A sólo una semana de la puesta en marcha de la policía comunitaria, los habitantes y comerciantes del barrio coincidieron al afirmar que la sensación de seguridad es mayor. Los agentes caminan a diario cuadra por cuadra y dialogan con los vecinos y comerciantes.
Agenciafe/Diario UNO |
La puesta en marcha de la policía comunitaria podría marcar un antes y un después en la vida de los vecinos del barrio Barranquitas. En una zona que se hizo conocida por los reiterados hechos de inseguridad que se registraron en los últimos años, la confianza de la gente en el cambio se empieza a sentir.
Y es que desde la semana pasada un grupo de 25 agentes trabajan a diario en la zona comprendida entre las calles Fray Cayetano Rodríguez, avenida López y Planes, Pasaje Irala y avenida Presidente Perón, patrullando las calles a pie e interactuando con los vecinos.
Diario UNO realizó una recorrida por el barrio para dialogar con los habitantes de la zona e interrogarlos sobre los efectos que causó la presencia de los agentes en la calle.
Tanto los residentes, como los comerciantes, coincidieron al momento de afirmar que a pesar de que tan sólo pasaron siete días de su implementación, se sienten más tranquilos y resguardados.
El presidente de la Vecinal Unión, Progreso y Libertad de Barranquitas, Héctor Valiente, realizó un breve análisis sobre el efecto que ha tenido en tan poco tiempo el acercamiento de los agentes a los vecinos.
“La gente realmente está observando cómo actúa la policía y se siente mas tranquila. Hemos recorrido las zonas mas riesgosas (como calle Brasil y Cochabamba) y se puede ver a la gente que vuelve a sentarse en la vereda de su casa a la tarde”, señaló Valiente.
La cercanía y el hecho de que los integrantes del cuerpo realicen constantemente caminatas por las zonas asignadas genera confianza en los vecinos, que de a poco comienzan a contactarse con los policías y lo que es más importante, a colaborar.
“La gente los ve y los tiene a ellos, que es muy distinto a lo que pasaba antes cuando llamabas a la comisaría y te respondían que no tenían personal. En este caso, estamos viendo a la policía en la calle”, recalcó Valiente.
Una mayor tranquilidad, confianza y esperanza es lo que se puede observar en los habitantes del barrio. “La policía en la calle es buenísimo, pero te vuelvo a repetir, siguen los arrebatos. Y es necesario que la gente empiece a participar”, finalizó.
En tanto, una comerciante de la zona señaló que hubo un cambio rotundo en el barrio. “Cambió notablemente la situación, ellos se pasean. Uno puede abrir las puertas, pero claro es en un horario en el que ellos andan: no están todo el día”, relató Susana propietaria de un local multirrubro de Avenida López y Planes.
“Antes de la puesta en marcha, el sentimiento de inseguridad era general, ahora estamos resguardados”, agregó.
Como todo comienzo y período de prueba quedan ajustes por hacer. En este caso, los vecinos hicieron hincapié en el horario de los agentes que es de 9.30 a 12.30 por la mañana y de 18 a 21.30 por la tarde. Muchos recalcaron que el período de la siesta queda a merced de los delincuentes que aprovechan la ausencia de los agentes para cometer sus delitos.
“Por ejemplo anoche, a las 23, le robaron el bolso a una señora, en el horario que ellos no están los robos siguen”, relató Susana.
“Todo lo que sea para el bien y la seguridad del barrio, lo vamos a apoyar. Pero vemos que los agentes están muy limitados en su accionar. Incluso hay gente de Avenida Perón que se quejó porque no van hasta allá, el radio de su trabajo iba a incluir esa avenida pero después dieron marcha atrás”, recalcó Laura Beliqua, vecina y comerciante.
“Por un lado uno siente que empezaron a moverse las cosas, con riesgos grandes. Pero también vemos la falta que la misma policía tiene”, agregó Laura.
La semana del 1 de febrero los actores barriales y representantes de las fuerzas entre otros, se reunirán para analizar el funcionamiento del nuevo cuerpo de policía.
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