Otro día de cortes de luz y altas temperaturas llevó al vicepresidente de la EPE, Cristian Berrino, a admitir una situación crítica por el inusitado aumento de la demanda. Hubo amenazas a operarios, cortes de calle y tomas de oficinas de la firma.
/Rosario 12 |
El vicepresidente de la Empresa Provincial de la Energía, Cristian Berrino, le puso contexto climático y nacional a la proliferación de cortes de luz en Rosario para señalar que "dentro del plan de contingencia, pasamos del estado de alerta al estado de emergencia, tras doce días consecutivos de temperatura extrema". Para ello comparó el consumo eléctrico del miércoles 25 que fue 45 por ciento superior al registrado el mismo día del año pasado. "Eso supera con creces cualquier planificación previa de inversiones", argumentó para rechazar las acusaciones de subejecución de partidas, una lectura del diputado provincial opositor Mario Lacava. El funcionario de la EPE pidió "un uso responsable y solidario de los aires acondicionados", confirmó que se continuará con un esquema de cortes preventivos y dijo entender "el malhumor de la gente", pero condenó las hostilidades contra los operarios de calle. "Han amenazado con armas de fuego al personal, hubo agresiones físicas. Debemos privilegiar la seguridad de nuestros trabajadores y, si no están las condiciones adecuadas, no podremos avanzar con la reposición del servicio", advirtió.
Berrino expuso ayer en conferencia de prensa la situación desde el punto de vista de la empresa estatal. Reparó en que el Servicio Meteorológico Nacional agravó el estatus de situación de alerta naranja a roja, tras 12 días de calor extremo y sin tregua. "En ese marco, nuestras instalaciones no son ajenas a esas consecuencias. Esta mañana (por ayer) estábamos en 100 megavatios por encima del lunes 23, cuando registramos el último record histórico de 2108,6 MW. El día de Navidad hubo un 45 por ciento más de consumo energético que el mismo día del 2012, lo que indica un crecimiento por fuera de cualquier estándar normal. A eso se suman dificultades en el sistema de generación y de transporte, salió de operación la Central Sorrento y surgieron problemas en líneas de transporte que podrían condicionar el sistema en la ciudad y el sur de Santa Fe", describió el número dos de la EPE.
Berrino reveló que "se resolvió activar su protocolo de acción frente a situaciones extraordinarias, lo que implica agilizar la gestión interna para disponer de insumos y recursos, y también para pedir a la ciudadanía efectuar un uso responsable de los aires acondicionados, que en cada vivienda funcione uno por vez, que los bancos y paseos comerciales que poseen grandes ambientes reduzcan a la mitad el uso de sus equipos y regulen termostatos por arriba de los 25 grados", reveló. Las definió como "medidas solidarias que ayudarán a pasar esta ola de calor sosteniendo la demanda mientras vamos reparando las instalaciones sometidas a estas temperaturas extremas".
El funcionario se ubicó en la piel y el ánimo de los clientes que soportan los contratiempos del servicio. "Entiendo su malhumor, atravesar este calor extremo sin energía eléctrica. La cantidad de reclamos que provienen de la red de baja tensión está muy por encima de lo normal y eso estira los tiempos de reposición con que veníamos trabajando", concedió. Pero advirtió: "Lo que no podemos permitir es que esto derive en agresiones físicas, en casos donde han amenazado con armas de fuego al personal que trabaja sin descanso para dar solución a los problemas. Privilegiamos la seguridad de nuestros trabajadores y, en la medida que no haya condiciones adecuadas para desenvolverse correctamente, no podremos avanzar en la reposición del servicio".
Berrino distinguió la situación en Rosario con la que exhibe Buenos Aires y su conurbano. "Aquí no tenemos barrios enteros sin luz, tenemos casos puntuales y, a lo sumo, algunos sectores en gran escala, pero no es ni parecido a lo que ocurre allá", afirmó.
Mientras tanto, promediaba un corte preventivo entre Rivadavia, Mendoza, Oroño e Iriondo que se prolongó hasta el atardecer. "Lo hicimos para reparar dos alimentadores y dar solución definitiva a esa zona que veníamos sometiendo a cortes", aclaró. Por la tarde se sumaron otros tres cortes en el centro y uno más en zona sur que concluyó hacia las 19.30, como forma de restringir la carga de la red "y evitar que se produzca una avería con consecuencias más graves", según se informó. Y además, numerosas quejas provenientes de fallas en la red de baja tensión. "Es una cantidad importante y es lo que mayor tiempo lleva reponer porque obliga a la cuadrilla a ir domicilio por domicilio", admitió el funcionario.
Berrino negó que la coyuntura sea la secuela de una inversión insuficiente, tardía o mal planificada. "No es cierto. Las distribuidoras planifican de acuerdo con la demanda esperada de crecimiento vegetativo, pero si en el mismo día de un año para otro el consumo es 45 por ciento superior, eso está fuera de cualquier planificación", afirmó. Por último, dijo que la empresa seguirá con su plan de obras, pero --aclaró-- "sepan que hemos llegado a saturar la capacidad de los contratistas y hemos tenido licitaciones desiertas porque no se presentó nadie. La inversión está y, si no, muchas zonas que padecieron en el verano 2011 ahora no volvieron a tener esos problemas y hubieran vuelto a vivir lo mismo. Esta es una situación coyuntural extrema", insistió.
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