San Nicolás y Ramallo sufrieron ayer las consecuencias del temporal. El resto del sur santafesino tuvo un alivio al ceder la intensidad de las lluvias, pero aún se encuentran en alerta.
La Capital |
La mayoría de las localidades del sur provincial afectadas por el temporal tuvieron ayer un alivio al ceder la intensidad de las lluvias, que sin embargo siguieron causando numerosos problemas en varias ciudades y pueblos del taco de la bota santafesina y sobre todo en el norte bonaerense, así como en rutas, autopistas y caminos rurales. Peor fue la situación en el conurbano bonaerense, donde hubo una víctima fatal y alrededor de 2 mil evacuados por las fuertes tormentas.
En la provincia de Santa Fe, las precipitaciones constantes desde la tarde del miércoles no dieron respiro a ciudades como Villa Constitución y a su hermana menor sobre la ruta provincial 21, Empalme Villa Constitución, una comuna que nuevamente quedó aislada. Ya con las intensas lluvias registradas desde el domingo pasado, los terrenos —en muchos casos compactados por la modalidad de labranza cero— habían quedado complicados en cuanto a la capacidad de drenaje, por lo que las nuevas precipitaciones quedaron directamente sobre la superficie y anegaron distintos sectores de la ciudad.
En Empalme Villa Constitución, el canal homónimo que pasa por las cercanías de todas las localidades del departamento se desbordó y sobrepasó la calzada sobre la ruta provincial 21 y el denominado camino Chapuy.
En tanto, en Villa Constitución, al igual que ayer, se observaban cortes de calles y complicaciones en el barrio Ingeniero Arturo Acevedo, donde los vecinos afectados por la inundación cortaron la calle para protestar. Si bien el personal municipal realizó trabajos para contener el agua, varias casas se vieron afectadas. La zona donde el agua causó más daños en esta ciudad es la del barrio Unión, situado sobre la barranca. Allí, personal municipal auxilió a vecinos cuyo patio se había desbarrancado, y en el que unas seis precarias viviendas corrían peligro de derrumbe.
Buenos Aires. Varias ciudades del norte de la provincia de Buenos Aires registraban ayer numerosos evacuados como consecuencia del temporal de lluvia que azotaba este viernes a la región. Las ciudades más afectadas por el fenómeno climático fueron San Nicolás, San Pedro, Arrecifes y Ramallo.
En la cercana San Nicolás, la lluvia volvió a afectar ayer a esta ciudad al generarse un corte sobre la ruta 188 y al tener que restringir la circulación en el camino a la localidad de La Emilia, lindante con el Arroyo del Medio y el limite interprovincial con Santa Fe.
Desde el domingo —incluyendo los 120 de ayer— la lluvia marcó los 450 milímetros en el pluviómetro, con lo que el panorama se complicó en demasía para los nicoleños, con calles y viviendas inundadas y numerosos evacuados. Calles y viviendas se vieron nuevamente inundadas en esa ciudad y su zona. El camino que va desde la autopista hasta La Emilia, incluyendo especialmente barrios Colombini y Mosconi, fue una de las zonas más afectadas.
Desde diversas áreas de la Municipalidad, con la ayuda de la policía, Defensa Civil y el ejército, se trabajó intensamente para trasladar evacuados y aportar alimentos. Desde la mañana, el paso vehicular fue restringido en el sentido hacia La Emilia, permitiendo el paso sólo de los vehículos de las fuerzas de seguridad que trabajan en el operativo de evacuación y asistencia a los damnificados, y colectivos de transporte público; ya que los autos no podían atravesar el tramo por el alto nivel del agua sobre el asfalto.
El subsecretario de Desarrollo Urbano de la ciudad, Rodolfo Fernández Viña, declaró a medios locales había unos 180 evacuados en los distintos centros.
A media mañana de ayer se determinó el cierre de la circulación vehicular por la ruta 188 que une a la ciudad con Conesa, Pergamino y otras localidades. El puesto ubicado en el cruce con la ruta 9 comenzó a desviar el tránsito por otras arterias hasta que bajara el nivel del agua para evitar accidentes mayores.
