Con apenas ocho días en Malvinas, Colin Roberts tuvo su primer cruce con el gobierno argentino. En diálogo con Infobae, el nuevo gobernador británico para las Islas acusó al país de hacer "bullying" contra sus habitantes y sugirió que la administración de Cristina Kirchner debería "portarse bien" para evitar nuevas tensiones. "Nos trata como si fuéramos sus súbditos", advirtióAlicia Castro.
La embajadora argentina en el Reino Unido dialogó por teléfono con Infobae y criticó no sólo las palabras del nuevo enviado británico, sino que también recordó las revelaciones de WikiLeaks acerca de sus cuestionables antecedentes. Además, volvió a convocar al diálogo a Gran Bretaña, defendió el derecho del gobierno nacional a aumentar su armamento y criticó el "innecesario" despliegue militar inglés en las Islas, debido a que la "Argentina nunca más va a ir a la guerra por Malvinas".
Mientras se prepara para reunirse el mes que viene con Tam Dalyell – dirigente laborista escocés, autor del libro One Man's Falklands y uno de los pocos miembros del Parlamento británico en votar contra la guerra en 1982 –, Alicia Castro denuncia la "total fabricación mediática" de las acusaciones contra Argentina y continúa su trabajo entre la sociedad civil, las asociaciones antibélicas y los gremios británicos para defender la postura nacional. La esperanza es conseguir torcer tarde o temprano la opinión pública en favor de la retirada británica. Pero esa no es la única apuesta. "Los habitantes de las Islas Malvinas tendrían una vida mucho mejor si la Argentina ejerciera la soberanía", aseguró.
-La semana pasada Colin Roberts dijo que si la Argentina quiere una reunión con el Reino Unido tiene que pedírsela al secretario de Asuntos Exteriores, William Hague. ¿Pero qué pasó en veces anteriores cuando se le solicitó un encuentro?
-Nuestro país está de acuerdo en que la controversia por la soberanía sobre las Islas requiere del diálogo directo entre nuestro canciller y el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido. Pero cuando hemos pedido audiencias para Héctor Timerman, por ejemplo cuando vino a Londres en febrero del año pasado, Hague lo evitó aduciendo que tiene que reunirse con los "representantes" de las Islas Malvinas. Lo digo entre comillas obviamente porque son representantes ilegítimos.
-También negó la presencia de armas nucleares y dijo que la presencia militar en las islas es la mínima indispensable para su defensa...
-No es necesaria ninguna presencia militar en las Islas porque el Reino Unido sabe como todo el resto del mundo que la Argentina nunca más va a ir a la guerra por Malvinas y que Argentina no representa una amenaza bélica. Además... ¿presencia militar mínima? En las Islas Malvinas hay entre 1.500 y 2.000 efectivos militares británicos para una población de 2.841 habitantes, incluyendo los 369 civiles que trabajan en la base militar. Están allí para detener una invasión que nunca ocurrirá. Muchos ciudadanos británicos en esta época de crisis económica no están de acuerdo con que ese despliegue militar se cargue sobre los tributos de los ciudadanos.
"ARGENTINA NO REPRESENTA UNA AMENAZA BÉLICA PARA MALVINAS"
-Si la posición argentina lograse un mayor respaldo en la opinión pública británica, ¿ven alguna posibildiad de que el gobierno inglés cambie de postura?
-Llegará el momento en que la Argentina ejerza la soberanía sobre las Islas Malvinas. Nuestra tarea es acortar esos tiempos. Por supuesto que la opinión pública y, sobre todo, la prensa pueden tener un rol muy importante. Hay políticos que hacen exclusivamente lo que le indican las encuestas y no sus valores o principios. Pasa en todos lados.
-¿La Argentina hace algún tipo de bullying contra los habitantes de las Islas, como dijo Colin Roberts?
