Los dos goles de Vélez los convirtió Mauro Zárate a los 6' y a los 14' del primer tiempo. En el segundo tiempo se fue expulsado Mansilla por dos amarillas. Colón está en zona de descenso junto a Rafaela. El Sabalero acumula cuatro sin ganar y definirá la permanencia en la última fecha.
.Diario UNO |
En el José Amalfitani, Vélez venció a Colón por 2 a 0, con un doblete de Mauro Zárate, y lo hundió en la zona roja del descenso. Este resultado le complicó la vida al Sabalero, ya que quedó en la misma línea que Atlético de Rafaela y deberían jugar un desempate para determinar quién se queda y quién se va. Ahora está obligado a ganarle a Olimpo la semana que viene y esperar un par de resultados para soñar con seguir en la elite nacional.
Colón Salió a jugar el partido sabiendo que Rafaela estaba empatando. Pero también sabía que si quería salvarse definitivamente dependía de sí mismo. Es por ello que encaró este pleito con la tónica que todos le conocemos, esperando en campo propio a la espera de golpear de contra. Pero el inicio no fue el mejor, ya que en 4’, el dueño de casa tuvo dos opciones claras para ponerse en ventaja a través de Héctor Canteros, que forzó dos grandes tapadas de Germán Montoya.
Era un monólogo del Fortín y, de tanto apretar y desbordar a un equipo que no entraba en sintonía, se veía venir el primero, que llegó a los 6’ de la mano de Mauro Zarate, que de media vuelta la mandó a guardar, tras una formidable jugada individual de Lucas Pratto. Por que más que haya sido imperceptible, fue un golpe que dejó tambaleante a los santafesinos, que prácticamente estaban abatidos con más de un tiempo por delante. Por eso no sorprendió que, a los 14’, llegara el segundo en los pies, otra vez, del goleador del campeonato (con 11), Mauro Zárate, que estremeció las redes cerca del punto penal para establecer el 2 a 0 parcial.
El panorama no era para nada alentador. Colón era un equipo chato, deslucido, que en todo momento careció de ideas para atacar y sobre todo para defender, a priori su principal virtud, y Vélez supo sacarle provecho con una gran actuación de Héctor Canteros y Alejandro Cabral.
Poco a poco el elenco de Diego Osella se fue adelantando en pos de ir en busca del descuento, pero lo hizo a los ponchazos y embistiendo como un autito chocador. Cero creatividad. Cero volumen de juego. Sin el temperamento innato que todos le elogian. Con más ganas que fútbol, pero así y todo logró cambiar la historia, ya que el elenco de Turu Flores no tenían tanto la pelota. Con un par de corridas de Luque, sumado al despliegue de Mansilla, el Sabalero estuvo cerca del descuento de no ser por la impericia al momento de ejecutar el puntazo final. De esa manera se extinguieron los 45’ iniciales, donde Colón mostró su peor cara ante un rival que lo pasó por encima, sembrando así la preocupación de cara al final.
Cambio de actitud
Después de un pálido primer acto, el Sabalero salió decidido a cambiar su imagen en el complemento, para ello Osella puso a Curuchet por Luque y adelantó sus líneas. Y los resultados llegaron rápidamente, donde Lucas Alario saboreó el descuento después de una gran jugada preparada ejecutada por Videla, pero Sosa se lució ahogándole el festejo. Pero eso no fue todo, porque a los 11’, Masilla, que definitivamente ya era un delantero más, quedó cara a cara con el golero velezano, que volvió a tapar para convertirse en esa altura en una de las grandes figuras.
Colón era otro equipo. Revitalizado y mentalizado en dejar todo, con una vergüenza deportiva encomiable. De no ser por Sosa, hubiese convertido por lo menos un gol.
El tiempo transcurría y por más que la historia aún no estaba concluida, daba la sensación de que el resultado no se modificaría. Osella se la jugó con Gandín para jugar los minutos finales con tres puntas en busca de la heroica. Lógicamente que era todo un riesgo, ya que los espacios en defensa eran muy grandes a pedir de Vélez, que hace rato se había conformado con el resultado.
Después de un pálido primer acto, el Sabalero salió decidido a cambiar su imagen en el complemento, para ello Osella puso a Curuchet por Luque y adelantó sus líneas. Y los resultados llegaron rápidamente, donde Lucas Alario saboreó el descuento después de una gran jugada preparada ejecutada por Videla, pero Sosa se lució ahogándole el festejo. Pero eso no fue todo, porque a los 11’, Masilla, que definitivamente ya era un delantero más, quedó cara a cara con el golero velezano, que volvió a tapar para convertirse en esa altura en una de las grandes figuras.
Colón era otro equipo. Revitalizado y mentalizado en dejar todo, con una vergüenza deportiva encomiable. De no ser por Sosa, hubiese convertido por lo menos un gol.
El tiempo transcurría y por más que la historia aún no estaba concluida, daba la sensación de que el resultado no se modificaría. Osella se la jugó con Gandín para jugar los minutos finales con tres puntas en busca de la heroica. Lógicamente que era todo un riesgo, ya que los espacios en defensa eran muy grandes a pedir de Vélez, que hace rato se había conformado con el resultado.
Los minutos pasaron y el partido llegó a su fin con un más que justificado 2 a 0 para Vélez, que tranquilamente pudo ganar por más ante un Colón que sólo jugó bien en un puñado de minutos en el segundo tiempo. El panorama ahora es bien diferente y el Rojinegro ya no depende de sí mismo para quedarse en Primera, con lo cual en el duelo de la próxima fecha ante Olimpo será a todo o nada en una batalla decisiva.
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