialmente peligrosos, como plomo, cobre, zinc, mercurio, soluciones ácidas, níquel, berilio, arsénico y cadmio.
Aumento. De ese modo, de la primera campaña realizada en 2011 a este año, el volumen de artefactos recibidos se incrementó diez veces. En 2011 el galpón de la Secretaría de Servicios Públicos acopió 429 artefactos y en 2013, ya sumaban 3.013 los monitores, Pc, scanners, impresoras y notebooks que los rosarinos acercaron al lugar. El año pasado, la cifra volvió a crecer a 4.179 unidades; y este año sólo entre marzo y abril ya se superaron los 1.100 artefactos entregados.
Mijich destacó que "cada vez son más las personas que se acercan", sobre todo teniendo en cuenta que la entrega puede realizarse todos los últimos viernes de mes en los seis centros de distrito.
Sobre el material recepcionado, destacó que se trata mayoritariamente de CPU (23 por ciento) y monitores (22 por ciento), seguidos por teclados y mouses (16 por ciento), e impresoras (15 por ciento).
Cooperativa. Lo cierto es que ahora el programa dio un paso más, cuando dejó de contratar a una de las dos empresas habilitadas en la provincia para hacerse cargo de la disposición final de estos residuos y puso en marcha, a través de la Subsecretaría de Economía Solidaria, una cooperativa integrada por cinco jóvenes de barrio Las Flores que desde hace un mes trabajan en la clasificación de los artefactos.
"Se acondicionó un galpón en Molino Blanco y la cooperativa ya comenzó a dar los primeros pasos", contó la responsable de Economía Solidaria, y remarcó que "se trata de cuatro varones y una mujer, de entre 20 y 40 años, que son de la zona sur de la ciudad, que estaban en situación de vulnerabilidad y que de este modo se proponen tener un ingreso para sus familias".
Los integrantes ya se capacitaron a través la ayuda que brindó Nación y el municipio se encargó de acondicionar el lugar en el que trabajan. "Estamos en la etapa inicial, están ordenando los residuos de las últimas campañas y evaluaremos la capacidad productiva que tiene el emprendimiento, que se encargará de rescatar y vender el material, como plástico, vidrio, plaquetas y metales de los cables (cobre y aluminio)", detalló Mijich, e indicó que "los desechos volverán al municipio que se encargará de la disposición final que corresponda".
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