-Me sorprendió la frescura con que habla del hostigamiento o bullying de nuestro país. Le falta el respeto a la Argentina al afirmar que tiene acciones lamentables e indignas de un Estado democrático y manda a nuestro Gobierno a "portarse bien". Nos trata como si fuéramos súbditos del Imperio. (...) Luego – también faltando el respeto, pero esta vez a la verdad – afirma que hay un gran resentimiento entre los habitantes de las Islas porque sienten que el gobierno argentino hace bullying contra ellos. He analizado mucho como la presunta hostilidad argentina es una total fabricación mediática programada por la propaganda británica. Nos presentan a nosotros como haciendo hostigamiento, pero el gobierno británico invadió nuestras islas en 1833 y expulsó por la fuerza a la autoridad argentina. Toda la comunidad internacional, a través de la ONU, reconoce que existe un conflicto de soberanía y el Reino Unido se niega a dialogar a pesar de que hay 41 resoluciones de la ONU que urgen a ambas partes a negociar. También en abierta violación de las resoluciones, en las Islas Malvinas actualmente se están explotando ilegalmente nuestros recursos pesqueros. Se están dando licencias por 25 años, están explorando nuestra plataforma de hidrocarburos en la plataforma argentina y mientras tanto la Argentina permite que se realicen vuelos y comunicaciones. Ahora, ¿somos nosotros los que hacemos bullying? ¿O es el invasor?
-¿Por qué cree entonces que dice que hay un gran resentimiento contra el país?
-Eso se da de bruces con la realidad: Argentina no sólo es probablemente el país más anglófilo de la Argentina, sino que además tiene la comunidad de descendientes británicos más importante de toda América Latina. En Argentina hay 70.000 galeses en la Patagonia que disfrutan de su identidad, de su cultura y de sus costumbres. (...) ¿Qué prueba más grande puede haber de que el país ofrece respeto, oportunidades y amistad hacia cualquier comunidad? Yo estoy segura de quelos habitantes de las Islas Malvinas tendrían una vida mucho mejor si la Argentina ejerciera la soberanía. Para empezar, no tendrían un gobernador colonial designado por el Reino Unido. Elegirían a su propio gobernador como hace cualquier provincia argentina. Ellos saben, aunque lo oculten, que la explotación de petróleo no es realizable sin un vínculo con el continente. El diario The Times publicó el año pasado un artículo muy importante y varios lo han seguido después haciéndose eco de nuestras advertencias: un derrame de petróleo en las Islas Malvinas podría provocar una catástrofe ecológica porque no tienen ninguna vinculación ni ninguna logística adecuada si no tienen una relación con el continente. Si la Argentina ejerciera su soberanía, podrían explotar sus recursos petroleros como cualquier provincia petrolera argentina. Tendrían una calidad de vida mejor, como tienen los 250.000 descendientes de británicos que viven muy felizmente en nuestro país.
-Un cable filtrado por WikiLeaks lo mostraba a Roberts con expresiones despectivas hacia los habitantes de la isla Diego García en el archipiélago de Chago, pero él lo negó...
- Lo negó pero no dijo qué pasó en esa reunión. Esos cables fueron publicados por WikiLeaks y The Guardian. Nadie los desmintió. Son todos cables verdaderos. No los negó la embajada de los Estados Unidos en Londres. Incluso en el cable el funcionario estadounidense le vuelve a preguntar cuando Colin Roberts insiste en la conveniencia de establecer una reserva o un santuario marino para que los chagosianos no vuelvan nunca más. Es cuando dice esa frase terrible: "No habrá huella humana ni Man Fridays (sic) en las islas". Usa el término Man Friday que es el nombre del sirviente aborigen de Robison Crusoe. Es un enorme contenido racista en alguien que está alegando que los habitantes de las Islas Malvinas tienen derecho a la autodeterminación y al mismo tiempo está empujando a los chagosianos a dispersarse en el mundo y en la pobreza. Ese cable fue utilizado en un tribunal donde se lleva a cabo un juicio de los chagosianos y no fue refutado.
-Hace unos meses algunos medios británicos se mostraron preocupados por la posible compra de aviones de combate israelíes. ¿Esa compra puede tener algún efecto en las conversaciones?
-No, la Argentina no existe como una amenaza bélica para el Reino Unido o los habitantes de las Islas Malvinas. La Argentina tiene, por supuesto, como todos los países soberanos del mundo,derecho a establecer las condiciones de su propia defensa, pero nosotros no significamos una amenaza. Es una nueva fabricación que tiene que ver con el lobby militar que pretende que el Reino Unido compre más armamento. Tiene que ver también con la aspiración imperialista del Reino Unido de tener una base geoestratégica al sur de nuestro continente entre los dos océanos. Ese fue el interés que promovió la ocupación británica. Ese fue el interés que está explícito en las cartas y manifestaciones de los británicos desde el año 1740 y es el interés que sigue prevaleciendo hoy.
INFOBAE.
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