Ante la emergencia, el Gobierno bonaerense dispuso el envío de cuadrillas a los distritos de San Nicolás, Arrecifes, San Pedro y Ramallo, los más afectados hasta el momento por las intensas lluvias.
Alivio en otras zonas. Mientras tanto, buena parte del sur santafesino tuvo ayer un alivio al ceder la intensidad de las lluvias aunque continuaba el temor por posibles desbordes. Si bien la principal preocupación seguía siendo la gran cantidad de agua proveniente de los campos, todo indica que, mientras los sistemas de desagües respondan y no se registren excesivas precipitaciones como sucedió días atrás, retornará la normalidad.
“Al haber llovido no más de seis milímetros entre anoche y este mañana (por ayer) las aguas que había en el pueblo escurrieron y estamos más tranquilos, aunque seguimos en estado de alerta puesto que el pronóstico del tiempo no es alentador y, de repetirse las precipitaciones del fin de semana, podrían registrarse nuevas problemas”, admitió el jefe comunal de Carreras, Germán Batista.
“Las canales de desagüe están funcionando correctamente —aseguró— pero la preocupación son los excesos hídricos que siguen llegando de las áreas rurales y hace que los canales estén al límite”.
La comunidad de Máximo Paz también amaneció ayer con optimismo. Tras haber sufrido la inundación del Barrio Francesio, que obligó la evacuación de un centenar de personas que en su mayoría ya regresaron a sus hogares, “la situación está controlada y no se registraron nuevos inconvenientes”, explicó el jefe comunal, Iván Camats.
La comunidad de Máximo Paz también amaneció ayer con optimismo. Tras haber sufrido la inundación del Barrio Francesio, que obligó la evacuación de un centenar de personas que en su mayoría ya regresaron a sus hogares, “la situación está controlada y no se registraron nuevos inconvenientes”, explicó el jefe comunal, Iván Camats.
No obstante, señaló que continúan las acciones para prevenir nuevas inundaciones en el casco urbano, como la colación de bolsas de arena en viviendas establecidas en áreas críticas así como la limpieza de canales, entre otras medidas precautorias. Tras reunirse con funcionarios provinciales anunció que el Ministerio de Aguas destinará 400 mil pesos para tareas de limpieza y ensancha de canales, lo que permitirá un mejor escurrimiento de las aguas a fin de prevenir futuras inundaciones.
En Melincué. El fenómeno también impactó en la Laguna de Melincué al registrar en los últimos días una crecida de un metro. Así lo aseguró el jefe comunal de la localidad homónima, Gabriel Rebora, quien atribuyó el fenómeno al aporte hídrico proveniente de los campos y de canales clandestinos que abundan en la zona ante la falta de controles”.
Si bien el mandatario viene denunciando desde hace un tiempo la presencia de desagües ilegales en áreas rurales, ahora volvió a la carga con la esperanza de “obtener alguna respuesta, ya que hasta ahora nada cambió”. Asimismo, reclamó a la provincia ensanchar el puente Carretero, establecido sobre un canal que cruza la Ruta Nº 93.
Si bien la Laguna de Melincué cuenta con estaciones de bombeo para regular su nivel no podrán entrar en funcionamiento hasta que bajen las aguas del Canal San Urbano para recibir sin inconvenientes los excedentes hídricos del humedal con desembocadura hacia el Río Paraná.
El jefe comunal aclaró que “en el radio urbano no se registraron problemas y estamos tranquilos pese a la crecida de la Laguna ya que no corre riesgos de desbordes excepto que se produzca una situación de características excepcionales y extremas”. Rebora aseguró que “no hay ningún temor en la comunidad de que se produzcan problemas” hídricos a causa por un eventual avance de la laguna y resalto que “se continúa trabajando” en un proyecto turístico que “despierta el interés de inversionistas”.
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