La inflación y la cotización del dólar “blue” colaboraron con el incremento de los fuegos artificiales. Una torta cuesta entre $250 y $3.500 pesos, en cambio las líneas infantiles son las más económicas.
Los festejos de Navidad y Fin de Año suelen estar teñidos con los colores de los tradicionales fuegos artificiales. Es habitual que los más pequeños se entretengan hasta la llegada del brindis con las estrellitas de colores o el chasquido del chasquibum. En tanto, los adultos prefieren volcarse por los elementos más ruidosos (y en consecuencia peligrosos) como bombas de estruendo o cañas voladoras.
Este año, adquirir estos elementos tendrá un valor mayor que el año pasado, ya que vienen con un incremente del 50 % en su valor.
Semanas antes de las fechas festivas, los santafesinos comienzan a visitar las tiendas para adquirir los fuegos artificiales para los más chicos de la casa, dejando lo “pesado” para los días previos a los festejos.
“Ya más cerca de las fechas de festejos, los clientes se vuelcan a adquirir los fuegos pesados como ser las tortas o cohetes. Habitualmente la gente gasta entre 200 y 300 pesos para adquirir juegos infantiles, como ser chasquibum, fosforitos, varillitas de colores, etcétera”, señaló Lucas, vendedor de una reconocida casa de cotillón.
Las expectativas del sector en relación al nivel de ventas son positivas, a pesar de las fuertes campañas contra el uso de la pirotecnia, los comercios ya comenzaron a expender para las fiestas.
—Lo que más llevan los grandes, ¿qué precio tienen este año?
—Uno de los productos que más elige la gente es la torta que este año tienen un costo que arranca en los 250, pudiendo llegar a los 3.500 pesos: en ese sentido la variedad es muy amplia y cambiará a medida que aumente el calibre del producto.
“La presentación de este juego viene en una caja armada, se prende una mecha y tenés un show de fuegos artificiales que puede durar entre 30 segundos y dos minutos y medio. Una torta con una duración de dos minutos y medio tiene un costo que oscila en los 3.500 pesos”.
—¿Qué es lo más seguro para que los más chicos jueguen?
—Dentro de lo que es pirotecnia hay una línea infantil que incluye: estrellitas, chasquibum y bengalas de colores. Su costo es accesible y económico, el paquete de cada uno tiene un precio de 1 o 2 pesos, es por esto que los adultos prefieren comprar un combo importante para entretener a los más pequeños hasta llegada la medianoche.
“Los adultos vienen y compran de a 30 paquetes, gastan entre 200 y 300 pesos para entretener a los más chicos”.
A todos estos artificios los más chicos de la familia pueden maniobrarlos sin correr peligro alguno, pero siempre es recomendable contar con la presencia de un adulto. El vendedor recalcó la prohibición que rige de vender los juegos a menores de edad.
En cambio, las versiones más explosivas y sonoras como las cañas y los petardos son los elegidos por los más bochincheros de la familia. Éstos tienen un poder explosivo más resonante y sólo pueden ser adquiridos por mayores de 18 años.
—¿Cuáles son las recomendaciones para los adultos al momento de adquirir fuegos artificiales?
—Los usuarios que compren las bombas tienen que tener cuidado y tratar de adquirir la caja que incluye el mortero. Ya que en la mayoría de los casos, la gente adquiere la bomba sola sin el mortero, el cual es un elemento de seguridad importante al momento de manipular estos elementos.
El vendedor recalcó que por cuestiones de seguridad lo recomendable es adquirir la caja completa con las seis bombas y mortero incluido.
—¿Hay que tener un cuidado especial al maniobrar estas bombas?
—No se puede tirar con la mano, ni vender suelta. Mucha gente la compra suelta y la tira con la mano, y te arranca el brazo. Nosotros aconsejamos a nuestros clientes que lleven cosas con luces y de artificios. Que sean no tan sonoras, si no cosas lindas a la vista, como pueden ser tortas. Éstas son más inofensivas y coloridas.
Este juego tiene un costo que oscila en los 100 pesos por caja (incluye las seis bombas y un mortero).
Las campañas de prevención que se realizan días previos a las fiestas y el gran número de accidentes han generado un cambio de actitud en los adeptos a estos elementos.
—¿Cómo se comporta la gente con estos elementos?
—La gente está tomando consciencia sobre el uso de la pirotecnia, pero siempre se vende. Para mí se está trabajando bien, con los controles que hay a los negocios. Por ahora seguimos vendiendo, pero yo creo que a la larga esto va a tender a desaparecer.
En la actualidad la comercialización de juegos como los rompeportones, y los coloridos globos está prohibida, tanto por la seguridad del usuario como para los demás. En el caso del globo, el hecho de exponer al usuario al fuego (ya que hay que encenderlo) o de poner en riesgo algún techo hecho de paja, derivó en su prohibición.
Los comercios que se dediquen a la venta de pirotecnia deben estar habilitados por la Municipalidad y la mercadería no puede estar al alcance de la gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario