La jefa de Estado viajó al sur sin hablar del tema. Capitanich le pidió al juez Lijo que anticipe la indagatoria al vicepresidente.
De la redacción de El Litoral
La presidente Cristina Fernández evitó referirse a la citación a indagatoria de su vice, Amado Boudou, por la causa Ciccone, en tanto miembros del gabinete nacional aseguraron que el funcionario “está a disposición de la Justicia” y denunciaron prejuzgamiento y una campaña en su contra. Mientras Fernández de Kirchner viajó ayer por la tarde rumbo a Santa Cruz sin hacer comentarios sobre la situación de Boudou, quienes oficiaron de voceros del gobierno sobre la citación judicial al vicepresidente fueron el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Defensa, Agustín Rossi.
Anoche, Capitanich atribuyó la citación del vicepresidente a declarar ante el juez Ariel Lijo por la quiebra de la firma Ciccone, a “una operación mediática promovida por el grupo Clarín. Tratan de operar muy claramente. Es una operación mediática promovida por el grupo Clarín, que extorsiona a los jueces”, afirmó Capitanich a la Televisión Pública. El funcionario reiteró su visión de que hay dos poderes en la Argentina. “Hay un poder visible, nosotros, políticos que nos sometemos a la voluntad popular en forma periódica, y un poder invisible, que no está sometido a la voluntad popular, que tiene dos pilares: los grupos mediáticos concentrados y el Poder Judicial”, aseveró. Según Capitanich, este último poder extorsiona a los jueces a través de sus “sicarios mediáticos, amedrentando a sus hijos y familiares. Saben que nosotros no les tenemos miedo. Tenemos el coraje suficiente, por eso se la agarran con los jueces, que son genuflexos con sus intereses, y usan a otros opositores políticos que les tienen miedo”, disparó. Dijo que, en el caso Boudou, hay de parte de los medios “prejuzgamiento, juzgamiento, linchamiento mediático, acusación, condena y uso de esa condena con finalidad política. ¿Para qué existe entonces el sistema judicial, el debido proceso, si un medio de comunicación, con un objetivo determinado, lincha a cualquier ciudadano?”, se preguntó.
Por último, Capitanich pidió que Lijo llame a Boudou a indagatoria la semana próxima, sin “esperar al Mundial de Fútbol”, ya que la citación está prevista para el día 15, cuando Cristina Fernández viaje a Brasil para la reunión del Brics y el vicepresidente quede momentáneamente al frente del Ejecutivo.
Más expresiones
En tanto, Rossi coincidió en que Boudou sufrió un prejuzgamiento y una campaña en su contra “con un nivel de virulencia enorme”, y que debió soportar “más de 300 tapas de diarios en contra”. Además, en tren de cuestionar la decisión del juez Ariel Lijo, Rossi recordó los procesamientos al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, por el caso de las escuchas telefónicas y al actual diputado Federico Sturzzenegger, por el megacanje, y el tratamiento que se les da en los medios es totalmente distinto. “El nivel de la disparidad con el tratamiento entre situaciones similares -si se quiere más gravosas porque en los otros casos a los que hice referencia ya hay un procesamiento- es notable”, prosiguió.
Por su parte, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, tomó distancia y prefirió no hacer comentarios sobre la situación del vicepresidente. Desde el oficialismo, la titular del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Juliana Di Tullio, calificó como positiva la citación a indagatoria al considerar que “ahora va a poder empezar a ejercer su legítima defensa” por el caso Ciccone.
El dato
Tonta
La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, consideró que la presidente Cristina Fernández no “va a ser tan tonta, si cree” que su vice, Amado Boudou, “tiene algún problema, de dejarlo a cargo” del Poder Ejecutivo cuando ella viaje a Brasil, el mismo día de la indagatoria.
Bonafini comparó la situación de Boudou con la del militar César Milani, cuestionado por su rol durante la última dictadura: “Es lo mismo que el general del Ejército”, afirmó, al considerar que la citación del vicepresidente a indagatoria por la causa Ciccone forma parte de operaciones políticas.
Carrió: “Ciccone empezó con Kirchner”
La diputada y líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, sostuvo que el caso Ciccone, por el que el vicepresidente Amado Boudou fue citado a prestar declaración indagatoria, “es un negocio que empezó con (Néstor) Kirchner y siguió con Cristina” Fernández. “Empezó con Kirchner, se murió Kirchner y siguió con Cristina”, dijo Carrió, y agregó que en la causa por la quiebra de la imprenta “sólo faltaría imputar a (Jorge) Brito”, presidente del Banco Macro.
La legisladora expresó que la citación de Boudou “era lo que tenía que suceder, porque había una enorme cantidad de documentación que probaba los hechos”. Para Carrió, el juez de la causa, Ariel Lijo, “está diciendo la verdad, lo obvio, lo que decíamos en el dictamen: se trató de un negocio porque se quedaron con Ciccone”, afirmó.
Para la titular de la Coalición Cívica “estamos a las puertas de la destitución”, al dar por seguro el procesamiento de Boudou por la causa de la quiebra de la imprenta Ciccone Calcográfica. Carrió reclamó la destitución de Boudou a través de un juicio político en el Congreso, a pesar de que dijo no saber cuál será la actitud que tomará la presidente Cristina Fernández, al tiempo que subrayó que “abierta una eventual crisis institucional, lo mejor es ser prudente”. La titular de la Coalición Cívica insistió en que, en caso de que Boudou sea procesado en la causa por presuntas irregularidades para adueñarse de la quebrada imprenta, “no corresponde” su renuncia, sino que debe enfrentar un juicio político y “ser destituido por delincuente”.
Al ser consultada sobre la posibilidad de que Cristina Fernández remueva a Boudou del cargo, la diputada advirtió que “cuando uno es cómplice y tiene conocimiento de algunos hechos, no está en condiciones morales ni de pedir la renuncia, ni de pedir la licencia ni de imputarlo. Éste es un negocio que empieza con Néstor Kirchner y Amado Boudou, que continúa con Cristina y Amado Boudou”, reiteró.
Interés
El presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, aseguró que el caso Ciccone y la situación judicial de Boudou, genera interés en las conversaciones que lleva adelante el empresariado en la Argentina. “Un hecho judicial se conoció por el cual un político argentino, que mucha gente puede considerar que es exitoso, tiene el 15 de junio que presentarse ante la Justicia para enfrentar una indagatoria por tal vez hacerse dueño de una exitosa empresa en el país”, señaló Aranguren, en el Congreso Anual organizado por CRA.
El titular de Shell comenzó así su alocución ante unos 400 ruralistas y empresarios, y pese a que nunca mencionó el nombre de Boudou, todos sabían que se refería al vicepresidente. Sin tampoco mencionar a Lázaro Báez, Aranguren explicó el interés de los hombres de negocios en el caso investigado judicialmente en Suiza, acerca de un “exitoso empresario argentino que movió fondos por decenas de millones y ahora se investiga el origen de esos fondos”.
EL LITORAL.
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