El fiscal regional de Rafaela, Carlos Arietti, se refirió a los casos de brutales abusos policiales que se investigan en la seccional policial de Frontera.
/La Capital |
La comisaría de Frontera ganó una triste fama la semana pasada cuando un hombre que fue detenido en ese lugar fue crucificado y abandonado en San Francisco, Córdoba, con un cartel que decía "No robarás".
"Tuvimos dos casos más que llegaron a conocimiento de esta Fiscalía. Se están investigando, pero ya tenemos elementos para imputar a funcionarios por esos hechos", dijo Arietti.
Uno de los episodios sucedió hace un par de semanas y tuvo como víctima una persona que fue encarcelada en la comisaría de la pequeña localidad. "Lo metieron en un calabozo, lo desnudaron y le ataron las manos a una reja para luego tirarle agua a balazos. Horas después, esta persona terminó haciendo sus necesidades biológicas en el lugar y se la obligó a tomar el orín de otras dos personas. Eso le provocó una reacción en el cuerpo y vomitó. Ante esa situación le quitaron las esposas y lo obligaron a esparcirse el vómito sobre todo el cuerpo", contó el fiscal.
El funcionario dijo que la difusión del caso del hombre crucificado y la posterior detención de los policías sospechados "destrabó" la investigación de casos similares ocurridos en la misma depedencia.
"Esta situación fue denunciada hace varias semanas atrás. Pacientemente tratamos de realizar una investigación, pero nos enfrentamos a la reticencia de muchos testigos por el terror que tenían de hablar. El caso de la persona crucificada y la detención de los policías aceleró la investigación y recopilación de evidencia", agregó.
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